Un menor de 14 años, la nueva víctima de una pelea entre clanes

Fue ultimado en el pecho, a balazos, por un tal “Caco”. Por el enfrentamiento entre Los Pizarro y Los Cisneros ya se produjeron tres muertes en poco más un año.

CON CUSTODIA. Los uniformados tuvieron que ingresar al barrio para que sus compañeros de Homicidios y los peritos terminaran de realizar los trabajos en el lugar donde se produjo el crimen del adolescente. CON CUSTODIA. Los uniformados tuvieron que ingresar al barrio para que sus compañeros de Homicidios y los peritos terminaran de realizar los trabajos en el lugar donde se produjo el crimen del adolescente.

El sangriento enfrentamiento que mantienen dos familias en La Costanera se cobró la tercera víctima fatal en poco más de un año. Esta vez fue asesinado un menor de 14 años, el segundo consecutivo del mismo clan. “Somos presos de estos delincuentes que se andan haciendo los pistoleros en el barrio. No se puede vivir así”, se quejó amargamente Luciana F. “Antes decía que se maten entre ellos, pero ahora tengo miedo porque en cualquier momento matarán a un inocentes”, agregó.

Apenas habían pasado las 13. El adolescente caminaba solo por Costanera Norte al 700. Dos jóvenes que se movilizaban en una moto lo frenaron. Le gritaron y después realizaron al menos dos disparos con una pistola calibre 22. Al verlo caído, con una mancha de sangre en su pecho, huyeron. “No sabía lo que habían hecho; sólo puedo decir que los escuché que se escapaban a las risotadas”, agregó la vecina, que espera que los asesinos no la hayan identificado porque tiene miedo a sufrir represalias.

El adolescente fue auxiliado por un joven que pasaba. Pidió auxilio y entre sus allegados lo llevaron hasta el Centro de Salud, donde falleció. “No hubo nada que hacer. Para mí que ya estaba muerto cuando decidieron trasladarlo. En este barrio, por culpa de estos infelices, la vida no vale nada”, explicó Luciana.

Personal de la División Homicidios, al mando de los comisarios Cristian Peralta y Diego Bernachi, y Marcelo Salla, del equipo de la fiscalía de Homicidios que conduce la fiscala Adriana Giannoni se encontraron con un escenario que se repite en este tipo de crímenes: el silencio de los vecinos que no hablan por temor a represalias.

Sin embargo, los allegados al menor asesinado identificaron al autor del hecho. Sería un tal “Caco”, integrante del clan Los Cisneros.

Antecedentes

La víctima pertenece al clan conocido como Los Pizarro. Es el segundo miembro del grupo que es asesinado por miembros de Los Cisneros, la banda rival. Claudio Ariel García tenía 17 años cuando fue ultimado el 26 de diciembre, a dos cuadras del lugar donde se ayer se produjo el homicidio. El ataque fue muy similar: dos personas en una moto se presentaron y lo ultimaron de varios balazos.

SILENCIO ABSOLUTO. Los vecinos del barrio prefirieon no hablar por temor a sufrir represalias. SILENCIO ABSOLUTO. Los vecinos del barrio prefirieon no hablar por temor a sufrir represalias.

La escalada de violencia comenzó el sábado 30 de marzo de 2019. Cerca de la medianoche, desconocidos ingresaron a un domicilio. Pegaron un par de gritos y comenzaron a disparar sus armas. En el ataque murió Oscar Cisneros y resultaron heridos otros dos jóvenes.

La familia de la víctima acusó a los miembros del grupo Los Pizarro como autores del crimen. Dijeron que ellos estaban celebrando la obtención de un campeonato barrial de fútbol, pero los investigadores siempre sospecharon que había algo más por detrás de ese caso. Desde ese día nada volvió a ser igual en ese sector de la ciudad.

Operativos y amenazas

Las amenazas y los enfrentamientos fueron constantes. Los Cisneros prometieron vengarse por la muerte del joven. En varias oportunidades fueron a buscar a sus rivales, que también respondieron con una llamativa crueldad cada ataque. Por estos choques, la Policía dispuso un operativo especial para evitar nuevos enfrentamientos. Pero la medida no sirvió. A fines de abril, soldaditos (jóvenes contratados por los transas) balearon la casa de los parientes de la víctima del homicidio. No les importó que en el lugar tuviera consigna policial durante las 24 horas. Los uniformados, que lograron salvarse, los detuvieron luego de una larga persecución por los pasillos del caserío.

La Costanera fue uno de los barrios donde la Policía, junto al Ministerio Público Fiscal, realizó un megaoperativo. En septiembre fueron a buscar las armas que utilizaban ambos grupos para agredirse permanentemente.

En el operativo, que contó con la participación de más de 400 efectivos, se secuestraron armas, droga y se detuvo a siete personas, varios de ellos vinculados a ambos grupos. La Policía realizó un nuevo operativo para tratar de que no se registren nuevos hechos de violencia.

Pero la sensación que tienen en el barrio es otra. “Estará la cana una o dos personas, pero después volverán a enfrentarse a tiros. Esto no se para más”, concluyó Hugo S. que hablaba muy despacito para que sus palabras no sean captadas por oídos delatores.

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