Campaña en favor de la vida

23 Diciembre 2019

A pesar de los reclamos constantes de parte de organizaciones no gubernamentales referidas a la necesidad de una educación vial integral en la nuestra comunidad, los responsables del orden y controles de tránsito en las ciudades y en las rutas justifican el escaso accionar en bajos presupuestos, mientras las cifras alarmantes de siniestros y víctimas crecen sin solución de continuidad. Quienes más lo viven y sufren desde el costado humano son los prestadores de servicios de salud, que todos los días, pero sobre todo los fines de semanas, atienden en los shockroom de hospitales y Centros de Atención Primaria decenas de politraumatismos y ven como se apaga la vida de tanta gente. Sobre todo de muchos jóvenes, víctimas de su imprudencia o de terceros.

Este impulso fue el que el fin de semana movilizó al personal de la Dirección de Enfermería de la provincia a instalar puestos móviles en la calles, rutas, CAPS, pasillos de hospitales y plazas de toda la provincia, con el fin de concientizar a los conductores de vehículos automotores sobre el respeto a las normas de tránsito y del uso de los elementos de seguridad, como casco y cinturón. Esta sana y efectiva campaña apuntó directamente a lo que los trabajadores de la salud saben que ocurre cuando llegan los festejos de navidad y año nuevo. Fue tan personal la campaña, como decirle en la cara a todos “cuida tu vida y la de tus conciudadanos”. Y es lo que remarcaban además en la folletería que entregaban sobre las normas y prevenciones. Y como un gesto de recompensa a quienes tenían “todo en regla” en ese momento, les regalaban una golosina.

Si bien es cierto que las autoridades provinciales encargadas de la seguridad ya comenzaron con cientos de efectivos las campañas de “alcohol cero” y documentación al día por las fiestas de diciembre, no es menos cierto que desde las primeras horas del nuevo año se relajan esos controles y todo queda en la estadística y el balance de lo hecho y no del resultado y su continuidad para mejorar las cifras alarmantes. Haber citado a esta campaña de los enfermeros tucumanos vale como ejemplo para la coyuntura, pero más como trampolín para reforzar en la gente la premisa de que prevenir accidentes pasa primero por asumir una simple responsabilidad: respetar las normas de tránsito y escuchar los consejos para evitar los siniestros viales.

Ese tendría que ser el horizonte de las autoridades responsables del tránsito, no sólo en esta época sino todo el año con una enseñanza integral y con una permanente insistencia mediática sobre las violaciones a las normas viales, sus consecuencias y multas.

El accionar de la “gente de blanco” también sirve para llegar a tener en cuenta las mediciones de la Asociación Civil argentina Luchemos por la Vida, y atender con premura la situación para bajar lo antes posible esas cifras preocupantes. Tiene registrado para el país 21 muertos por día (más de 7.000 al año) en accidentes viales de todo tipo, más de 120.000 heridos por año (sobrevivientes con secuelas de mutilaciones, daños diversos y hasta postraciones), y grandes pérdidas materiales estimadas en U$S 10.000 millones anuales. Es decir, el 6,27% del PBI de la Argentina (según el FMI, con datos actualizados a abril de 2018), y ocho veces mayor que en los países desarrollados. Para completar las tareas tendientes a bajar los índices de siniestros y víctimas viales, habría que proyectar un reordenamiento del tránsito urbano y el de las rutas provinciales.

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