14 Mayo 2020
La cuarentena ha logrado diferentes tipos de reacciones. El acostumbramiento al encierro es una. La desesperación por salir es otra. El anhelo por que sean otros los que salgan del encierro y vuelvan a su vida normal también es frecuente. Pasa con el fútbol, una parte vital del entretenimiento en nuestro país. Es decir: nos encantaría que el próximo fin de semana haya 12 partidos de la Superliga. Sin embargo, eso implicaría que los jugadores salgan y hagan lo que hasta ahora es considerado un riesgo por las autoridades: para la salud propia y para la ajena.
El plantel de Atlético no se diferencia de un grupo normal de trabajadores que, por ahora, quiere esperar hasta que todo esté bien para empezar a jugar. “Espero que el fútbol vuelva cuando se normalice todo. La salud está antes”, dice Guillermo Acosta. “El Gobierno decidirá cuándo es conveniente volver, tomando todos los recaudos posibles para que ningún jugador o su entorno se contagie”, agrega Cristian Erbes.
No hay desesperación por jugar en sus palabras. Obviamente quieren, pero el temor es mayor y por ahora confían en lo que el Gobierno decidió: seguir restringiendo la práctica del fútbol.
“Estoy tranquilo pero sabemos que es una situación muy complicada. Hay que cuidarse y cuidar a la familia”. La frase podría pertenecer a cualquiera de nosotros. En este caso la dice el “Bebé” Acosta, que está asustado por lo que pueda llegar a pasar, como todos. En ese concepto está la clave para entender que el fútbol volverá cuando tenga que volver. Es decir, cuando la salud no corra peligro.
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