Con la intención de urgir a los países a actuar, Naciones Unidas ha presentado en la Cumbre del Clima (COP25), que se celebra en Madrid, su informe anual. Ese documento ha sido elaborado por la Organización Meteorológica Mundial y plantea que 2019 cierra la peor década de la crisis climática. Este año estará entre los más cálidos jamás registrados, que -justamente- son los cuatro últimos.
Eso significa que el cambio climático se ha acelerado. Si no adoptamos medidas urgentes y a una escala sin precedentes, la humanidad llegará a finales de este siglo con un aumento de la temperatura de más de 3 ° centígrados con respecto a los niveles preindustriales. De ocurrir, será catastrófico..
Además de la reducción de hielo marino y del consiguiente aumento del nivel del mar, otros efectos son las concentraciones sin precedentes de gases de efecto invernadero; la constante acidificación de los océanos; la suba del contenido calorífico de los océanos; las sequías; los incendios forestales; los ciclones tropicales; las inundaciones y las olas de calor.
Ye hemos comenzado a ver muchos de esos fenómenos de fuerte impacto. La OMM menciona, por ejemplo, que “las inundaciones han sido graves” en el Norte de la Argentina, entre otras regiones. También cita que en junio se estableció en Francia un nuevo récord nacional de temperatura máxima, con 46 °. O menciona que la cantidad de fuegos declarados en la región de la Amazonía brasileña estuvo solo ligeramente por encima de la media del decenio. Pero en el conjunto de América del Sur, 2019 fue el año con más incendios desde 2010.
Las siglas COP25 hacen referencia a la conferencia número 25 de las partes del Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Esa convención sirvió -primero, en 1997- para que se aprobara el Protocolo de Kioto. Luego -en 2015- se adoptó el Acuerdo de París, que sustituirá a partir de la próxima década a Kioto y que obliga a los países a recortar sus emisiones de gases de efecto invernadero. El tratado parisino fija en 1,5° centígrado el límite de calentamiento. En estos momentos, estamos en 1,1° centígrado.
Este tipo de cónclaves sirve, asimismo, para que desde el mundo científico se actualice la información disponible sobre la crisis climática. En las vísperas de la cumbre, el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, el panel de científicos que bajo el paraguas de la ONU analiza los impactos del cambio climático, publicó su segundo informe anual, a través del cual pide que los gobiernos adopten medidas de mitigación, adaptación y resiliencia.
En síntesis, el planeta necesita que en Madrid se aprueben regulaciones vinculantes y efectivas para todos los estados. La COP25 debe dar una respuesta fuerte. Los negociadores de los 200 países que han acudido discutirán, durante dos semanas, cómo terminar de desarrollar el Acuerdo de París. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ya ha dicho, en concreto, qué es lo que se debe hacer: eliminar los subsidios multimillonarios que los Gobiernos dan a los combustibles fósiles, ponerles un precio a las emisiones de dióxido de carbono, que no se construyan más plantas de carbón a partir de 2020 y que los países se comprometan a alcanzar la neutralidad en las emisiones de CO2 en 2050. El dilema al que se enfrenta esta generación es cuán grande será la hipoteca que les dejará a las venideras.