Por Gustavo Rodríguez
23 Agosto 2020
ALLANAMIENTOS. La fiscala Giannoni dirigió el operativo en el que fueron detenidos integrantes de una banda.
“El campo se ha transformado en un terreno fértil para las bandas de asaltantes. En las zonas rurales encontraron el lugar ideal para cometer sus ilícitos. Los ataques se producen en lugares alejados, donde no hay mucha gente y no existen cámaras de seguridad”, aseguró Roberto Palomo, presidente de la Asociación de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte (Apronor). Las estadísticas le dan la razón.
En 10 meses, seis trabajadores del campo fueron asesinados en asaltos. Los homicidios en ocasión de robo son las manchas rojas en cualquier estadística sobre seguridad. Y Tucumán, por estos crímenes, sería uno de los distritos donde más hechos de estas características se habrían producido. “Si bien no tenemos las cifras oficiales, creemos que es así. Estaríamos superando a provincias como Buenos Aires y Santa Fe, en las que hay muchos más productores y son muchísimo más extensas”, sostiene Pablo Iramain, representante del Comité de Seguridad de la Sociedad Rural Argentina.
La fiscala Adriana Giannoni, que investigó los hechos, descubrió que dos bandas están detrás de cinco de los seis crímenes que se produjeron en las zonas rurales. Son organizaciones delictivas integradas por entre seis y ocho personas que se dedican a cometer diferentes delitos, entre ellos, asaltar a productores rurales. Tendrían un mismo modus operandi: tener un informante que aporta el dato, realizar tareas de inteligencia y, por último, atacar a la víctima de noche.
Atando cabos
El 26 de junio, el productor José “Pepe” Porcel fue asesinado durante un robo. Minutos después, la Policía detuvo a dos sospechosos que habían sufrido un accidente luego de haber participado en el hecho. Los agentes de la división Homicidios, al mando de los comisarios Jorge Dib, Diego Bernachi y Juana Estequiño, fueron atando cabos y lograron la detención de otras siete personas acusadas de participar en el homicidio.
Giannoni encontró similitudes en ese hecho con los crímenes de Antonio Gómez, ocurrido el 15 de noviembre en La Marta, y de Fiorentino Gómez, registrado el 2 de enero pasado.
EN LA ESCENA. Los peritos trabajan en el domicilio donde mataron al productor Antonio Acosta.
Ordenó que se tomaran muestras de ADN a los nueve sospechosos. Días atrás recibió los informes: los perfiles genéticos de al menos cuatro imputados eran compatibles con las muestras recolectadas de un pañuelo de la Marta y de botellas en Tala Pozo. En este último caso, el prosecretario Marcelo Sallas logró sumar otra prueba categórica. A Antonio Gómez le habían robado su celular y uno de los atacantes colocó su chip en el aparato, por lo que fue ubicado rápidamente.
La fiscala ya les imputó dos de los tres homicidios a los integrantes de esta banda. No pudo terminar de hacerlo con los sospechosos del caso de La Marta por un problema técnico. El médico forense dijo en su informe que la muerte de Antonio Gómez no había sido de causas violentas. Por ese motivo, para evitar que no cayera la causa, a través de una junta médica, se determinó que sí había asesinado. El profesional que realizó el estudio fue el mismo que analizó las causas de la muerte de Walter Ceferino Nadal.
El viernes fue asesinado en su campo Antonio “Tono” Acosta cuando una banda de asaltantes intentó asaltarlo en su casa de San Antonio, ubicada a unos 10 kilómetros de Villa de Leales. En el hecho, también murió Luis “Chupete” Cardozo, uno de los atacantes, los cuales ya fueron identificados y están siendo buscados.
La fiscala afirma que tiene indicios para sospechar que este grupo fue el mismo que mató a Américo Ferreyra en un intento de asalto ocurrido el 15 de octubre en Río Colorado. Los testigos de ambos casos dijeron que los asaltantes se movilizaban en un auto rojo. “Chupete”, según confirmaron fuentes policiales y judiciales, tenía una pistola calibre 11.25, el mismo calibre del arma con la que fue ultimado el productor el año pasado. Además, en las escenas de ambos crímenes, se tomaron muestras para realizar pericias genéticas.
