Gallardo pone a funcionar el laboratorio esta noche

Marcelo Gallardo. Marcelo Gallardo.

La vida de por sí implica incertidumbre, mucho más en tiempos de pandemia. El positivo por civid-19 de Enzo Pérez sumó interrogantes a este presente continuo de River en la Copa Diego Maradona y, sobre todo, la Copa Libertadores.

La noticia sacudió al “Millonario” en vísperas del festivo aniversario de los dos años de aquella mítica final de Madrid. Y pudo ser peor: porque si bien la espada de Damocles del virus pende sobre todos los participantes del máximo certamen internacional, River suma un Talón de Aquiles adicional, la corta lista de nombres que inscribió Marcelo Gallardo.

Un contagio masivo en el plantel pondría en riesgo, más bien podría apagar definitivamente el Fuego de Prometeo de la obtención de una tercera Libertadores durante el ciclo. La ausencia de Pérez, que no venía jugando en su mejor nivel, para el doble choque con Nacional es, en principio, un mal relativamente menor, porque el de volante central es un puesto en que al “Muñeco” hoy le sobran variantes.

Ante Godoy Cruz, River no se jugaba nada, a priori. Pero el entrenador convirtió el partido del sábado pasado en un campo de experimento de varias cuestiones. Y se observaron varias cuestiones interesantes, entre ellas la convivencia de tres “cincos” originales como Leonardo Ponzio, Bruno Zuculini y Santiago Sosa, en distintas posiciones y funciones.

El número puesto para reemplazar hoy a Pérez parece ser Ponzio, que a sus 38 años volvió hecho un pibe tras el largo parate pandémico. Zuculini respondió con un gol y varias llegadas al área rival el pedido de Gallardo de que se soltara y jugara a las espaldas de los volantes rivales, sobre todo en el primer tiempo. Y el juvenil Sosa viene fungiendo de polifuncional, con limitaciones de ubicación cuando lo hace como primer marcador central, con mayor aporte cuando se le encomendó suplir a Ignacio Fernández por la banda derecha.

Más que la ausencia de Pérez, todo indica que la mayor preocupación del “Muñeco” a horas de que empiecen los cuartos de la Libertadores para su equipo tiene que ver con que el equipo nunca volvió a mostrar la confiabilidad que poseía con el “Tucu” Exequiel Palacios. Y con individualidades en bajo nivel que son clave, empezando por el mismo “Nacho” y siguiendo por Rafael Santos Borré (y también Nicolás de la Cruz y Milton Casco, en los últimos cotejos).

¿La vuelta a los tres zagueros centrales más dos carrileros profundos habrá llegado para quedarse? ¿Puede Julián Álvarez volver a meterse en el equipo y que regrese el 4-3-3 en cualquier momento? Con pandemia o sin pandemia, Gallardo casi siempre está “craneando” algo, buscando sorprender a propios y ajenos.

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