29 Noviembre 2020
Gianni Criscione, un napolitano recuerda emocionado a Maradona.
El miércoles Napoli explotó. No importó que una segunda ola de coronavirus azotara las calles. Ni mucho menos importaron las restricciones del nuevo confinamiento. Nadie pudo contener la marea de lamentos, abrazos y consuelo colectivo que se abalanzó sobre el próximamente ex estadio San Paolo. El nombre de Diego Armando Maradona se pintaba en las paredes, en las caras largas de las multitudes. Sabemos la pasión que despierta el Diez entre los argentinos pero los italianos también lo hicieron suyo hace mucho tiempo.
Desde el otro lado del charco, Gianni Criscione es uno de los tantos fanáticos que no tiene consuelo. “Maradona representa mi adolescencia pero también la voluntad y el coraje de una persona que salió de la periferia del mundo y llegó a ser el primero. Me da mucha fuerza”, explica el italiano. Asegura que cuando visitó Argentina hace unos años lloró de emoción al ver la bandera de nuestro país porque representaba a su ídolo.
El Diez cambió la historia del fútbol argentino sin dudas, pero traspasó las fronteras para convertirse en un fenómeno mundial. “Maradona cambió la historia del fútbol y de la sociedad napolitana, puso a Napoli en el mapa del mundo”, afirma el fanático.
Fue mucho más que un jugador de fútbol. Su figura se volvió leyenda, mito en vida. Su muerte dejó de luto al mundo entero. “Esta es la casa de Maradona y no podemos hacer nada más que bajar los ojos y llorar. Maradona va a ser eterno”, sintetiza.
Producción y conducción: Ana Daneri. Edición: Emiliano Agüero Cortés.
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