La pandemia prácticamente no está dejando margen para que la política tenga el protagonismo habitual en un año preelectoral. La dirigencia, sin embargo, sigue con un ojo la situación sanitaria y con el otro, cómo se van moviendo lentamente las fichas para la renovación parcial del Congreso de la Nación en 2021. Afirman que el resultado será clave para diseñar el plato fuerte: las elecciones provinciales de 2023.

Hay tres grandes asuntos que están entrelazados y que preocupan particularmente por estos días a los miembros de la clase política local, tanto del oficialismo como de la oposición.

La gestión de la pandemia es el tema principal y urgente. Al comienzo de la crisis sanitaria, los criterios entre diversos sectores no distaban demasiado y había un relativo acuerdo en los ámbitos nacional y provincial. Las posturas y determinaciones del Presidente, Alberto Fernández, y del gobernador, Juan Manzur, estaban apoyadas por los sectores más amplios de la oposición. La figura del mandatario provincial, médico sanitarista y ex ministro nacional de Salud, fue ponderada en otros distritos. Con el paso de los meses, surgieron cuestionamientos puertas adentro y afuera en los oficialismos que están a la cabeza de las decisiones. La discusión más recurrente fue sobre el grado adecuado de flexibilización de actividades.

Particularmente en Tucumán, hay intendentes que renegaron desde el primer momento por los permisos que se otorgaron a distintas actividades económicas y sociales. Consideran que el Comité Operativo de Emergencias (COE), formado especialmente para definir medidas para evitar el avance de la enfermedad de covid-19, cedió demasiado pronto a las presiones de sectores productivos. No sólo apuntaron a los permisos y los controles, sino también a que hubo sectores que no cumplieron con los compromisos y protocolos que habían presentado ante las autoridades. Subrayaron que esto se sumó a que una porción de la sociedad se relajó demasiado en cuanto a las medidas de prevención. Inclusive la Legislatura, con Osvaldo Jaldo al mando, tuvo una postura más dura y sancionó el cierre de los límites provinciales hasta septiembre, con la posibilidad de que el plazo sea prorrogado.

Desde el Comité reconocen las presiones, porque han sido en privado y en público, pero enmarcan las aperturas en una realidad económica y social sumamente complicada. La tensión entre la necesidad de trabajar y la de preservar la salud marcó los debates internos y las sucesivas reuniones. Intendentes y comisionados emplearon las potestades para administrar la cuarentena y fueron endureciendo pautas, sobre todo cuando comenzaron a multiplicarse los casos. La Provincia siguió de cerca y acompañó las decisiones particulares.

Parte de la oposición, sobre todo los sectores relacionados con Juntos por el Cambio, promueven que las aperturas continúen, para que los bolsillos de aquellos afectados por el parate de los primeros meses de aislamiento puedan recuperarse.

Las condiciones cambiaron drásticamente en Tucumán por el número de contagios y todo apunta a que las disposiciones cambiarán semana a semana, dependiendo de qué suceda con el virus.

La economía es medular en la toma de decisiones y lo seguirá siendo. A la dirigencia la desvela el curso de las cuentas públicas. El aumento del trabajo en negro, de la desocupación y de la pobreza es alarmante y las proyecciones para lo que viene no son mejores. Desde el COE comentan extraoficialmente que condicionará la suspensión de actividades.

Las gestiones de Manzur en la Nación se multiplican y se espera que en las próximas semanas comiencen a concretarse algunas obras prometidas en el interior y el Gran San Miguel. En la Provincia apuestan a este tipo de trabajos para acercar recursos y empleo a pueblos y ciudades. Los emprendimientos productivos también tienen un lugar de privilegio en la mirada estatal y esperan poder potenciarlos.

Las cuestiones políticas están relegadas, pero presentes ¿Qué preocupa al oficialismo? ¿Qué a la oposición? A ambos, prácticamente lo mismo. Cómo sigue la gestión después de la pandemia y cómo continúan las internas y las definiciones de los liderazgos. Oficialismo y oposición miran con atención cada movimiento del intendente de la capital, Germán Alfaro, y él lo sabe. Saben que puede llegar a ser una figura clave para las parlamentarias del año próximo y las provinciales. La gestión de la pandemia, la economía y las internas se entrecruzan y marcan el ritmo de las preocupaciones de los dirigentes.

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