“Hacen tarea de inteligencia; no llegan así de casualidad”

02 Julio 2020

Los productores y los pobladores habían manifestado en cada oportunidad que en el campo se había perdido la paz debido a la inseguridad. Que esos días de tranquilidad que caracterizaba la vida allí, en las casonas, habían quedado atrás. “Se rompió, eso no existe ya”, había dicho Osvaldo Martín, presidente de la organización Apronor, en la última movilización en la capital.

Tras el crimen de José “Pepe” Porcel, de 80 años, en La Ramada de Abajo el delito dejó de ser la sustracción de un chancho o de una bicicleta al paso. En la zona aseguran que se transformó en una tarea de “inteligencia”, inclusive, con la ayuda posibles informantes. “En el campo, la gente todavía es inocente y hay espíritu de solidaridad. Mi familia vive ahí y ha auxiliado innumerable veces a personas, sea porque se les había pinchado o roto la rueda del vehículo en la ruta. Ahora, ya no se puede hacer más esto”, consideró Roberto Palomo, también de la Asociación de Productores. “Hacen tarea de inteligencia; no llegan así de casualidad. Averiguan la forma vida de los ocupantes, si tienen armas o no, para luego entrar a las casas y concretar el robo”, añadió.

El dirigente asimiló esta metodología delictiva con el homicidio del agricultor, ocurrido el viernes pasado. “Le apuntaron a él porque sabían que era vulnerable. A tranquera abierta, recibía a cualquiera. Era un hombre confiado. No era ostentoso, con vehículos caros o una vivienda lujosa. Tenía una camionetita Chevrolet modelo 77. Podrían haber sabido algún dato. Porcel no le había hecho daño a nadie, no tenía problemas ni enemigos. Todo esto nos hace pensar que el único objetivo era robarle tras reunir datos”, enfatizó.

Porcel llegó a reconocer al hombre que lo “abordó”. “Él llegó a decirle ‘hijo de p…, vos sos fulano’, según cuenta la mujer. Ahí hubo un forcejo y le dispararon”, reafirmó Palomo. “Habrán averiguado que tenía cachorros. Uno no llega de la nada a una casa, ubicada en medio del campo, a buscar un cachorro. Hubo una tarea de inteligencia previa, ya que nadie se larga recorrer 40 kilómetros hasta el campo para buscar un perro”, dijo.

Sobre los allanamientos de ayer, apuntó: “es lamentable que se deba juntar una comunidad para que se esclarezca un crimen. Hay gente que pasa años peregrinando para que avance su causa”.

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