Otra tregua

¿Qué pasará a partir del reencuentro entre Manzur y Jaldo?

Otra tregua COMUNICACIÓN PÚBLICA TUCUMÁN

Indudablemente que este era un año de estudio, pero no de confrontación. La reforma constitucional, con posibilidad de abrir reelecciones, siempre fue la piedra en el zapato del poder. Juan Manzur y Osvaldo Jaldo dieron continuidad a su sociedad política aquel domingo de junio que alcanzaron la reelección, pero mirando a 2023. En el medio se cruzó la pandemia del coronavirus y las huestes peronistas hicieron un scrum. Pero eso quedó como amor de verano. En este otoño de cuarentena administrada saltaron nuevamente las diferencias. Más visibles a partir de las diferencias de opinión entre el gobernador y el vicegobernador sobre el rol de los bancos, particularmente lo atinente al agente financiero de la provincia, el Macro. Justo en el momento que el mandatario le pedía a esa entidad un giro en descubierto para saldar los sueldos de marzo, el presidente de la Legislatura amenazaba con sanciones hacia el banco por la forma en que se atendió a los jubilados. Curiosamente, ambos adujeron que no hubo consultas telefónicas previas para no entrar en conflicto.

Y el teléfono dejó de sonar entre ambos. Sólo hubo un saludo de Pascuas y otro por el cumpleaños de Jaldo, el domingo pasado. Tras ambas figuras, sin embargo, varios referentes justicialistas, con protagonismo institucional, activaron la posibilidad del diálogo entre el binomio. Parecería un contrasentido, ya que ambos reniegan de los ruidos que los "entornos" (dirigentes cercanos a los protagonistas de la novela) le pusieron a la relación en los últimos meses. La reunión fue posible y se caía de maduro. Manzur y Jaldo se hacían la misma pregunta: "qué pasó". Pero esquivaron la respuesta. Con esas respuestas arrancaron hoy la conversación. Hablaron más con el cuerpo. La incomodidad es un claro signo de la cumbre de hoy. Y se llegó a otra tregua. No era para menos: a esta fórmula reelecta le quedan más de tres años de gestión y una provincia que no se sabe en qué situación cerrará este y los subsiguientes años. La pandemia aniquiló a todo el espectro financiero y económico. La Provincia no sabe cómo generar más recursos para cumplir con sus obligaciones.

El primer paso se ha dado: se reestablecieron los canales de diálogo. El segundo constará más: la restitución de la confianza. Jaldo está convencido de que, detrás de las críticas hacia la Legislatura, por el caso de las máscaras usadas en la polémica sesión, hay un manto manzurista. Manzur, a su vez, cree que las aspiraciones políticas de su vice se han desnudado de lleno. Ambos se necesitan, más que siempre. Ambos deben vencer las cuestiones particulares. Por más que las nieguen, las diferencias existirán de forma permanente. Sólo hay que saber disimularlas, como lo hicieron en los últimos años. No hay tiempo para internas, sobre todo en un tiempo en el que se vive más el presente porque el futuro está colmado de incertidumbres.

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