Ingresar a Concepción se transformó en una odisea

Las medidas complican a los vecinos.

CONTROLES. Los no residentes de Concepción deben acreditar un permiso para circular dentro de la ciudad. CONTROLES. Los no residentes de Concepción deben acreditar un permiso para circular dentro de la ciudad. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Ingresar a la “Perla del Sur” se ha tornado una cuestión complicada. Nadie que no sea residente en el municipio ingresa sin un motivo de urgencia debidamente justificado, o sin el permiso de circulación que se gestiona por vía informática. Ahora los controles, con policías y personal municipal, funcionan las 24 horas. Como consecuencia de ello, cientos de personas a diario son obligadas a regresar a sus lugares de origen al carecer de las exigencias vigentes en el marco de la emergencia epidemiológica por el covid-19.

Los principales afectados son las personas de zonas rurales en donde las señales de internet no llegan y se ven imposibilitadas de generar el permiso de tránsito. También están los ancianos o campesinos que desconocen el uso de los servicios informáticos, entre otros. Son miles los que arriban a Concepción a retirar dinero de los cajeros automáticos, a adquirir mercaderías, medicamentos y repuestos y a realizar trámites en organismos públicos. Todos chocan con los dos principales controles de acceso: uno ubicado en ruta 38 y Francia; y el otro en ruta 65 y Vicente López.

“Me tengo que volver lamentablemente a Amberes porque mi urgencia de sacar dinero de un cajero no es considerada en los controles como motivo para permitirme el acceso a la ciudad”, se lamentó Cristian Quintana en el puesto de calle Francia. “Tendría que haber más cajeros en Monteros o en otras localidades cercanas a fin de que nos eviten estas odiseas”, añadió. Laura Cáceres, de Arcadia, indignada, también planteó el drama de quienes no pueden retirar dinero: “¿cómo enfrenta la cuarentena una persona asfixiada por su imposibilidad de conseguir efectivo?”. Numerosos vecinos de Monteros intentaron ayer ingresar a Concepción a raíz de que, según aseveraron, los escasos cajeros habilitados en los bancos Macro y Nación permanecían desbordados por la cantidad de usuarios.

Mientras los agentes de tránsito hacen regresar a los automovilistas a sus lugares de procedencia, la Policía Federal, en los controles sorpresivos que realiza, labra infracciones a quienes no justifican su circulación por la ruta o por el municipio. “Por día se labran entre 10 a 25 actas por infracción al decreto que impone el aislamiento social obligatorio”, aseguró un alto oficial de la Subdelegación Sur de la fuerza nacional. “En nuestros procedimientos hay contemplaciones, como la gente anciana que sale a cobrar sus haberes o adquirir medicamentos o comestibles. Es diferente cuando advertimos a otros que se andan paseando”, explicó. “Los que vienen de otros municipios tienen que tener el permiso de tránsito”, remarcó.

Mayores controles debido a las transgresiones

La profundización de los controles de acceso al municipio partió de un hecho puntual: el ingreso inadvertido de tres ciudadanos chinos parientes del propietario de un supermercado local. El caso se registró el fin de semana pasado. Salió a la luz a partir de que personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) detuvo en Termas de Río Hondo a un taxista de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Indagado por los uniformados, confesó que regresaba a su ciudad luego de trasladar hasta Concepción a tres personas de origen chino, violando el aislamiento social preventivo. El hombre quedó detenido, en cuarentena y a disposición de la Justicia. Aquí, la Municipalidad resolvió la clausura preventiva del súper.

Al mismo tiempo, el intendente, Roberto Sánchez, planteó ante la justicia su preocupación por la falta de participación de la Policía Federal y de la Policía provincial en los operativos de control del tránsito en el municipio. De allí que, en una reunión con las autoridades de las dos fuerzas de seguridad y de la Justicia provincial, se convino la instrumentación de los controles permanentes.

“Aquí no hay relajamiento en las tareas preventivas para impedir el avance del covid-19. Vamos a seguir los lineamientos dados por el presidente Alberto Fernández. No queremos ninguna sorpresa”, advirtió. “En los controles hay contemplaciones en casos de urgencia debidamente justificada. Si un jubilado viene a cobrar, se le considera el turno a partir de su número de documento”, explicó.

El pasado jueves, Sánchez dispuso también profundizar las medidas de prevención en los comercios que están exceptuados del aislamiento preventivo. A través del decreto 130, se obliga a los propietarios a hacer cumplir el distanciamiento de dos metros entre personas en espera de ser atendidas. Se establece además que la omisión o falta de cumplimiento de esta pauta legal dará lugar a la infracción que será sancionada con una multa equivalente al valor de 100 litros de nafta premium de YPF. En caso de reincidencia, se procederá a la clausura del local. El monto de la sanción, según se especifica, será destinado al hospital “Miguel Belascuain” para el uso que dispongan las autoridades. “Esta medida surge a partir de que hubo comerciantes que desatendían el aglutinamiento que se daba fuera de su local. Entonces ahora se lo obliga a asumir una responsabilidad social y el compromiso de colaborar en esta tarea de todos de impedir la propagación del coronavirus”, concluyó Sánchez.

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