El Senado convirtió en ley esta madrugada el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo por 38 votos a favor y 29 en contra y una abstención, tras una jornada de debate que duró más de doce horas y terminó en la madrugada de este miércoles 30 de diciembre.
La iniciativa permite la práctica del aborto hasta la semana 14 de gestación, a la vez que habilita la objeción de conciencia de los profesionales que no están de acuerdo con esta práctica médica.
La posición en contra de la legalización del aborto fue más férrea en las provincias del norte argentino y fue menguando en las regiones centro y sur del país, donde la proporción de senadores y senadoras a favor de la iniciativa del Gobierno prevaleció por sobre la de los detractores.
En las provincias del noroeste y noreste argentinos, tradicionalmente más conservadoras que el resto del país, el voto por el "no" cosechó más rechazos que el "si", al punto de que en los diez distritos que integran esa región hubo 21 votos en contra y solo ocho a favor.
Hubo provincias como Jujuy y Santiago del Estero en las que los tres representantes de cada distrito se manifestaron en la vereda contraria a la propuesta de la legalización.