Cambio de hábitos
Los ruralistas se mostraron complacidos por el avance de las investigaciones de la Justicia, pero aclararon que pese a ello, el espanto y la preocupación de los productores van en aumento. “La situación es grave. Estamos hablando con nuestros asociados para que tengan mucho cuidado. Hemos observado que, por miedo, la gente de campo ha dejado de ser hospitalaria. Ya no atienden a cualquiera para brindar ayuda”, indicó Palomo.
“El mayor temor que tenemos es que la gente comience a defenderse. Todos los productores en su casa tienen un rifle o una escopeta para matar a los animales salvajes que atacan sus establecimientos. Ahora por miedo, los que no tenían comenzaron a comprar y, los que cuentan con ellas, la tienen a la par de la cama para defenderse”, agregó el dirigente a Apronor.
El titular de la Sociedad Rural de Tucumán, Sebastián Murga, coincidió con su colega, aunque agregó: “la responsabilidad de los políticos y de los dirigentes es llevar tranquilidad a las zonas rurales. Es difícil, porque realmente estamos desamparados. Los productores y sus familias y hasta los mismos trabajadores tienen miedo. Hay que tomar el tema muy en serio para que esto no se agrave más. Ya no se necesitan reuniones, sino acciones concretas”.
El modus operandi
1. Las bandas integradas por entre seis y ocho personas que se dedican a cometer diferentes actividades ilícitas.
2. Los grupos se caracterizaban por conseguir informantes que les aportaban datos para poder concretar los asaltos.
3. Según la Justicia, antes de cometer el atraco, realizaban tareas de inteligencia para planificar el asalto que cometerían.
4. Los integrantes de las bandas cuentan con antecedentes y varios de ellos esperaban ser enjuiciados por numerosos hechos.
Ecos del crimen: la Sociedad Rural Argentina se solidarizó con los productores de la provincia
“Hasta cuándo, es la pregunta que nos hacemos, y que replicamos a las autoridades políticas responsables de nuestra inseguridad, que por su falta de eficiencia y su negligencia limitan de tan cruenta manera nuestra capacidad productiva”, reprocharon los representantes de la Sociedad Rural Argentina en un comunicado de prensa. “La familia rural tucumana continúa de luto, y los productores agropecuarios argentinos también, cada vez que un servidor de la Patria que cultiva este suelo sagrado es víctima de la delincuencia”, señala el texto firmado por Pablo Iramain y por Héctor Horacio Hernández Vieyra, del Comité de Seguridad Rural de la institución.
La postura de la SRT: “no queremos más reuniones, queremos colaborar para encontrar soluciones”
“Uno de los principales problemas que hay es la falta de conectividad en muchas zonas rurales. Eso impide que los productores puedan pedir ayuda o activar un plan de protocolo”, aseguró el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán. El dirigente aclaró que “no queremos más reuniones, sino que queremos colaborar para encontrar las soluciones a los problemas que venimos planteando desde hace bastante tiempo”. “Insisto, no criticamos a la Policía porque hacen más de lo que pueden hacer. El Gobierno debe dar respuesta a la sociedad y, si no lo hace, estamos dispuestos a hacernos escuchar en la Nación”, concluyó.
Los planteos de los ruralistas
- Solicitaron que se le entregue mayores recursos logísticos y humanos a la Policía para que pueda realizar mejor sus tareas.
- A la Justicia le piden que se aceleren los juicios en contra de las personas que cometen ilícitos y que quedan en libertad porque no enfrentan un tribunal.
- Instar al Gobierno a que acelere las gestiones para que haya mejor conectividad en algunas zonas rurales que no pueden comunicarse con nadie cuando sufren algún problema o son víctimas de hechos de inseguridad.
- Que el Ministerio de Seguridad elabore un plan concreto para luchar contra la inseguridad en las zonas rurales y a nivel general. Los productores afirman que están decididos a llevar sus quejas hasta el Ministerio de Seguridad de la Nación.
Temas
Inseguridad
Lo más popular
