Atlético volvió a ser amigo del gol en la Superliga

Allá por julio, cuando el plantel se entrenaba en Salta, a la vera de la ruta que conduce al aeropuerto y con algunos grados bajo cero, el problema era apenas un imperceptible sonido. Un sonido que se escuchó en el primer amistoso ante Gimnasia de Jujuy: Atlético no hacía goles.

No los hizo en ese primer partido del segundo semestre de 2019 pero, a decir verdad, ¿quién podría preocuparse por no marcarle a un rival al que ni siquiera enfrentaría en la temporada? El sonido se transformó en una alarma cuando tampoco los hizo en los tres siguientes amistosos, ya en Buenos Aires. Ni a Vélez, ni a Boca, ni a Banfield. El equipo ni siquiera pateaba al arco.

Pero el nivel de ruido de la alarma que lo terminó despertando preocupación sucedió en la Superliga. Tres goles a favor en los primeros ocho partidos (uno en contra y otro que intentó ser centro) y una racha de 300 minutos consecutivos sin tocar la red de un rival.

“Nos cuesta generar situaciones para convertir y cuando lo hacemos no podemos definir”, declaró Ricardo Zielinski, tras el 0-1 ante Independiente, quizás el peor momento del equipo.

Si ese fue el momento en que Atlético reaccionó ante la alarma, en el partido contra Talleres la apagó definitivamente. En ese duelo, el equipo se sacó ese karma que arrastraba de la pretemporada y revirtió la situación. No sólo en cuanto a goles sino también en cuanto a la generación de situaciones, el verdadero problema. Algo que se confirmó contra Banfield aún sabiendo le que no llenó de chances al arco rival pero que sí se mostró efectivo.

Sus cuatro goles en los últimos 180 minutos (dos ante Talleres y dos ante Banfield) representan su mejor pasaje ofensivo de la temporada. El equipo no sólo marca sino que lo hace de diferentes maneras. Tiene recursos para hacerlo, algo que a comienzos de torneo le faltaban y mucho.

Repasemos: ante Talleres volvió a hacer un gol de pelota parada (o al menos que derivó de ella) a través de Leandro Díaz luego de un córner. El anterior había sido de Marcelo Ortiz a Arsenal. El de Ramiro Carrera fue de rebote y llegó tras una buena acción ofensiva llevando la pelota de izquierda a derecha.

Contra Banfield, Díaz hizo un gol de arremetida, de “prepo”, como suele decirse. Quizás una característica que al equipo le hacía falta en el área rival. El de Fabián Monzón fue de tiro libre directo, el primero por esa vía en la temporada.

Además, en los últimos partidos sumó jugadores a su lista de goleadores en la temporada. Tener repartido el goleo es lo más importante que puede pasarle al conjunto de Zielinski.

A los ya mencionados hay que sumar a Bruno Bianchi (gol a Godoy Cruz) y a Javier Toledo, que no marcó en la Superliga pero sí lo hizo en la Copa Argentina. Los dos goles restantes los hicieron jugadores rivales, en contra de su arco.

En la tabla virtual de equipos más goleadores de la Superliga, esa en la que Atlético estaba último antes de apagar la alarma, escaló seis puestos (tiene siete en total). El equipo escuchó las señales de alarma y ahora intentará seguir anotando goles. O, lo que es más importante, generando las situaciones para hacerlo.

Finalmente vuelve a los entrenamientos

El plantel regresará al trabajo hoy, a las 9, en el complejo Ojo de Agua. Luego de dos días libres, el equipo empezará a preparar el partido del próximo martes ante Patronato, desde las 19.10.