Hace 50 años: 23 de julio de 1970

NO HABRÍA MUERTO EN TIMOTE  

Un vocero policial dijo que las pericias realizadas en la quinta “La Celma” de Timote (Carlos Tejedor) indicarían que el asesinato de Aramburu se habría perpetrado en otro lugar y no en ese establecimiento, donde se encontró el cadáver. No se habrían encontrado rastros de sangre ni impactos de proyectiles, cápsulas servidas ni otros elementos que indicaran que el crimen se cometió en ese lugar. Según las pericias, el deceso dataría de 45 días al momento en que fue hallado el cadáver, lo que ubicaría la fecha del crimen en aproximadamente el 1 de junio, que coincide con el comunicado número cuatro de los “Montoneros”, que decía que ese día había sido “ejecutado” el ex presidente de facto. Los más firmes sospechosos son: Mario E. Firmenich, Fernando Luis Abal Medina, Carlos Gustavo Ramus y Carlos Capuano Martínez.

BUSCAN A FALASCHI  

La investigación de las etapas finales del crimen de Pedro E. Aramburu está relacionada on el éxito en la búsqueda de los prófugos que en última instancia secuestraron a la víctima, dijo la Policía Federal. Se informó que se procura, con intercepciones en las rutas hacia el sur del país, la detención del abogado Carlos Falaschi, propietario de una quinta en González Catán, quien estaría implicado en el asesinato. Durante el allanamiento de su quinta, donde “con toda seguridad estuvieron alojados los secuestradores” se encontraron granadas, cerca de medio millón de  pesos, los negativos de un comunicado de “Montoneros”, y dos pistolas: una proveniente del asalto al Destacamento 7 de policía y otra robada a un agente consignado en la embajada de Filipinas.

LIBERARON GUERRILLEROS

El penúltimo capítulo del secuestro ocurrido en Bolivia terminó en la ciudad chilena de Arica, dejando en el gobierno una idea de impotencia respecto a futuras acciones de este tipo. Partieron a ese puerto 10 elementos del “Ejército de Liberación Nacional” (ELN). Pero el último capítulo, el de la liberación de los dos ciudadanos alemanes secuestrados, todavía no ha sido escrito. Eugen Shulhaser y Gunter Lerch son técnicos de una empresa norteamericana y el ELN amenazó con matarlos si el gobierno boliviano no liberaba a los 10 presos. El sacerdote jesuita José Erats cumplió la misión que le encomendaron los guerrilleros: dar fe pública a través de un mensaje en cadena radial de haber visto partir a los hasta hace poco prisioneros en la cárcel de San Pedro de La Paz.

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