Justifican el estilo de vida de “El Hijo de Zenón”

Su defensor aseguró que es inocente. “No hay pruebas para involucrarlo en el crimen de Ana Dominé”, explicó. Las razones por las que quedó en libertad. Detalles de una polémica fiesta de 18 años.

DECLARACIÓN POLÉMICA. Braian Leguizamón y su defensor Atim Antoni.  DECLARACIÓN POLÉMICA. Braian Leguizamón y su defensor Atim Antoni.

“Entiendo que la sociedad esté molesta por el crimen de la señora (Ana) Dominé, pero no se puede condenar a una persona por la forma de vida que lleva”, aseguró Mariano Atim Antoni, defensor de Braian “El Hijo de Zenón” Leguizamón, el joven que fue acusado de homicidio doblemente agravado por el crimen de la empresaria ocurrido el sábado 12 en la esquina de la avenida Alem y Crisóstomo Álvarez.

De los cuatro detenidos que hay por esta causa, fue el primero que se entregó ante las autoridades. Fue el único sospechoso que presentó pruebas para demostrar que no tenía ninguna vinculación con el hecho. También fue el único que recuperó la libertad porque el juez Rafael Macoritto, amparándose en las normas que dispone el nuevo código procesal penal, entendió que el fiscal Carlos Sale y el representante de la querella Patricio Char no habían argumentado con solidez por qué se le debía dictar los 90 días de prisión preventiva que habían solicitado.

El joven, de 18 años, sorprendió a todos en la audiencia que se desarrolló el viernes al mediodía. Hizo honor a un viejo refrán: el pez por la boca muere. Sebastián “Hormiga” Quiroga, Raúl Antonio “Tonio” Greco y Federico “El Loco Fede” Sánchez prefirieron no hablar. Él sí lo hizo. Increíblemente, con sus palabras, se involucró en el caso reconociendo que había hecho una compra el día del crimen por la mañana en el negocio de Lamadrid al 1.300.

“Fui al negocio de él porque me habían dicho que tenía muy buenos precios. Le compré entre $ 70.000 y $ 80.000 en champagne para mi fiesta de cumpleaños”, contó sin problema. “Lucas me trató muy bien. Me hizo un buen precio y por eso compré ahí. Hasta me prestó ‘yeleras’ (sic) como le había pedido. También me ayudó a cargar el auto”, agregó. Luego, el querellante Char informó que el sospechoso se había presentado en el lugar martes, jueves y viernes. “Podría haber hecho tarea de inteligencia para que los otros integrantes de la banda cometan el hecho”; comentó el profesional.

¿Por qué no se tuvo en cuenta ese detalle? A la hora de formular los cargos, Sale no dijo ni una palabra de esa situación. Es más, declaró que por el momento no tenía bien en claro el nivel de participación que había tenido en el caso. Char tampoco lo hizo. Sólo argumentaron ese punto cuando intentaron que Macoritto aceptara el planteo de que siguiera detenido. Es decir, tarde.

Atim Antoni mostró sus cartas, que terminaron siendo las ganadoras. En medio de la audiencia dijo que presentó pruebas para confirmar que “El Hijo de Zenón” no participó en el hecho. A ambas partes les mostró fotografías, videos y testimonios de personas que dijeron en dónde estaba cuando ocurrió el hecho. “Con todo respeto digo que no había elementos ni siquiera para imputarle ese delito. Me parece que se debe dejar de perder el tiempo investigándolo a él y buscando a los verdaderos culpables”, agregó el profesional en una entrevista con LA GACETA.

“El Hijo de Zenón”, durante la audiencia, dijo que vive en barrio Victoria, que no terminó la secundaria para ayudarlos a sus padres en sus respectivos negocios. Por la mañana, a partir de las 10 comercializa de manera callejera puertas y ventanas y, por la tarde, ropa con su madre. Señaló que sus ingresos semanales eran de aproximadamente $ 7.000.

El miércoles 9 cumplió 18 años y sus padres, según reconoció en la audiencia, le regalaron un BMW modelo 2009. “Primero me gustaría aclarar que es el único auto que tiene la familia. Además, no es una escala extremadamente alta como muchos pueden llegar a pensar. Tampoco se puede tomar como evidencia de que haya participado en este hecho. Si es así, todos los tucumanos que tengan un vehículo de más de $ 800.000 también deberían ser sospechosos”, explicó Atim Antoni.

Su cumpleaños número 18 lo celebró con una fiesta en Matheu al 1.700. De la reunión participaron amigos, familiares, abogados y hasta un oficial de la fuerza que fue separado porque habría cometido una irregularidad en sus funciones. Llegó a su fin cuando se presentaron los hombres de la seccional 13ª. La presencia de los uniformados generó incidentes. Los asistentes comenzaron a arrojar piedras en contra de los efectivos y varios de los invitados, por razones que se desconocen, se escaparon de la casa saltando tapia y subiéndose por los techos.

Para entender el caso

Braian Leguizamón dijo que no participó en el hecho porque estaba en su fiesta de cumpleaños. Presentó fotografías, videos y testimonios para ratificar sus dichos.

El fiscal Carlos Sale lo acusó de haber participado en el crimen, pero no pudo argumentar qué tipo de participación tuvo en el homicidio. La querella adhirió al planteo.

El juez Rafael Macoritto aceptó la imputación, pero no le dictó la prisión preventiva porque, tal como establece el código, los acusadores no pusieron argumentos sólidos.

“El Hijo de Zenón” para seguir en libertad no debe entorpecer la pesquisa, someterse a control, no abandonar la provincia y cubrir una caución de $1 millón.

En la audiencia debía responder por el crimen, no ser investigado por el origen del vehículo que dijo recibir de regalo, al igual que conocer sus ingresos.

Es importante aclarar que los delitos tributarios o la investigación del origen de dinero deben ser realizados por la Justicia Federal.

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