La grieta pide a gritos un acuerdo social

El tercer estudio de la Unsta sobre el impacto de la pandemia devela el pesimismo que impera en la sociedad.

La grieta pide a gritos un acuerdo social

Cansancio, preocupación e incertidumbre impregnan el clima social en la cima de la pandemia. A más de tres meses de las medidas adoptadas por el Gobierno nacional para prevenir los contagios, el pesimismo invade a los tucumanos, según la tercera encuesta sociológica de la Unsta. Salvo por haber estado más tiempo con la familia (el 65% de los consultados compartió más tiempo de calidad), el 97% avisora un horizonte negativo en la economía personal y del país.

El estudio revela que el 66% piensa que la pandemia no hizo más que agravar una situación ya existente en el país”. Es más, el 46% ni siquiera registra la covid-19 como “un factor de gravedad” en este momento. El 54,8% de los consultados no está de acuerdo con las medidas de prevención tomadas por el Gobierno nacional, aún cuando el 75% ya está en etapa de distanciamiento social y sólo el 25% queda en aislamiento total. La muestra alcanzó a 613 personas consultadas por redes sociales, entre el 4 al 7 de julio.

“En el mundo se observa incertidumbre en relación al desarrollo de la pandemia. Pero en Argentina, debido a la ausencia de políticas de estado claras, se suman otras tensiones e incertidumbre”, opina el psicólogo Francisco Viejobueno, autor del trabajo junto al abogado Luis Britos. Ambos son docentes de la cátedra de Sociología de la carrera de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Salud. En el trabajo de docentes y alumnos también colaboró la licenciada Irene Gutiérrez de la Cátedra de Antropología Socio Cultural.

La pandemia atraviesa a la sociedad y a la familia. Sin embargo, los consultados reconocen que hubo más comunicación familiar. Lo que Gutiérrez se pregunta es si ello se debió a la convivencia sostenida a causa de la cuarentena, o al uso de tecnologías para subsanar la distancia con los seres queridos. Sin embargo entiende que “la naturaleza social del ser humano conduce a la necesidad del contacto” y este aspecto “estuvo presente en todas las encuestas realizadas por la Cátedra de Sociología y las de otros organismos”, resalta.

Viejobueno concluye que la generación del bicentenario parece ser “una generación empobrecida y de baja calidad educativa en medio de un contexto de crisis complejo”. Por ello propone “un acuerdo social, el armado de un plan estratégico acompañado de políticas de estado y de una agenda que convoque a todos los sectores y cuerpos de la sociedad. La solución a la crisis que atravesamos como sociedad tendrá que venir - concluye- por el camino del diálogo y de la unidad en la diversidad”.

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