Un póquer para la despedida

El tucumano quiere llegar a Tokio y luego retirarse de las competencias.

REGRESO. Tras un 2018 de prácticamente nula competencia, debido a una lesión, el año pasado Lucenti volvió a combatir. judoinside.com REGRESO. Tras un 2018 de prácticamente nula competencia, debido a una lesión, el año pasado Lucenti volvió a combatir. judoinside.com
15 Enero 2020

Algunos momentos de la vida resultan concluyentes. Los ciclos terminan, las etapas se cierran. Emmanuel Lucenti sabe que está ante lo que sería su último Juego Olímpico. Y está dispuesto a dejar la piel en los torneos que tiene por delante, para alcanzar los puntos que necesita para clasificarse.

Con ese objetivo emprenderá el domingo un viaje con múltiples escalas, que lo depositará en Europa. Su último destino será Tiflis, la capital de Georgia, donde hará base. Desde ahí se moverá durante dos meses y medio -hasta el 7 de abril-, en busca de las competencias que le den los puntos que lo lleven a Tokio. “Voy allí por dos motivos; por un lado, es lo más económico para quedarme -yo me pago el 80% del viaje-. Por otro, en Georgia podré tener más roce de judo de Europa del este, que es el mejor, el más agresivo, el más ofensivo”, contó Lucenti.

Tras un 2018 prácticamente nulo, debido a una lesión de espalda, y tras un 2019 durante el cual comenzó paulatinamente a volver al ritmo, Lucenti precisa medirse con pares de nivel olímpico. Y en la Argentina hace tiempo que alcanzó su techo. “Tengo el mejor entrenador del mundo (Adrián Parajón); pero coincidimos en que llegamos a un punto en el cual no podemos seguir elevando las cargas, porque no tengo los compañeros que necesito. Debemos buscar otro tipo de judo y otros compañeros”, explicó.

Pero el judoca tucumano es muy consciente de que su excursión europea no le resultará sencilla. “El año pasado me reincorporé a los entrenamientos, para salir del profundo dolor de espalda. Me ha ido costando insertarme de vuelta en los torneos, hacer lo que antes hacía; mis rotaciones de espalda no son las de antes. Me llevó mucho tiempo reencontrarme con mi judo; de hecho, aún estoy en ese proceso. Pero físicamente estoy bastante bien, y tengo muchas ganas, por eso hacemos este esfuerzo”, precisó Lucenti.

El entusiasmo que muestra resulta fundamental, de cara a los certámenes de los cuales participará en las próximas semanas. “La preparación para Tokio consiste en estar lo mejor física y psicológicamente posible, para avanzar de rondas en los torneos y, de ese modo, conseguir el puntaje necesario”, apuntó. No obstante, no se trata de resolver un par de combates: “mi categoría (hasta 81 kilos) es la más difícil, porque es muy competitiva. En otras basta que superés dos o tres rondas para llegar a una semifinal; en la mía debés ganar más combates. Pero bueno, es igual para todos los competidores, y debo hacerme cargo de eso. Es un gran desafío”.

Un repaso hacia atrás

Lucenti representó al país -y a Tucumán- en tres Juegos Olímpicos: Beijín 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016. Y por poco no se clasificó para Atenas 2004: en aquella ocasión, perdió la pulseada con su hermano Rodrigo. Si bien en la Argentina -en especial, en las disciplinas individuales- pueden hallarse deportistas que hayan competido en varios JJOO, Emmanuel es el único de la provincia que vivió tantos desde la mismísima villa olímpica.

“Todos tuvieron su parte linda. Pero significativamente el más importante fue el de Londres, por el diploma, por haber alcanzado los cuartos de final, habiendo sacado al tercero del mundo. Uno por ahí veía inalcanzables esas cosas, impensadas”, reflexionó el judoca.

Muchos recuerdos le asaltan la memoria cuando vuelve a experimentar las vivencias de aquellos JJOO. Pero Lucenti pasa todo por el tamiz. “Me quedo con el diploma de Londres; con mi papá, mi mamá y mis amigos de judo viéndome desde la tribuna en Río. Lo demás es ilusorio. Aunque tengo amigos en muchos lados, la mayoría está en Tucumán... La gente con la cual compartí en la Villa Olímpica fue ocasional; y los dirigentes también, porque no están junto a mí los cuatro años durante los cuales me preparo para las Olimpíadas, sólo aparecen un par de semanas antes”, destacó.

Lo que importa

El judo es una parte importantísima en la vida de Lucenti. Pero no es la única. “Confío en que llegaré a Tokio. Pero si no lo logro, igualmente estaré conforme, porque estoy dejando todo. Estos JJOO serán mis últimos; ya no seguiré compitiendo. El cuerpo y la cabeza no son los mismos de antes. Quiero hacer este último esfuerzo para cerrar mi carrera. Y si no llego, mi vida continuará: tengo un hijo y una familia que atender; y quiero disfrutar de ellos”, destacó uno de los judocas tucumanos más importantes de todos los tiempos.

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