Con críticas y chicanas, se refrendó el traspaso de las avenidas a Yerba Buena

La Perón y la Solano Vera ya no son rutas.

TRAZA ANGOSTA. Los ediles marcaron que la Provincia no ensanchó Solano Vera hasta San Pablo, a pesar del crecimiento del caudal vehicular. la gaceta / foto ANTONIO FERRONI TRAZA ANGOSTA. Los ediles marcaron que la Provincia no ensanchó Solano Vera hasta San Pablo, a pesar del crecimiento del caudal vehicular. la gaceta / foto ANTONIO FERRONI

De manera unánime, el Concejo Deliberante de Yerba Buena refrendó ayer el acuerdo que firmó el intendente Mariano Campero con la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) para que las avenidas Perón y Solano Vera, dos arterias cruciales de la ciudad, dejen de ser consideradas rutas y pasen a la órbita municipal. Y aunque hubo acompañamiento pleno en la votación, afloraron los planteos por estado en que se reciben estos caminos de parte de opositores y aliados. Tanto es así que se resolvió enviar una exhortación a la oficina que conduce Ricardo Abad para que el traspaso se haga con las reparaciones pertinentes, especialmente en el camino que une San Pablo con la “Ciudad Jardín”.

Los reclamos se concentraron principalmente en los 1.100 metros que tiene la Solano Vera desde la “plaza vieja” hasta el camino de sirga. Este tramo, a diferencia del trayecto hasta la avenida Aconquija, tiene un hormigón viejo y angosto, de apenas unos seis metros de ancho.

El peronista Héctor Aguirre coincidió en que las avenidas deben ser de la Municipalidad, pero fue el más crítico por las condiciones en se reciben los caminos. “Nos están regalando una camisa, pero con el cuello gastado. Nos están regalando unas zapatillas, pero con un agujero en la planta. Es una falta de gestión del Ejecutivo para que a la Solano Vera la entreguen en condiciones; lamento que tengamos que recibir la Solano Vera en la condiciones que Vialidad nos impone”, cuestionó. Además reprochó el mal estado de algunas calles, y deslizó que la prisa por el traspaso sería por intereses de empresas privadas.

Alejandro Sangenis, que llegó a la banca por el espacio Hacemos Tucumán, dijo que tenía una sensación agridulce. Lamentó las muertes que hubo en estas arterias por falta de obras entre 2003 y 2015, al tiempo que pidió felicitar a Campero y a Abad por el convenio alcanzado. A su vez, fue muy crítico con el gobernador Juan Manzur por elegir vivir en Yerba Buena pero -dijo- no beneficiar a la ciudad con obras. “No nos llega nada desde el Gobierno provincial”, lanzó.

El edil oficialista Marcelo Rojas reprendió que en tantos años la Provincia no haya ampliado la avenida Solano Vera a pesar del fuerte caudal vehicular. “Acá debe vivir el 80% de los políticos que se presenta para otras municipalidades; sin embargo Yerba Buena está siempre olvidada. Porque siendo provincial Solano Vera, no puedo creer que nadie haya dicho de ampliarla; es una vergüenza”, dijo. Además, se comprometió a registrar cómo se recibe la avenida para que no se le reproche eso al municipio.

Rodolfo Aranda, presidente del Concejo, respondió a los embates del peronismo contra la gestión actual y recordó que denunció penalmente al ex intendente Daniel Toledo por presunta defraudación de Estado.

El peronista Marcelo Albaca respaldó la gestión de Manzur; marcó que la Provincia ayuda al Municipio para el pago de salarios y que también se financiará la ciclovía. Respecto del traspaso, lo celebró pero reconoció que es “una camisa con cuello roto” e impulsó la resolución para que la DPV repare las avenidas.

El camperista José Macome, presidente de la comisión de Obras Públicas, señaló que hace tiempo las avenidas deberían haber sido transferidas al municipio. “La falta de gestión fue de intendencias anteriores. Estamos acusando de falta de gestión a alguien que lo está realizando en este momento”, expresó y pidió dejar de lado los discursos políticos en el debate. Afirmó también que en varias ocasiones no les autorizaron trabajos al municipio, pero tampoco los realizó la Provincia.

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