El pueblo tucumano merece saber por qué las cabezas de la organización judicial nombraron y promovieron a sus descendientes en las instituciones que dirigen, según el diputado nacional José Cano (Juntos por el Cambio). “Las autoridades deben explicar sus actos nepotistas. Esas explicaciones deben justificar por qué los hijos de los vocales Claudia Sbdar, Daniel Posse y Antonio Daniel Estofán lograron acceder a designaciones discrecionales en el propio ámbito de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán con retribuciones mensuales de 200 o 300 mil pesos”, manifestó el dirigente en una declaración titulada “La puerta de atrás del Palacio”. Las manifestaciones fueron remitidas un día antes de que trascendiera que Washington Navarro Dávila, ministro público de la Defensa, había ascendido a su hija, Magdalena Navarro Vitar, dos veces en el plazo de casi ocho meses (se informa por separado).
Cano afirmó que las conductas de las cabezas de la Justicia respecto de sus parientes expresaban “una decadencia institucional” que no debía ser naturalizada. “Los altos magistrados deben explicar a la sociedad cómo es que en el Palacio de Justicia pareciera residir un sistema de hijos y de entenados: riguroso concurso para estos y designaciones discrecionales para aquellos. Deben dar explicaciones también sobre los nombramientos directos registrados en la Justicia de Paz y la Junta Electoral actualmente abarrotados de agentes”, opinó el diputado. Y añadió que reclamaba una reflexión porque el Poder Judicial debía garantizar la vigencia del principio constitucional de la igualdad. “El desempeño de la magistratura impone el deber de extremar el decoro por sobre cualquier compromiso e interés particular o familiar”, dijo. Cano recordó que los jueces hablaban tanto por sus sentencias como por sus acciones. “Como expresa la Biblia, por sus frutos los conoceréis”, advirtió.
El 22 de julio, los vocales Estofán, Posse, Daniel Leiva y Eleonora Rodríguez Campos oficializaron el ascenso interino de la hija de Sbdar, Lucila Bercovich, como relatora del segundo. La funcionaria Bercovich es la cuarta descendiente de un miembro en funciones del tribunal que llega a ese cuerpo mediante una decisión discrecional. En forma previa, Facundo Posse se había sumado como secretario privado de su padre y la abogada María Marta Estofán había sido nombrada relatora de su progenitor. En el ínterin, Juan Pablo Estofán, hermano de la relatora, pasó, por medio de otra decisión de la Corte, a la Dirección de Sistemas de la Justicia. Originariamente, Juan Pablo Estofán se había sumado por una designación discrecional a la Junta Electoral. En el ámbito de la Corte, los vocales se abstuvieron de rubricar las decisiones atinentes a su progenie.
“El sistema está podrido”
El legislador José María Canelada (UCR) dijo ayer que “quienes encabezan el Poder Judicial parecen empecinados en destruirlo”. “Que el ministro de la Defensa (Washington Navarro Dávila) ascienda a su hija (Magdalena Navarro Vitar) es otra irritante página del nepotismo y de la arbitrariedad que se han apoderado de los Tribunales tucumanos. No tienen vergüenza los que deberían ser ejemplo de conducta”, cuestionó. Canelada recordó que a finales del mes pasado había trascendido que los hijos de tres vocales trabajaban en la Corte Suprema de Justicia provincial. “Conocida es la avidez de la familia del ministro público fiscal (Edmundo Jiménez) para ocupar cargos clave en la estructura judicial. Ahora le toca el turno a Navarro Dávila. El sistema está podrido: esto no sucedería si Tucumán tuviese una ley de ética pública”, opinó en un parte de prensa.