Todo es historia: el hipódromo de Tucumán, un lujo para la ciudad

Casi todas las grandes ciudades cuentan con un hipódromo. Belmont Park en Nueva York, Gulfstream Park en Miami, Longchamp en París, La Gávea en Río de Janeiro, La Zarzuela en Madrid, Maroñas en Montevideo, Monterrico en Lima y el Club Hípico en Santiago de Chile son algunos de los más destacados. En Buenos Aires sobresalen Palermo y San Isidro. Tucumán tiene desde el 2 de agosto de 1942 el principal hipódromo de la región y uno de los más prestigiosos del interior del país. Está ubicado a sólo 20 cuadras de la plaza Independencia y a 500 metros de la nueva Terminal de Ómnibus.

“La construcción del hipódromo tenía hace más de 30 años la aprobación de las autoridades nacional y provincial, pues en el plano del parque 9 de Julio proyectado por el ingeniero Charles Thays figura el hipódromo como complemento necesario del mismo. Posteriormente, en abril de 1927, el Poder Ejecutivo dio un decreto autorizando a la Comisión Administradora a construirlo. En julio de 1930 se aprueba una ley concediendo al Centro Social Sportivo Jockey Club el uso de los terrenos del parque destinados a hipódromo, debiendo ajustarse en un todo a los términos del decreto. Por ley, en diciembre de 1936 se faculta a la Comisión a construir y explotar un hipódromo en los terrenos del mismo”, contó Tomas Chueca en agosto de 1942.

El entonces ministro de Hacienda estuvo en la inauguración junto al gobernador Miguel Critto el día que se disputaron cuatro competencias. La prueba más importante fue el Premio “Congreso de Tucumán”, que se corrió sobre 1.500 metros y tuvo como vencedor a Corococó. Los otros tres cotejos tuvieron como ganadores a No Griten, Amigazo y Paisana.

La construcción del circo hípico fue aprobada en agosto de 1939 y recién en septiembre de 1940 se arrancó con la propuesta del arquitecto Jaime Roca, que finalizó en diciembre de 1941. A partir de ese momento el hipódromo pasó por diferentes etapas y desde hace 20 años se convirtió en uno de los más importantes de la Argentina. “Nuestro hipódromo se encuentra en un lugar estratégico de la ciudad y es por eso que el predio se utiliza para varias actividades y no sólo para el turf. Cuenta con una infraestructura ideal para la realización de eventos importantes. Tiene tribunas de primer nivel, confiterías, estacionamiento propio y un lugar abierto como el óvalo. Además es de fácil acceso y está muy cerca del centro. Es el único con estas características en nuestra provincia”, señaló Rubén Moisello, delegado de la actividad hípica y representante de la Caja Popular de Ahorros, que se encarga de la administración del hipódromo.

“Siempre digo que es la mejor extensión que tiene el parque 9 de Julio. Contamos con grandes espacios al aire libre que permiten que durante las jornadas turfística la familia pueda disfrutar a pleno, con un gran nivel de seguridad y con todas las comodidades. El hipódromo tiene un gran potencial. Mi sueño es que algún día se pueda realizar un gran centro de entretenimiento, con un hotel y un centro de convenciones”, expresó Moisello.

En el predio de 55 héctareas del hipódromo, además de funcionar las carreras de caballos, actualmente está La Vidalita, una fundación que se dedica a la equinoterapia, y la Escuela de Equitación del Jockey Club de Tucumán, que cuenta con dos pistas de saltos (una de arena y otra de césped). “Acá se llevan a cabo múltiples actividades. Hasta el fin de semana pasado, antes del avance de la pandemia en nuestra provincia, funcionó con gran éxito el autocine. Además para este año teníamos prevista la presentación del grupo La Renga. Los organizadores estimaban convocar 200.000 personas. En 2016 se realizó el Congreso Eucarístico Nacional y varias veces estuvo el vivac del Rally Dakar. También se desarrollaron grandes actos políticos, estuvieron distintos Presidentes de la Argentina. Insisto que todo esto es posible gracias a las comodidades que tienen las instalaciones. Cuentan con todos los servicios necesarios para que se desarrollen eventos de gran magnitud”, comentó Moisello.

En lo estríctamente turfístico, el Gran Premio “Batalla de Tucumán”, que se corre todos los 24 de septiembre, es una de las competencias más importantes del interior y todos los años convoca a destacados jinetes y caballos de diferentes provincias.