El "Vikingo" Granero sueña con decir adiós en el Monumental

El ex volante quiere un partido despedida en 25 y Chile para cerrar una carrera bien “decana”.

CON SAN LORENZO. Granero lleva la bola ante el ahora reconocido “Papu” Gómez. Ese día, Atlético debutó en el Apertura ‘09.  CON SAN LORENZO. Granero lleva la bola ante el ahora reconocido “Papu” Gómez. Ese día, Atlético debutó en el Apertura ‘09.
02 Junio 2020

En todos los órdenes de la vida hay personas que logran trascender por sus virtudes. Atlético, a través de los años tuvo protagonistas que por sus diferentes condiciones técnicas y humanas, ocupan un lugar especial en el corazón del hincha. Uno de ellos es Martín Granero, aquel notable volante central que en base a un enorme sacrificio y entrega durante cuatro temporadas fue elaborando el castillo futbolístico que se empezó a cimentar a partir de la llegada de Jorge Raúl Solari en 2007 y que hoy encuentra a los “decanos” entre los mejores equipos del fútbol argentino.

El popular “Vikingo”, como el hincha lo había bautizado por su larga cabellera rubia, tomó parte del plantel que en la temporada 2007/08 logró el inolvidable ascenso a la B Nacional luego de haber padecido durante seis temporadas en el Argentino A. El mediocampista de 37 años, que todavía despunta el vicio en General Levalle, una localidad ubicada a 380 kilómetros al sur de Córdoba Capital, se mostró reconfortado cuando LG Deportiva se comunicó con él para recorrer los cuatro años que jugó en la entidad de 25 de Mayo y Chile y para contar su deseo más grande hoy.

Granero, que es coordinador de Estudiantes, un club de su pueblo natal, se ilusiona en poder hacer su partido de despedida en el Monumental. “Sé que no será fácil, pero mientras tenga la minima posibilidad, pienso intentar cumplirlo. La idea es que en ese partido, participen la mayor parte posible de aquellos dos planteles que lograron los ascesos. Soñar no cuesta nada”, dijo el “Vikingo”.


-¿Cómo se produjo tu llegada a Atlético?

- Fue en 2007 con el “Indio”. Él estaba armando el plantel para jugar en el Argentino A, uno de los grandes karmas que tenía el club en esos años. Yo venía de jugar en Sportivo Patria de Formosa y llegué por recomendación de Solari.

- Muchos recuerdan que rápidamente lograste ganarte un lugar entre los titulares.

- Si… por suerte entré con el pie derecho al club. Para muchos en ese tiempo era un desconocido que venía con la ilusión de ganarme un lugar en uno de los equipos más poderosos de la categoría. Jugué bien los dos amistosos con San Martín y eso fue decisivo para empezar a ganarme el respeto de todos.En el primero empatamos 0 a 0 y en la revancha, que la jugamos en el Monumental,ganamos 2-0. A partir de ahí me quedé con la 5..

- Tuviste la suerte de estar en dos ascensos consecutivos ¿Cuál recordás con más emoción?

- Aunque siempre traté de darle la misma dimensión a todos los logros que conseguí a lo largo de mi carrera, el más importante fue al ascenso al Nacional B. Por todo lo que significó para el grupo y sobre todo para el hincha.Había mucha tensión en ese partido con Racing de Córdoba. Dentro y fuera de la cancha. Es que estaba en juego todo lo que habíamos hecho a lo largo de la temporada. Por eso, cuando Lucas (Ischuk) convirtió el penal definitorio fue increíble. Esa fue la emoción más grande que viví dentro de un campo de juego. Hasta el día de hoy, veo imágenes de eso y me emociono. Ya pasaron 13 años..

CON SUS HIJOS. Granero con Bastian, Giovanni y Juan Pablo, todos de Atlético. CON SUS HIJOS. Granero con Bastian, Giovanni y Juan Pablo, todos de Atlético.

- ¿Otro partido inolvidable que recuerdes?

- El clásico que le ganamos a San Martín con el gol de Gastón Stang. Siempre me lo acuerdo, los hinchas también. En lo personal, fue un festejo doble, porque ese día cumplí 100 partidos con la camiseta de Atlético.

-¿Cómo analizas el presente que está viviendo el club?

- Con una enorme alegría. Yo que estoy lejos a la distancia, no puede hacer otra cosa que asombrame de la actualidad que vive el club, porque sé que los logros deportivos de la última década, estuvieron acompañados por un crecimiento sostenido en lo institucional. Es emocionante ver el Monumental a pleno en cada partido, porque tengo la sensación que puse mi granito de arena para que se pueda estar viviendo este presente.

- Tras tu alejamiento del club, no se te vio nuevamente por el Monumental...

-Es verdad. Desde aquel momento que me fui, empecé a soñar volver al club y poder reencontrarme con esa gente que me dio tanto cariño en los años que estuve en Tucumán. Pensaba ir este año, pero esta cuarentena hizo que mis planes se tuvieran que postergar. Quiero ir a ver algún partido y para llevar a mi hijo Juan Pablo que tiene 14 años y también es volante pero más ofensivo que yo. Quiero que se pruebe en las inferiores.

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