Significado de los gestos en el debate presidencial

Expertos en lenguaje no verbal y discurso se encargaron de desmenuzar el significado detrás de los gestos y las palabras de los candidatos a Presidente durante el debate de anoche.

14 Octubre 2019

Macri, discurso aprendido y cejas elevadas          

“Queda claro por cómo se expresa que está repitiendo un discurso aprendido. Y ésta es la sensación que tenemos todos cuando habla en público”, afirmó la doctora en Lingüística Silvia Ramírez Gelbes. Por su lado, Sergio Rulicki, director de la Diplomatura en Comunicación No Verbal de la Universidad Austral, explicó que el Presidente se caracteriza por la elevación sostenida de las cejas, que significa “perplejidad y falta de control”, y que esto ocurre cuando Macri no puede dar una respuesta afirmativa sobre un tema complicado. “En esta ocasión, bajó más las cejas, excepto cuando el tema fue Salud y Educación, donde se observó el patrón antes descrito”. Agregó que el mandatario no mostró signos de nerviosismo que resultasen evidentes, si los habituales de modulación vocal.

Fernández, cejas arqueadas y manejo escénico            

Desde que se conoció su candidatura, la gestualidad de Alberto Fernández mostró una expresividad facial caracterizada por la acentuación de la fisonomía de sus cejas arqueadas, que “remiten a mensajes de angustia y sensibilidad”, interpretó Rulicki. “Fernández habla en primera persona del singular y esto es lo que subraya la presencia de la subjetividad”, resaltó Gelbes. “Sus tonos y gestualidades son los más enfáticos, sin llegar a ser muy enérgico, pero sube la voz cuando interpela a Macri”. “Usa frases paralelísticas como ‘hay que darse cuenta de esto’, ‘hay que darse cuenta de lo otro’. También apeló al espectador diciendo ‘junto con ustedes’ y señalando a la cámara. Es quien mejor manejó el espacio escénico”.

Lavagna, autocontención y racionalidad            

“Su expresividad facial mostró tristeza o preocupación por la situación en la que se encuentra el país; acompañó sus descripciones elevando  los ángulos internos de las cejas. Su ritmo de la enunciación fue más lento que el de Macri y el de Fernández. Esta característica puede ser interpretada como rasgo de prudencia y mesura, pero es deficitario para la comunicación del entusiasmo. De los tres, fue el que mostró el mayor nivel de autocontención emocional, y por lo tanto, el mayor nivel de racionalidad en sus enfoques”, destacó Rulicki.

Espert, tono grave y momentos de soberbia            

Según Daniela Aruj, consultora en Imagen y Comunicación Política, Espert “se apoya mucho en lo gestual; su tono es grave y el volumen alto. Usa por demás las manos para hablar. Por momentos estas características pueden hacer que se lo perciba con cierta soberbia”.

Del Caño, temas de género y discurso propio            

“Es el único que usó la duplicación de género como ‘todas y todos’. Es una forma de sentar posición política fuerte ante los temas de género. Tiene un discurso propio de la asamblea universitaria y gestos disruptivos, como mostrar el pañuelo verde”, señaló Gelbes.  

Gómez Centurión, un pontificador sin tiempo            

“Es el que menos manejó los tiempos. En algún momento se quedó corto y en otros se pasó. Tiene un tono pontificador”, aseveró Gelbes. “No mira a la cámara sino que mira a los costados. Parece hablar desde el sentido común más básico de cierto segmento del pueblo, que es el más conservador”. (Infobae.com)

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