La admisión irrestricta a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) actualmente no es una posibilidad, según sostiene el decano Mateo Martínez. Considera que se atentaría contra la calidad de enseñanza. Aclara que se ha ido incrementado -de a poco- la cifra de estudiantes admitidos. Insiste con que la institución que representa tiene la obligación de ofrecer a la sociedad un médico razonablemente formado. Advierte que las habilidades y destrezas necesarias para la práctica profesional no se podrían adquirir si el ingreso fuera masivo. También que el paciente tiene derechos que no se pueden vulnerar. Y argumenta también que la estructura educativa institucional ya está en un límite crítico, por lo que se requerirían de inversiones superlativas para que la admisión no tuviera límites. “Si no hay una inyección de recursos extraordinarios es absolutamente imposible abrir la matrícula”, sentencia Martínez.
El decano de Medicina recibió a LA GACETA en su despacho. Sostuvo que, a pesar de las protestas de un grupo de padres y candidatos, hay numerosos impedimentos para modificar el sistema que está vigente desde hace 30 años. Además, explicó que -mínimamente- habría que duplicar la estructura educativa para un acceso irrestricto de estudiantes. “Un ingreso masivo implicaría un incremento muy notable en materia de equipamiento didáctico. Atentaría contra la calidad de la enseñanza; (los docentes) hoy ya están con una plétora que les hace difícil enseñar con calidad”, expresó.
Números del presupuesto
Martínez acercó documentación firmada por él y por el Coordinador general de Presupuesto y Planeamiento Económico de la Medicina, Cristian Álvarez, en la que se refleja que el presupuesto entregado por la Nación se fue reduciendo entre 2015 y 2019. “La UNT perdió en relación a su presupuesto 2015 a la actualidad perdió 0,013 puntos porcentuales lo que implica en términos nominales la suma de $ 529.569.001 aproximadamente. La Facultad de Medicina perdió en relación de su presupuesto 2015 a la actualidad 0,003 puntos porcentuales lo que implica en términos nominales en las suma de $ 111.776.851 aproximadamente”, se explicó en el informe rubricado por ambos funcionarios académicos.
Esta semana, un grupo de aspirantes y padres cuestionó nuevamente el sistema, solicitó el ingreso de manera automática y planteó un pedido de impugnación del reglamento de ingreso 2020 (se informa por separado). Ya en mayo, los padres de los candidatos habían considerado que “el cupo establecido es excluyente y discriminador”, dado que la Ley 27.204, en su artículo 4, establece que “quienes aprueben la educación secundaria pueden ingresar de manera libre e irrestricta a la enseñanza de grado en el nivel de de educación superior”.
Al respecto, Martínez advirtió que la norma se llama ley de Implementación Efectiva de la Responsabilidad del Estado en el Nivel de Educación Superior. “Bajo ningún concepto se llama ‘ley de ingreso irrestricto’”, remarcó. Y desarrolló: “la ley está destinada a que el Estado nacional se haga responsable directo de financiar las universidades públicas para posibilidad un mayor acceso. Eso es una cosa. Otra cosa es abrir irresponsablemente las puertas para que pongamos en riesgo todo un sistema que viene siendo razonablemente exitoso”.
“Sería una crisis brutal al sistema”
Este año, el cupo de ingreso para candidatos de San Miguel de Tucumán fue de 290, mientras que para 2020 se lo elevó a 300. También se incrementaron 10 lugares para el cupo protegido de los Valles Calchaquíes (pasó de 20 a 30). En ese sentido, el titular de la Facultad de Medicina de la UNT advirtió que ya se preinscribieron más de 2.500 aspirantes y estimó que hasta diciembre esa cifra puede rondar los 3.500. “Si se accede a lo que estos 15 padres está pidiendo ya estaríamos dándolos por alumnos; sería directamente una crisis brutal del sistema. Sería poner bajo riesgo la salud de la sociedad, la salud de los enfermos del hospital público y un quiebre institucional de la Facultad de Medicina”, sentenció.
Las presentaciones contra el sistema de admisión ya fueron debatidas por la Comisión de Enseñanza y Disciplina, y se espera que ocurra lo mismo hoy con la Comisión de Interpretación y Reglamento. Según se pudo averiguar, se intentará realizar un dictamen conjunto al respecto para que sea tratado por el Consejo Superior de la UNT, que debe sesionar el martes. Por lo acotado de los tiempos estaba en dudas si es que el tema llegaría a ser debatido la próxima semana. En caso negativo, el cupo de ingreso podría ser tratado en la última sesión del Consejo Superior de la UNT, el martes 10 de diciembre.
