Atlético se despide dignamente de la Copa

Los penales -esos que le permitieron festejar en la fase 2- le privaron de llegar al grupo H

DISPUTA ETERNA. Toledo y Melano luchan para conseguir la pelota ante la marca de Cadavid y Ricaurte y la mirada de Arregui. Colombianos y tucumanos jugaron una serie muy peleada. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll DISPUTA ETERNA. Toledo y Melano luchan para conseguir la pelota ante la marca de Cadavid y Ricaurte y la mirada de Arregui. Colombianos y tucumanos jugaron una serie muy peleada. la gaceta / foto de Osvaldo Ripoll

Las fases que jugó Atlético en esta Copa Libertadores son llamadas preliminares. Principalmente porque están antes de la fase de grupos, esa con la que el “Decano” tanto soñó este año y con la que sueñan todos los equipos de América. Con la eliminación consumada anoche ante Independiente Medellín por penales (2-4), el equipo se quedará esta vez sin llegar a ese paraíso futbolero pero nadie puede decir que no la jugó.

Anoche quedó a centímetros de cruzar la puerta de ese grupo H del que tanto se habló pero del que no podrá participar. Sin embargo, no solo disputó cuatro partidos sino que en las dos llaves que tuvo que enfrentar (The Strongest e Independiente Medellín) las definió por penales. Una instancia extraña en épocas en la que rige la regla del gol de visitante, aplicada justamente para evitar los penales.

¿Qué prueba más contundente para decir que el equipo de Ricardo Zielinski jugó la Libertadores 2020 que haber vivido dos situaciones tan dramáticas con finales tan felices como tristes? Esa dicotomía de sensaciones en los jugadores “decanos” y sus hinchas, es prácticamente la esencia del torneo más importante del continente. Atlético probó el más dulce de los postres esa noche ante los bolivianos y el de ayer fue el más amargo en mucho tiempo.

Claro, el objetivo de todo el equipo este semestre era avanzar a la fase de grupos, seguir mostrando la mística que desplegó hasta aquí en las Copas y embolsar U$S 3 millones, pero se fue del campo de juego con la frente bien alta.

La serie, como se preveía, fue parejísima. Los penales son una prueba fiel de ello. El partido ahora parece viejo y olvidable para todos pero estaba dentro de los planes para ambos entrenadores. Atlético se reagrupó tras el 0-1 en Colombia, fue superior en el primer tiempo e igualó la serie con el golazo de Leonardo Heredia tras la asistencia de Javier Toledo. Pudo haber conseguido otro gol pero la defensa colombiana estuvo firme en varios pasajes.

En el segundo tiempo, el DIM se animó a jugar y tuvo tres chances claras para liquidar la serie. Entre Cristian Lucchetti y sus defensores lograron despejar el peligro. Claro, el cabezazo final de Marcelo Ortiz podría haber dejado a Atlético clasificado pero se fue afuera. Nada que reprocharle a uno de los goleadores del equipo.

También podría haber cambiado todo si Toledo estaba ubicado unos centímetros atrás en la jugada del gol (un taco exquisito) anulado en ese complemento. Centímetros por los que también se lamentará Leandro Díaz, tras patear su penal. El “Loco” venía de fallar  en la serie de octavos de final de la Copa Argentina 2019. Seguramente, con su personalidad, pidió el primer penal luego de que Toledo fallara el primero de la serie ante The Strongest. Sin embargo, la presión con la que llegó a patear fue tal que ni siquiera miró al arquero tirarse antes en la ejecución. La pelota dio en el travesaño y se fue al alambrado.  

Quizás, ese bombazo afuera terminó condicionando a todo el equipo el resto de la serie. Fue la peor manera de empezar, sin dudas. Mucho más después del penal atajado a Augusto Lotti. Luego, el equipo se mantuvo hasta donde pudo. Los colombianos no fallaron y se quedaron con el boleto al grupo H.

Atlético se despide de la Copa, habiéndola festejado, habiéndola sufrido, habiéndola jugado. Y dignamente.

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