La pandemia por la covid-19 pegó fuerte. En Atlético y en cualquier club de fútbol de nuestro país. Mario Leito ya le había dicho a LA GACETA que sin las recaudaciones de los partidos que el equipo debería haber jugado este año, el club terminó perdiendo $ 30 millones. Toda una cifra para los tiempos que corren. Sin embargo, el mismo presidente “decano” aclaró que los ahorros que tenía la institución le habían servido para capear el temporal. Ahorros que vinieron de su participación en las copas internacionales y de los jugadores que vendió en el último año y medio.
Miguel Abbondándolo, vicepresidente “decano”, habló con LG Deportiva y dio detalles de las operaciones que realizó Atlético desde comienzos de 2019 y que le representaron al club ganancias por más de U$S 2 millones. Es decir, entre lo que pagaron por esos jugadores y lo que cobraron luego por venderlos. Una excelente noticia que se encolumna detrás de las palabras de Leito desde hace un tiempo: “Atlético se ha convertido en un club vendedor”.
Los primeros en irse en ese período fueron Guillermo Acosta y Luis Rodríguez. El “Bebé” fue vendido en U$S 800.000 a Lanús que iba pagando en partes hasta que el jugador regresó y la ficha volvió a ser del “Decano”. “Lanús llegó a pagar U$S 275.000 y el resto de las cuotas se anularon”, explica Abbondándolo.
En el caso de Luis Rodríguez lo económico no era lo central en la operación. Atlético igualmente embolsó U$S 300.000. “Lo del ‘Pulguita’ fue un reconocimiento a toda su carrera en Atlético, tenía ganas de cambiar de aire y obviamente se lo íbamos a permitir”, cuenta el vicepresidente.
Siguiendo la línea del tiempo, Favio Álvarez se fue a préstamo a Los Ángeles Galaxy (MLS) en mayo del año pasado por U$S 200.000 que ya recibió el club. Luego siguió a préstamo a su actual club, Pumas de México por U$S 100.000. La opción de compra es de U$S 1,25 millón. Otro negocio al parecer redondo, teniendo en cuenta que el jugador llegó al club por una cifra en pesos (el pase pertenecía a Álvarez) y sobre todo porque tiene un buen nivel que -de mantenerse- obligaría al menos a pesar en comprar su pase y Atlético se vería beneficiado.
En junio de 2019 se dieron dos operaciones sumamente positivas que hizo el club. Primero, Rodrigo Aliendro. Atlético lo compró a Chacarita en enero de 2016 por U$S 500.000. “Terminamos vendiéndolo un año después por U$S 1 millón neto para el club más la cesión de Gustavo Toledo”, detalla Abbondándolo.
Ese mismo mes, David Barbona también emigró pero transformándose en una de las mayores ventas en la historia del club. Barbona llegó a Atlético en 2017 por U$S 650.000 y fue vendido a la “Academia” por U$S 1,75 millón más la cesión de los pases de Augusto Lotti y de Jonathan Cabral. El jugador está a punto de ser transferido a Xolos de México y pese a que el comunicado de la venta del jugador a la “Academia” en su momento hablaba de un 50% de su pase (quedando el otro para el club), Abbondándolo aclara: “seguramente hubo una confusión por la manera de pagar del Racing. El club vendió el 100% de la ficha del jugador a Racing, pero el pago sería en dos partes. Primero, abonó un 50% y luego pagará el otro 50%”.
En enero -ya de este año- Nery Leyes se fue a préstamo a Banfield por una suma cercana a los U$S 70.000 y los hinchas se preguntaron por qué el jugador sigue sin volver y pasó derecho a Unión. “Banfield pagó algo de ese préstamo y conseguimos que Unión pague lo que resta de esa suma”, devela Abbondándolo. Leyes, no está en los planes de Zielinski.
En febrero se produjo otro préstamo para el club. Tomás Cuello, jugador surgido de las inferiores, se fue a Bragantino de la segunda división brasileña por U$S 250.000. La cifra quizás no asombre a primera vista pero los dirigentes creen que una referencia externa puede ayudar. “Boca prestó al mismo club a Jan Hurtado (también tiene 20 años) por alrededor de U$S 150.000”, compara Abbondándolo. Además, para esta operación Atlético cuenta con un par de beneficios extra. Primero, la opción de compra es de U$S 2,5 millones y segundo, la famosa plusvalía. Esta indica que un porcentaje de futuras ventas de Cuello a otros clubes irá para las arcas de Atlético. En este caso, el porcentaje es del 20%, que se sumaría a los más de dos millones que deberían pagar por su ficha.
Haciendo la suma de los préstamos y las ventas, se arriba a esos más de U$S 2 millones que le vinieron tan bien en esta etapa sin ingresos. Parte de ese dinero todavía debe ser abonado por clubes como Racing.
Hay operaciones que resultaron satisfactorias sin la necesidad de que haya entrado dinero. Es el caso de Bruno Bianchi, por ejemplo, que en enero de este año se fue a Colón cuando le quedaba solo un año y medio de contrato. “Atlético tenía el 50% de su pase y en el trueque recibimos el 100% de Guillermo Ortiz y que encima estará tres años y medio en el club”, explica el directivo. Además, se trata de un jugador más joven.
Hacia atrás también hay ventas que justifican las palabras de Leito: Fernando Zampedri fue adquirido a Juventud Unida de Gualeguaychú en 2016 y se fue a Rosario Central en 2018 por casi U$S 1 millón.
Hacia adelante, también puede haber novedades: Leandro Díaz también se fue a préstamo a Estudiantes y la opción de compra es alta: si deciden ejercerla en junio, deben pagarle a Atlético U$S 1,3 millón. Si lo hacen en diciembre de 2021, U$S 1,75 millón.