10 Enero 2020
DERROCHE. En las calles se desperdicia el agua mientras falta en las casas.
“No tenía cómo limpiar a mi hijo para cambiarle el pañal, entonces tuve que pedirle agua a mi vecina”, contó Beatriz Velázquez (38) ilustrando de esta manera que nada ha cambiado después de haberse hecho pública, a través de LA GACETA, la situación del barrio de Psicólogos de Villa Carmela.
Esta escasez de agua no es nueva, lleva seis años, desde la inauguración del complejo habitacional. La única manera de aprovisionarse de agua es mediante el suministro de los camiones cisterna enviados por la comuna de Cebil Redondo. Para beber, los vecinos se ven obligados a comprar agua mineral en bidones o botellas.
“La bomba deficiente se dañó varias veces y tuvimos que sacar de nuestro bolsillo para pagarlo”, apuntó Velázquez molesta. Las familias más afectadas son las que se encuentran en las zonas elevadas del terreno. Allí la presión es escasa por lo que conseguir que un tanque de agua se llene es imposible. El problema afecta a la mitad de las 120 casas del barrio.
Los vecinos comentaron que nadie se comunicó con ellos para acercar alguna solución. La Sociedad Aguas del Tucumán se había escudado en que por problemas técnicos no pueden hacerse cargo del aprovisionamiento de agua.
En tanto, en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) la única respuesta que se dio ante la consulta de LA GACETA fue que la interventora, Stella Maris Córdoba, se encuentra de licencia por vacaciones. No obstante, trascendió que podría concretarse una reunión entre autoridades de la entidad y vecinos del barrio para buscar una solución al problema de la falta de agua.
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