“Se le ha sacado provecho al parate”

Antes de partir a Italia, Germán Fernández opinó sobre el presente y futuro del rugby argentino.

DESTREZAS. “Avanzamos mucho. Hoy cuesta encontrar un profesional argentino que vaya a disputar un duelo erguido”. prensa uar DESTREZAS. “Avanzamos mucho. Hoy cuesta encontrar un profesional argentino que vaya a disputar un duelo erguido”. prensa uar

El impacto de la partida de Gonzalo Quesada al rugby francés casi que dejó en un segundo plano otra baja muy importante que sufrió en las últimas semanas el equipo de trabajo de la UAR: la de Germán Fernández, cuyo nombre está casi ligado a la noción de “entrenador de destrezas”, pese a que ya desde hace dos años no venía desempeñando esa función, sino la de Director Nacional de Capacitación. El hombre de Olivos firmó un contrato de dos años para ser head coach de Viadana, club del Top 12 italiano, aunque aclara que su decisión fue anterior a este panorama de incertidumbre que atraviesa la estructura profesional de la UAR de cara a 2021.

“Tengo un amigo que está de director deportivo en Viadana, y siempre me decía que debía ir a dirigir allá. Se da que mi mujer habla bien el idioma por haber ido a colegio italiano, que mis hermanos más chicos viven en Europa y que quería darles a mis hijos la posibilidad de conocer otra forma de vivir. En dos años prefiero decir me equivoqué antes que no me animé”, argumenta Fernández,

Él entiende que esta situación tan particular de limitación que atraviesa el rugby a causa de la pandemia puede ser aprovechada. “Es más, para mí ya se le ha sacado mucho provecho, porque los clubes de todas las regiones han hecho cantidad de zooms con sus jugadores y viendo de forma teórica un montón de cuestiones que en el día a día nunca había tiempo para ver. Ni hablar de los entrenadores. Han mejorado mucho en la parte didáctica, en la información, en todo”, destaca.

“Ahora, tenemos que ser cautos al momento de volver. Lo peor que podemos hacer es querer volcar todo y generar un efecto embudo. Hay que saber dosificar, porque ahora lo que más quieren los chicos es jugar. Están desesperados. Algunos dirigentes temen por el tema de la deserción que va a provocar este parate, pero yo lo veo al revés: creo que los chicos van a tener más ganas de jugar que nunca”, opina.

Sobre la neblina que se cierne sobre el futuro del Súper Rugby y en especial sobre Jaguares, Fernández admite que no continuar en la competencia sería un golpe duro: “se va a perder la cotidianeidad de jugar con los mejores equipos del Hemisferio Sur, y la continuidad de los jugadores en entrenarse juntos, porque ya se fueron algunos y seguramente se vayan varios más. Se va a parecer mas a la epoca de ‘Tati’ (Santiago Phelan), cuando yo estaba como analista de video y tenía que buscar jugadores que estaban en diferentes ligas de Europa. En algunos casos era difícil conseguir los videos. Pero donde más vamos a perder, creo yo, es en el segundo escalafón de jugadores. Los que estén en Europa van a estar jugando otro tipo de rugby, pero al menos a gran nivel y con un buen nivel fisico. Pero para los otros, no es lo mismo jugar un Super Rugby que las otras opciones que hay, y que son de nivel inferior. Se va a perder en calidad de competencia, y eso es lo que te da nivel o no. Pero Argentina le va a encontrar la vuelta, seguro”.


Roles

Esta inserción de Argentina a la dinámica de trabajo que manejan las potencias profesionales ha tenido impacto en el juego, advierte Fernández. “Por ejemplo, cuando vino Graham (Henry, ex entrenador de los All Blacks, quien luego se desempeñó como asesor técnico de la UAR), se generó un boom de las destrezas. Lo cual fue muy bueno, pero que también fue medio pandémico, porque se empezó a entrenar sólo destrezas. Creo que de lo que se va a hablar mucho en esta nueva etapa es del juego sin pelota”, anticipa, antes de ampliar la idea. “Siempre digo que el mejor entrenador es el que logra que sus jugadores conozcan su rol en todo momento y en toda situación: si están con la pelota, cerca de la pelota, lejos de la pelota, en qué zona del campo, si hay inercia, si no la hay, si están atacando o defendiendo. Hay muchas variables, y por eso ese rol va cambiando todo el tiempo. No es fácil. Por eso, el entrenador que logra eso ha hecho un buen trabajo”, grafica.

En ese punto ve Fernández una de las claves del éxito de Nueva Zelanda. “Por ejemplo, muchos de sus tries no nacen de la estrategia, sino de saber resolver situaciones fortuitas. Tiene que ver con eso que digo de saber cuál es tu rol en cada situación de partido. Si mirás la Mitre 10 (campeonato nacional neozelandés), ves un rugby espectacular, con jugadores que quizás no son tan altos, tan fuertes o tan rápidos como los All Blacks, pero que son muy inteligentes, interpretan todo el tiempo. Y lo que nosotros le tratamos de enseñar al jugador que está sin pelota, eso de que debe ocupar el ancho de la cancha y mirar hacia adelante para detectar ventajas numéricas o de territorio, para ellos es una obviedad similar a respirar para no morir. Lo tienen muy incorporado, y mucho tiene que ver que la enseñanza fuerte de ellos es en los colegios. Siento que ellos ven las cosas antes que los demás y las explotan antes que los demás”, entiende.


A futuro

La incómoda situación actual de Jaguares es, para Fernández, la mejor prueba de lo necesario que es para Argentina el crecimiento del rugby sudamericano. “Si no crece la región, se nos va a complicar seguir creciendo nosotros. Lo bueno es que en las capacitaciones que estuvimos lanzando, Uruguay pidió meter a sus entrenadores. Y también nos llamaron de Chile y Brasil. Los demás países van a terminar copiando. Pero además de la capacitación, se necesita la competencia. Por eso creo que (la Superliga Americana) va a terminar siendo un gran campeonato, que les dará a muchos chicos que no son llamados a Jaguares o Pumas la oportunidad de ser profesionales cerca de su casa, sin tener que irse a alguna liga europea”, destaca.

El todavía entrenador de juveniles de Olivos enfatiza en la importancia que ha tomado la psicología y la comunicación en la capacitación de entrenadores. “Antes importaba sólo el conocimiento del rugby, pero hoy también importan otras cosas, como herramientas de comunicación o actitud. No es sólo lo que sabés, sino cómo lo transmitís”, explica, y se vale de Daniel Hourcade como ejemplo: “te contagiaba enseguida, porque estaba muy convencido de lo que quería. Él lo hacía por su personalidad y su experiencia, pero hoy eso forma parte del manual básico de un entrenador. Recuerdo que ‘Huevo’ les decía a los jugadores ustedes jueguen la pelota, anímense a jugar, que después si hay críticas, la cara la pongo yo, y así les generaba confianza. Eso es muy importante. Información disponible hay mucha, el que no se capacita es porque no quiere prender la computadora”.

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