Un gol de Atlético que quedará en la historia por su relato

El 1-0 a San Lorenzo en el ‘75 fue resonante en lo deportivo pero también por cómo fue contado.

COMO SI FUERA UN DIOS. Goles como el que le marcó a San Lorenzo en 1975 catapultaron a Villa a la categoría de ídolo en Atlético y a Europa, donde terminó jugando. COMO SI FUERA UN DIOS. Goles como el que le marcó a San Lorenzo en 1975 catapultaron a Villa a la categoría de ídolo en Atlético y a Europa, donde terminó jugando.
12 Mayo 2020

Por diferentes razones, el 2 de noviembre de 1975 es una fecha que figura en la historia grande de Atlético. Esa tarde, en el estadio Monumental consiguió una notable victoria frente a San Lorenzo por 1 a 0 con tanto anotado por Ricardo Julio Villa.

Ese tanto que aún vive en las retinas de quienes esa tarde estuvieron en 25 de Mayo y Chile, le permitió a los entonces dirigidos por Juan Eulogio Urriolabeitia ponerse a tiro de los líderes de la Zona B que eran San Lorenzo y Boca. Los “decanos” quedaron a una unidad de la cima.

El gol de Villa y el recordado relato por LV12 Radio Independencia que realizó el relator Osvaldo Caffarelli, sirvió para que el Maestro Avelino (Carlos Abel Gómez), un fanático hincha de los “decanos” creara una marcha que con el correr de los años se convirtió en un himno para la parcialidad celeste y blanca.

LG Deportiva tuvo la posibilidad de constatarse con Víctor Hugo Palomba, el talentoso volante que tuvo una participación gravitante en la jugada previa que terminó definiendo el partido. “Palo”, con mucha emoción, recordó lo que ocurrió hace ya 45 años y que aún vive con sensación de presencia en el hincha “decano”.

“Fue un tiro libre como a 30 metros del arco que da espalda a la Chile. Era un partido muy cerrado y ellos eran uno de los mejores equipos del certamen. Cuando el árbitro (Humberto Dellacasa) dio la falta, me paré delante de la pelota y cuando levanté la cabeza miré al ‘Cabezón’ en el segundo palo tratando de escaparle a la marca de los centrales de San Lorenzo (Jorge Olguín y Ricardo Maletti). Lo busque a él que era un especialista para escaparle a la marca. Si tengo que ser sincero, me quedó la impresión que Villa -cuando bajo la pelota en el área, le pegó mal (Ricardo Lapolve era el arquero), como si le hubiera dado a la pelota con el tobillo o la canilla, con tanta suerte que se fue al fondo del arco”, dijo quien formaba un mediocampo tremendo con Juan Francisco Castro y Villa. Una línea media que transpiraba fútbol y goles por todos los poros.

Palomba nunca se imaginó que ese gol se terminaría inmortalizando. “Es que cada vez que voy al Monumental a ver los partidos de Atlético, los hinchas que recuerdan ese partido, le comentan a sus hijos que yo estuve en esa recordada jugada. Por todo lo que me dio este club, es un enorme orgullo que a pesar de los años, la gente de Atlético me recuerde con tanto cariño”.

“Toma carrera Palomba, la eleva para Villa, la para con el pecho. Peligro, tiró: ¡gol! ¡gol! ¡gol! ¡gol de Atlético!”. Así reza el relato, coincidiendo obviamente con el recuerdo de Palomba, el asistidor en ese entonces. Un gol, que quedará en la historia “decana” de por vida. Así como su relato periodístico.

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