En Santa Lucía (Monteros) se pretende que lo que es basura se transforme en dinero que permita hacer obras y traer otros beneficios para el pueblo. Al tiempo que se reduce el vaciadero contaminante de la zona y se eliminan los vectores de contagio del dengue y otras enfermedades, se generan nuevas perspectivas de desarrollo del lugar. Está en vista la construcción de una planta recicladora y otra para el procesamiento de los residuos orgánicos. A estos se los prevé convertir en fertilizantes o abonos. “Entonces lograremos el objetivo de eliminar totalmente el basural” se entusiasma Roberto Barrera, comisionado comunal.
1.500 kg semanales
El reciclado de residuos sólidos (plásticos, vidrios, metales y cartón) se instrumentó a partir de un convenio que este año formalizó con el municipio de Tafí Viejo. Todo lo que se almacena va a la planta de tratamiento de esa ciudad. Operarios de la comuna se encargan de separar los residuos de acuerdo a su característica. Una vez por semana llega un camión compactador de Tafí Viejo, que se encarga de comprimirlos. Se traslada hasta Tafí Viejo unos 50 bolsones con alrededor de 1.500 kilos de desechos. “Todo se transforma en plata que nos permite llevar adelante, en estos tiempos de crisis, algunas obras de pavimentación que están en marcha en el pueblo. Y así de a poco iremos encarando otras” apuntó Barrera.
El jefe comunal prevé pronto aumentar considerablemente los envíos a partir de un convenio que suscribió con los comisionados de las comunas de Acheral, Villa Quinteros, Soldado Maldonado y León Rougés. Estas también van a depositar sus residuos sólidos en el predio de separación de Santa Lucía. Otras prometieron hacerlo, pero –se aclaró- aún no lo concretaron. “Es muy bueno que las comunas encaren el reciclado porque representa un gran avance en el proceso de mejoramiento del medio ambiente y la calidad de vida de los pobladores. A la par todo lo que para los otros es basura, para el que la aprovecha es dinero” insistió. Además advirtió que el reciclado produce demanda de mano de obra que irá repuntando en la medida que se afiance el proyecto.
La iniciativa partió de una conversación que tuvo Barrera con el intendente Javier Noguera. “Él me entusiasmó sobre los beneficios ambientales y económicos que genera el reciclado de basura. Y enseguida lo puse en marcha” dijo. Ahora todo lo que recauda está destinado a la compra de hierros y cemento para las obras.
Los vecinos también están entusiasmados con el plan del jefe comunal. “El basural siempre fue un problema de contaminación grave para el pueblo porque está cerca. En el verano se hacen insoportables el mal olor y las nubes de moscas. Esperemos que ahora las cosas cambien un poco” apuntó don Roque Juárez. “La idea está muy interesante porque se aprovecha todo lo que contamina y hasta provoca problemas en los desagües en los tiempos de lluvia, como las botellas plásticas. Además los vecinos tenemos la posibilidad de ganarnos un premio por las entregas” observó doña Graciela Medina.
Recolección con estímulo
La separación de los residuos se concretó a partir de las indicaciones que brindó la comuna a los pobladores. También se capacitó a los operarios que se desempeñan en el vaciadero. “La comuna realiza la recolección domiciliaria, pero también hay vecinos que ellos mismos los llevan a depositar. Es que instrumentamos una campaña de estímulo mediante la entrega de una rifa” contó Barrera. Así por cada 10 latas o botellas de plástico o de vidrio que entregan, reciben un número para el sorteo quincenal de cinco kilos de asado y un bolsón con mercaderías. “En esto es también muy beneficioso el hecho de que estamos eliminando los resumideros y otros vectores que favorecen la proliferación del mosquito transmisor del dengue” advirtió el funcionario. Es optimista en lograr la instalación de una planta procesadora de residuos. Advirtió que será un importante aporte para la generación de trabajo.
Santa Lucía, ubicada al pie de los Nevados del Aconquija y en el portal que lleva a los valles, quedó sumergida en la postración económica y social a partir de 1969 cuando cerró el ingenio azucarero local. Desde entonces esperan algún aliento de esperanza.