“Repudiamos todo hecho de violencia que se ejerza en contra del personal de salud y también cuestionamos que la institución no asegure la integridad física de sus trabajadores”, aseveró la médica Adriana Bueno, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la salud (Sitas), en relación al ataque que sufrieron algunos médicos del Hospital de Niños en el último mes.
Según explicó, el estado de salud de un paciente que se complicó luego de un procedimiento habría generado una reacción violenta por parte de algunos familiares. “Nada habilita a la gente a tener estas reacciones y que nosotros tengamos que trabajar bajo amenazas de muerte y patotas que creen que quienes intentan mejorar la salud de ese niño son los responsables de su estado. Hay un campamento montado afuera del Hospital de Niños, no se puede trabajar bajo esa presión”, señaló.
“Se intenta mejorar la salud de la gente, a veces se logra y a veces no. Siempre nos comprometemos a hacer el mejor trabajo, pero nadie puede garantizar un resultado en salud, de hecho eso está prohibido en nuestro código de ética”, resaltó Bueno, que se mostró preocupada por el ataque que sufrió una profesional de la salud el jueves debido a esta circunstancia. “Nos quita toda tranquilidad esta situación, el intento de agresión física a una médica fue terrible. Estamos librados a que cualquiera nos agreda entonces. Hay una reacción complaciente por parte del Hospital”, agregó.
Bueno detalló que el viernes se planteó el traslado del paciente, pero hasta el momento no tuvo lugar esa opción. “Lo que ocurre es que esto es perjudicial para el niño también, nadie va a querer intervenir por miedo”, complementó. También reiteró que si los padres consideran que no hubo un procedimiento correcto, que acudan y confíen en los tribunales: “si los resultados no son los indicados, la Justicia dispondrá. Pero no podemos sufrir amenazas de ‘justicia por mano propia’”.
“Hay una violencia social creciente y generalizada”, consideró. Además recordó otros casos similares que sufrieron durante la pandemia: “desde mayo no se envió leche a los hospitales, donde hay casos niños desnutridos, pero las represalias caen sobre los médicos y enfermeros porque somos los primeros en estar en contacto con la gente”.
Fuentes del hospital de Niños indicaron que serían 10 personas las que vienen hostigando al personal en general. “Exigimos la aplicación de la Ley provincial 9.010, que se aprobó debido a las agresiones que sufren los profesionales de la salud y los docentes, y que advierte que en casos in fraganti, los agresores tienen que ser detenidos inmediatamente. Eso tendría que haber pasado con quienes atacaron a los residentes”.
Respuestas oficiales
La directora del Hospital de Niños, Cristina Alabarse, le explicó a LA GACETA que por una circunstancia personal de salud no había podido responder el viernes a las consultas de este diario. Por otro lado, indicó que ante la sucesión de hechos de público conocimiento, las autoridades del centro asistencial presentarán un parte de prensa durante la semana expresándose sobre la delicada situación.
“La gente por ahí está más agresiva o impaciente, pero estas son cuestiones puntuales que se dan a nivel hospitalario. La Policía siempre está a disposición en los destacamentos policiales, como así también las veces que se necesitó reforzar la seguridad de los hospitales. Siempre hubo un trabajo coordinado con esa fuerza de seguridad. Además hay hospitales que tienen una parte de seguridad privada que hacen un trabajo de prevención muy importante”, explicó una fuente del ministerio de Salud, que conduce Rossana Chahla. “Hay que trabajar muchas veces en la contención de los familiares que se ponen nerviosos ante determinadas situaciones. Hay que entender también que el personal muchas veces está trabajando en urgencias”, agregó el funcionario.
Otro caso
Adriana Bueno remarcó que el jueves el director del hospital de Simoca, Alfredo Medina, fue interceptado y amenazado por el delegado comunal de Monteagudo, Alberto Elías, cuando se dirigía a asistir a gente de la localidad Palomino (Simoca). “Hay violencia por parte de la sociedad y por parte de algunos representantes también”, lamentó Bueno. A través de un comunicado titulado: “el día más antidemocrático de la pandemia”, el Cuerpo Médico y la Comunidad Hospitalaria de Simoca, también reflejó su repudio y malestar por esa situación.
Silencio
Preocupación por la instalación de la carpa en la plaza
“Nos preocupa que la gente esté ahí todo el tiempo. Sabemos que están reclamando algo, pero alguna respuesta le tendrían que dar”, dijo María Laura Pereyra, una mujer que tiene internado a su hijo desde hace varias semanas. LA GACETA intentó entrevistar a los familiares del menor, pero la persona que se encontraba en el lugar dijo que, al no ser un pariente directo, no podía decir mucho. “Lo único que te puedo comentar es que todo el mundo dice muchas cosas de nosotros que no son ciertas. Estamos aquí por una mala praxis y no nos vamos a ir hasta que nos den una respuesta”, indicó la mujer, que prefirió no identificarse.
Camuflado
El Sitas rechaza la petición para que los médicos no usen ambo
Las autoridades del Hospital les habían recomendado a los residentes que, para evitar que se los identifique y que se generen nuevos hechos de violencia, no usar ambos. “Está mal ¿ahora tenemos que ocultar nuestra condición de médicos, de la cual estamos orgullosos? Hay que apartar a los violentos de la sociedad, no pedirles a los médicos que anden camuflados. El problema es cuando no atendés a los violentos y te dicen que somos unos insensibles, los que dirigen la institución no están a la altura de las circunstancias”, dijo Adriana Bueno.