Argumentos expuestos
El decano de Medicina contó que un grupo de docentes y alumnos de la carrera expuso sus inquietudes ante los consejeros de Enseñanza y Disciplina. “El eje de nuestro planteo fue la obligación legal de la Facultad de ofrecer a la sociedad un médico razonablemente formado. Este es un derecho que se encuentra por encima al derecho a estudiar. El derecho a la protección de la vida y de la salud de cualquier ciudadano que nunca soñó con ingresar a la Universidad. Es nuestra obligación ofrecerle un médico bien formado”, insistió Martínez.
Respecto a la etapa de formación clínica de los profesionales, el decano destacó que se da desde el primer año pero que se intensifica a partir del tercero. “No es solamente formar un médico capacitado para las demandas sociales, sino de preservar la integridad, la privacidad, el pudor y los derechos de los pacientes, además de la seguridad biológica”, explicó. Subrayó también que las prácticas se dan en hospitales públicos, a los que concurren los sectores más vulnerables de la sociedad.
La Facultad de Medicina de la UNT dicta las carreras de Médico, Licenciatura en Enfermería, Licenciatura en Kinesiología, Técnico en Instrumentación Quirúrgica, Técnico en Estadísticas en Salud. Según Martínez, cuentan en total con unos 11.000 alumnos.
Antecedentes de la pugna
A fines de mayo, el Consejo Directivo argumentó en 18 páginas los motivos por los que debe sostenerse el cupo. Se remarcó que “La Facultad de Medicina es el único control de calidad”. Se señaló también que “no están obligadas a un ingreso irrestricto, mientras el Estado Nacional no les garantice el financiamiento pertinente (fallo la Matanza contra el Estado Nacional, entre otros)”.
En la Resolución 441/2019, en la que el órgano se expidió de manera contundente respecto al Expediente 447/2019, conformado por los padres de aspirantes que no alcanzaron los 82,82 puntos que se fijó como piso este año.
Entre los argumentos, vertidos en 18 páginas, se remarcó que en Argentina, a diferencia de lo que ocurre en países de Europa, Canadá y los Estados Unidos, el título de médico es habilitante para el ejercicio de la profesión. “Esto convierte a la Facultad de Medicina en el único control de calidad de los profesionales que ejercen esa profesión”, se remarcó. Y se agregó: “...la existencia de un examen de ingreso resulta compatible con las normas vigentes, y la restricción cuantitativa denominada cupo es considerada esencial al momento de contraponer en tiempo presente, los derechos de los pacientes sujetos-objetos de estudios académicos, en armónica conciliación con el derecho de un aspirante a estudiar medicina; y a futuro respetar la obligación de producir un médico”.
Otro argumento en los que se hizo hincapié fue que la Unidad Académica requiere de seres humanos como objeto de prácticas educativas y que los pacientes cuentan con derechos protegidos por leyes especiales, entre ellas la Ley N° 26.529, por lo que la enseñanza masiva expondría a los docentes a violar esos derechos.
Dictamen de Asuntos Jurídicos
El vocero de los padres autoconvocados, Fernando Velloso Colombres, aseguró la semana pasada que si el Consejo Superior no trata el planteo de ingreso libre e irrestricto antes de fin de año solicitarán al Rectorado de la UNT la intervención de la Facultad de Medicina.
El director general de Asuntos Jurídicos de la UNT, Augusto González Navarro, expresó que el Consejo Superior debe pronunciarse al respecto. En un dictamen, con fecha del 12 de octubre, se concluyó, entre otras cosas que: se encuentra fuera de cuestión la vigencia y aplicabilidad de la Ley de Educación Superior y su reforma; no se pueden incluir cupos de ingreso; y que se deben llevar a cabo gestiones para obtener el financiamiento y la provisión de infraestructura para cumplir con los parámetros legales.
Presentación
Reclamo por el reglamento 2020
Un grupo de aspirantes a la carrera de Médico presentó la semana pasada un pedido de impugnación al reglamento de admisión 2020 de la Facultad de Medicina de la UNT por desconocer el ingreso libre e irrestricto, amparándose en la Ley nacional 24.521. Además, solicitaron que se los inscriba como alumnos de la carrera de manera automática.
El vocero de los padres autoconvocados, Fernando Velloso Colombres, consideró que el nuevo reglamento es mucho más restrictivo que el anterior. Principalmente porque se solicita el promedio de todo el Nivel Medio, incluido decimales, cuando antes se solicitaba el de los últimos tres años y, previamente, sólo del último. Cuestionó también que no figure el puntaje mínimo con el que se aprueba el examen de admisión, sino que simplemente se haga mención a que en la sede de capital ingresarán los 300 aspirantes en orden de méritos determinado. También se despachó en contra de que no se aclare la cantidad de respuestas que van a encontrar los aspirantes en los exámenes de admisión (se rinde bajo el sistema elección múltiple).