El FC Barcelona, en el Estadio La Cartuja de Sevilla, perdió con el Athletic Bilbao la final de la Súper Copa de España. El partido terminó empatado en los 90 minutos y en la prórroga el Athletic le ganó por 3-2. Lionel Messi sufrió su primera expulsión como jugador blaugrana por agredir a un rival.
Si bien “La Pulga” jugó desde el inicio, en frente un ordenado Athletic se las arregló para resistir los embates de la ofensiva del azulgrana.
El marcador se mantuvo en cero, hasta los últimos minutos del primer tiempo. Antoine Griezmann aprovechó un rebote tras una combinación entre Messi y Jordi Alba para rematar y dejar la pelota en la red. El cuadro vasco lo empató antes del entretiempo. De Marcos marcó el 1-1.
En el segundo tiempo, Griezmann marcó el 2-1 en el minuto 76, para el Barcelona, que parecía que iba a lograr su primer trofeo de la temporada. Pero Villalibre aprovechó un gran envío de Muniain al área y remató ante la salida de Ter Stegen para establecer el 2-2, lo que llevó la definición a la prórroga.
La pesadilla culé no terminó ahí. En la prórroga, Iñaki Williams puso arriba al Athletic.
A dos minutos de terminar el partido, Lionel Messi tuvo un encontronazo con un rival y se fue expulsado. El árbitro Gil Manzano recibió un aviso del VAR de una posible agresión del crack rosarino sobre Villalibre, por lo que acudió a ver la jugada en el monitor y regresó directamente al césped para mostrarle la tarjeta roja.