Serán 70.000 los tucumanos que se beneficiarán con la tarjeta alimentaria

El 12 de febrero comenzará el reparto de los plásticos del programa para combatir el hambre: se asignan hasta $ 6.000 por mes.

El 12 de febrero comenzarán las campañas de distribución de la primera tanda de tarjetas alimentarias en Tucumán. Se trata de una de las estrategias del programa nacional Argentina contra el Hambre, anunciada durante la campaña electoral del presidente, Alberto Fernández. Se distribuirán al menos 70.000 plásticos en la provincia para la compra de alimentos y así atacar focalizadamente la desnutrición en niñas y niños menores de 7 años.

Alrededor de 100.000 niñas y niños serán beneficiados por la campaña, que abarca a menores que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) hasta el día que cumplan siete años, menores de 18 años con discapacidad que perciban la AUH y a las embarazadas o personas gestantes a partir del tercer mes de gestación que reciban la Asignación Universal por Embarazo.

Los titulares podrán recibir plásticos con dos montos: $ 4.000 si hay sólo un beneficiario a cargo o $ 6.000 en caso de que sean más los niños a cargo a quienes les corresponda la tarjeta. Los fondos nacionales para financiar el programa implicarán una inyección de $ 300 millones mensuales para los comercios locales, que necesitarán del aparato para cobro con tarjeta.

Serán 70.000 los tucumanos que se beneficiarán con la tarjeta alimentaria

El ministro de Desarrollo Social provincial, Gabriel Yedlin, dialogó con LA GACETA para brindar detalles de la campaña. Explicó que los beneficiarios no deberán hacer fila en Anses o en el Banco Nación, debido a que los padrones ya están confeccionados en base al listado de 130.000 beneficiarios de AUH en la provincia.

En Tucumán

“El programa Argentina contra el Hambre es una estrategia para poner como política de Estado la situación de seguridad alimentaria. Así como la gente entiende que el Estado debe garantizar la salud, la educación o la seguridad, se busca que los argentinos entiendan que el Estado debe garantizar que nadie pase hambre”, inició la explicación Yedlin. Y agregó, para finalizar la introducción: “para que en el país no haya hambre hace falta que todos tengan trabajo genuino, así en cualquier familia las personas tengan para comer comprando los alimentos que quieran y cocinar lo que les guste más, y también tener vivienda, solventar la educación, darse gustos, viajar... Como falta mucho hasta eso, necesitamos programas que generen asistencia hasta entonces. Por eso, en el programa Argentina contra el Hambre, se incluyen otras estrategias como Precios Cuidados, Ley de Góndolas, un nuevo esquema del IVA, el bono de fin de año a AUH y jubilados... la tarjeta alimentaria es una estrategia más del programa. El padrón de beneficiarios lo provee la Anses. No hay que anotarse en ningún lado y nadie los tiene que anotar para nada. La tarjeta sólo permite comprar, no se puede extraer dinero. No se podrá comprar otro producto que no sea alimento. No se podrán comprar bebidas alcohólicas”.

Operativos

El objetivo, afirmó el ministro de Desarrollo, es que ningún beneficiario deba realizar grandes traslados para retirar el plástico. Por ello, se realizarán operativos por departamento y localidad, que se irán informando una vez oficializado el cronograma. En cada operativo habrá tráileres del Banco Nación, que entrega la tarjeta, junto a equipos de trabajo de Anses, del Registro Civil, de Salud y de Desarrollo Social. “Tras la prueba piloto en Concordia, se observó que había muchas persona a quienes les falta el DNI, por extravío o por casos en que nunca tuvieron documentación. También hubo casos de personas a quienes se les cayó la AUH porque faltó cumplimentar los controles de salud. Por eso se trabajará de este modo en los operativos, con distintos tráileres, que incluyen educación nutricional”, agregó Yedlin.

Los fondos en la tarjeta se cargarán, tras la entrega, a partir del tercer viernes de cada mes para distanciarse del pago de la AUH. La tarjeta alimentaria no permite extracciones de dinero, sólo compra mediante débito, para evitar los casos -relevados por este diario- en donde por distintas urgencias algunas personas empeñan su DNI y sus tarjetas de planes sociales a prestamistas. Si no se usan los fondos completamente y queda un remanente, se acumulará en el mes siguiente.

En la experiencia piloto, Anses comunicó por mensaje de texto a los beneficiarios para que retiren las tarjetas, y un 40% no recibió el mensaje. Por ello, Yedlin explicó que se trabaja en un sitio para que los beneficiarios ingresen el DNI y se les informe si les corresponde o no la tarjeta y cuándo y dónde será el operativo de entrega más cercano, similar a las plataformas para consultar en qué escuela y mesa voto en elecciones.

“Como cualquier política publica, se irán ajustando diferentes puntos para aplicarse mejor. La gente es mucho más inteligente, realista y honesta de lo que muchos que no conocen de las necesidades que hay en ciertos sectores a veces infieren: una mamá con un hijo con hambre o con dificultades para comprar leche, no va a comprar otra cosa que no sea leche o comida para hijo”, finalizó Yedlin.

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