No nos olvidemos de prevenir el dengue

Luego del alivio que nos dio la temporada invernal, ya que no se registraron casos de dengue, en los últimos días se detectó en varios domicilios tucumanos la actividad del mosquito Aedes aegyti, que transmite la enfermedad. Aunque las autoridades encendieron la alerta, lo hicieron con una cuota de optimismo. Por estadística y por las limitaciones para viajar debido al coronavirus, se espera que esta temporada sea más benévola que la anterior. Sin embargo, lo ideal sería no relajarse y aplicar todos los conocimientos que adquirimos recientemente para prevenir una nueva epidemia.

La historia del dengue en Tucumán nos muestra que los ciclos entre epidemias se van acortando. Hubo un brote en 2009 (1.749 casos reportados), luego pasaron siete años para en segundo (en 2016 se reportaron 274 enfermos) y después transcurrieron otros cuatro años (2020). En esta última ocasión, hubo más de 7.800 casos. Además, por primera vez, se reportaron muertes por esta enfermedad en la provincia.

Las entradas del virus en nuestra provincia suelen suceder en febrero o marzo y están asociadas a los viajes durante las vacaciones. Ahí es cuando ingresan los casos de dengue importados. Si bien este año las fronteras estarán cerradas, no hace falta que los viajeros lleguen infectados con el virus desde otros países para que se propague la enfermedad. Hay que tener presente que Misiones, Salta y otras provincias limítrofes suelen tener casos sospechosos en forma frecuente. Según los expertos no hay que confiarse. Todo va a depender de la situación en los otros países de América del Sur y también de todo lo que cada uno pueda hacer desde su casa para disminuir la cantidad de mosquitos que transmiten la enfermedad. Esto es clave. El Aedes aegypti está más presente en los domicilios y en abundancias mayores. Esto es lo que hace que cada vez que entra el virus, sea peor.

El Aedes se cría en agua estancada, limpia o sucia. Allí ponen los huevos las hembras del insecto. Cuando comienzan a subir las temperaturas, nacen las larvas que luego evolucionan a los mosquitos adultos. De ahí la importancia de que todas las personas en sus casas no dejen disponibles recipientes que puedan llenarse de líquido y servirle al mosquito para que se reproduzca. Un trabajo que, sin dudas, también deben apoyar los municipios y comunas, eliminando todo tipo de basura que haya en los espacios públicos. Es una batalla que se hace entre todos. De otra manera, es imposible ganarla.

Desde el ámbito de la Salud, los infectólogos se mostraron preocupados ante la posibilidad de que haya dengue este año y al comienzo de 2021, especialmente porque la circulación del coronavirus ha puesto al sistema asistencial al límite. Recargarlo con otra epidemia sería un riesgo. “Además hay un dato fundamental: hay síntomas compartidos por ambos virus, como la fiebre y los dolores de cabeza y musculares. Diferenciarlos en los consultorios febriles es un gran desafío y a la vez un problema si se mezclan. Es posible que uno vaya con dengue y salga con covid. La doble infección es un peligro”, advirtió el médico Juan Manuel Núñez.

Sabemos que la covid-19 ha colocado en un segundo plano al dengue. Y que eso también es un riesgo porque tanto las autoridades como la población en general pueden creer que no hay urgencia de prevenir esta patología. Sin embargo, hoy más que nunca debemos aprovechar el ‘quedémonos en casa’ para ordenar nuestros domicilios y disminuir al máximo las chances que tiene este mosquito para multiplicarse y causar una nueva epidemia.

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