"Comencemos por el Evangelio. Mantengámoslo abierto en casa, en la mesita de noche, llevémoslo en nuestro bolsillo, veámoslo en la pantalla del teléfono, dejemos que nos inspire diariamente. Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad", ha dicho con motivo del Domingo de la Palabra de Dios, que se celebra hoy por primera vez, después de que El Papa lo instituyese para fomentar el contacto los católicos con la Biblia, que en la mayoría de los casos se limita a la Misa.
Además, ha lamentado que los católicos se acerquen a Dios recitando "oraciones formales" que ocultan las "opacidades" y "dobleces" para que su verdad no les "sacuda por dentro" al tiempo que ha subrayado que la Biblia que salva "no va en busca de lugares preservados, esterilizados y seguros" sino que llega hasta las "complejidades" y la "oscuridad".
"Cuántas veces preferimos cerrar la puerta, ocultando nuestras confusiones, nuestras opacidades y dobleces. Las sellamos dentro de nosotros mientras vamos al Señor con algunas oraciones formales, teniendo cuidado de que su verdad no nos sacuda por dentro", ha señalado durante la misa que ha celebrado en la basílica de San Pedro.
¡Hagamos espacio para la Palabra de Dios! Leamos algún versÃculo de la Biblia cada dÃa. Descubriremos que Dios está cerca de nosotros, que ilumina nuestra oscuridad, que nos guÃa con amor a lo largo de nuestra vida. #DomingodelaPalabradeDios
— Papa Francisco (@Pontifex_es) January 26, 2020
El Papa ha usado el leccionario empleado durante el Concilio Vaticano II y ha entregado ejemplares de la Biblia a 40 personas entre ellos refugiados, periodistas, pobres o representantes de la Iglesia ortodoxa y evangélica. El Domingo de la Palabra de Dios no tiene una fecha fija. Se celebrará cada año el tercer domingo después de las fiestas de Navidad.
Durante su homilía, ha destacado que los primeros destinatarios de la llamada de Jesucristo fueron pescadores y "no personas cuidadosamente seleccionadas en base a sus habilidades, ni hombres piadosos que estaban en el templo rezando, sino personas comunes y corrientes que trabajaban".
Y ha agregado: "Habla a los pescadores y usa un lenguaje comprensible para ellos. Los atrae a partir de su propia vida. Los llama donde están y como son, para involucrarlos en su misma misión. 'Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron' (v. 20). ¿Por qué inmediatamente? Porque se sintieron atraídos. No fueron rápidos y dispuestos porque habían recibido una orden, sino porque habían sido atraídos por el amor".
En este sentido ha insistido: "Dios nos da su Palabra como la carta de amor que escribió para ti, para hacerte sentir que está a tu lado. Su palabra nos consuela y anima y provoca la conversión, nos sacude y libera de la parálisis del egoísmo. Porque su Palabra tiene este poder, cambia la vida".
Para el Papa es fundamental recordar que Jesús atravesó una "región multifacética y compleja" y que no tiene "miedo de explorar" los corazones o los lugares "más ásperos y difíciles". Y ha añadido: "Él sabe que sólo su perdón nos cura, sólo su presencia nos transforma, sólo su Palabra nos renueva".