Tras 13 años en el poder, el presidente boliviano Evo Morales renunció a su cargo. Ocurrió luego de que las Fuerzas Armadas, la oposición y la Policía le pidieran que deje la presidencia. El vicepresidente Álvaro García Linera, también puso a disposición dimisión.
Morales y García Linera tomaron un avión con destino a Cochabamba, desde donde confirmaron sus decisiones. "Estoy renunciando, enviando mi carta de renuncia a la Asamblea Legislativa", afirmó el mandatario en su mensaje televisivo.
En un primer momento, se estimó que el presidente boliviano buscaría asilo en nuestro país, pero luego se vio arribar el avión oficial en el aeropuerto de Chimoré. Por el momento, no se sabe si se quedará ahí o cuál será su destino final.
ð´ #ATENCIÃN Evo Morales, abordo del Avión Presidencial aterriza en Chimoré esperando por aprobación al plan de vuelo . Se desconoce el destino que pretende tomar https://t.co/dxPKsKsN41 pic.twitter.com/0OfPhCoORD
— NTN24 (@NTN24) November 10, 2019
"Mi pecado es ser dirigente sindical, es ser indígena", consideró Morales y agradeció a las personas que lo apoyaron.
"Esto es un golpe de Estado", consideró García Linera.
La renuncia, anunciada por televisión, se produjo horas después de que el líder indigenista llamara a nuevas elecciones, presionado por un informe difundido en la madrugada del domingo por la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el que señalaba que había encontrado "irregularidades" en los comicios de octubre.
Al convocar a nuevas elecciones nacionales garantizamos que el pueblo de manera libre, democrática y pacÃfica, mediante el voto, elija a sus nuevas autoridades incorporando a los nuevos actores polÃticos.
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) November 10, 2019
El llamado fue rechazado por la oposición, que pidió su renuncia al igual que las Fuerzas Armadas.
El mandatario, que asumió el poder en 2006, había ganado las elecciones del 20 de octubre, pero el conteo de votos se detuvo inexplicablemente durante casi un día, lo que provocó acusaciones de fraude y disparó protestas de la oposición, huelgas y bloqueos de carreteras.
Finalmente, el informe preliminar de la OEA, que realizó una auditoría de los comicios, mencionó las inconsistencias en el proceso de octubre.
"Se encontraron irregularidades, que varían desde muy graves hasta indicativas. Esto lleva al equipo técnico auditor a cuestionar la integridad de los resultados de la elección del 20 de octubre pasado", señaló el organismo en un comunicado de prensa en el que también habló de "manipulación".
Según el informe, resulta "estadísticamente improbable" que, pese a ganar los comicios, Morales haya obtenido los 10 puntos porcentuales necesarios para evitar un balotaje con el liberal Carlos Mesa, quien resultó segundo.
Tras difundirse el informe, la fiscalía general de Bolivia ordenó investigar a los miembros del tribunal supremo electoral, informó Télam.
Morales había acusado ayer a la oposición de intentar un golpe de Estado en su contra y un líder opositor lo tildó de dictador, mientras que las Fuerzas Armadas dijeron que no se enfrentarían con el pueblo.
Los oponentes del presidente, entre ellos Mesa y Luis Fernando Camacho -un líder civil de la ciudad oriental de Santa Cruz que se convirtió en un símbolo de la oposición- pidieron reiteradamente la renuncia de Morales.
Luego del llamado a una nuevas elecciones que realizó el presidente, Mesa dijo que Morales no debería ser candidato nuevamente.
"Si le queda un ápice de patriotismo (a Morales) debería dar un paso al costado", afirmó Mesa a periodistas.
Por su parte, Camacho dijo que planeaba marchar hasta la casa de Gobierno para entregarle al mandatario una carta de renuncia ya redactada para que firme Morales.