Tucumanos varados en Puerto Iguazú piden ayuda al Gobierno para volver a casa

Les ofrecen volver gratis a Buenos Aires, pero sin la certeza de que podrán regresar a Tucumán.

SIN RESPUESTAS. Lamentan la centralización con la que se organizó el regreso de los argentinos en las fronteras. SIN RESPUESTAS. Lamentan la centralización con la que se organizó el regreso de los argentinos en las fronteras. FOTO GENTILEZA DE MARTÍN LIZARRAGA
22 Marzo 2020

Una pareja de tucumanos se encuentra varada en la frontera con Brasil, sin la posibilidad de regresar a casa. "Las condiciones no son buenas y no estamos protegidos. Reclamamos que no se garantice una vía hasta Tucumán y se centralice tanto con Buenos Aires", lamentó Martín Lizarraga, que llegó esta mañana a Foz de Iguazu y está retenido junto a otros 150 argentinos.

Martín, médico de 33 años, viajó el 28 de febrero a Salvador de Bahía, junto a su compañera Juliana Pérez Navarro, de 29. Al enterarse de las restricciones para regresar al país debido a las medidas preventivas tomadas por el Gobierno para evitar la expansión del coronavirus, armaron las valijas para volver lo más rápido posible.

Aconsejados por Cancillería, descartaron sus boletos y compraron otros para volar desde Salvador hasta Foz de Iguazú, a donde llegaron esta mañana. Ahí se toparon con los controles de rutina: un formulario a modo de declaración jurada y les tomaron la temperatura. 

Después de ingresar a territorio argentino se toparon con personal de la Guardia Civil, Policía y Gendarmería, que se encarga de distribuir los contingentes para trasladarlos, gratuitamente, hasta Buenos Aires. "¿Y Tucumán?", preguntaron. La respuesta fue que, por el momento, sólo había colectivos para llevarlos hasta CABA, sin la certeza que desde allí podrían hacer un trasbordo.

En el lugar, relataron, apenas hay una habitación con cinco colchones (para 150 personas) y una carpa para esconderse del furioso sol misionero. "No hay comida y no nos dejan ir hasta un cajero", detalló Martín que además comentó que hay quienes pretenden aprovecharse de ellos ofreciendo cambiarles reales por pesos a precios altos.

La única solución que les ofrecen es contratar, de manera privada, un colectivo para que los traiga hasta Tucumán. "Somos cinco: dos tucumanos, dos jujeñas y un salteño. Nos piden reunir al menos 50 personas. Podemos pasar días hasta eso", manifestó Martín, que trabaja en el sistema público de salud y que además, sabe, deberá someterse a un aislamiento cuando logre volver a la provincia. "Haré consultas telefónicas. Hay que ayudar a la gente para no saturar los hospitales", reconoció, sin perder de vista su función como integrante del Servicios de Emergencias del Hospital Padilla.

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