12 Marzo 2021

Quema de libros

Por redes sociales se convocó a la quema de obras de Beatriz Sarlo. La cita era para día 10 del corriente mes a las cinco de la tarde. Este hecho nos retrotrae a oscuras épocas de la historia que se creían superadas; afortunadamente ese llamado mereció la condena de la ciudadanía. Recordemos el año 1933 en la Openplatz de Berlín se quemaban libros. Entre los autores elegidos por los nazis estaba Heinrich Heine, considerado uno de los poetas románticos alemanes más importantes. Casualmente la obra de este autor titulada “Almanzor” del año 1820 es una representación ubicada en la España de los Reyes Católicos, quienes expulsaron a judíos y árabes del reino. Una frase del libro es considerada profética del Holocausto; dos árabes observan horrorizados una hoguera donde arden ejemplares del Corán. Uno de ellos comenta al otro: “Esto no es más que el principio, ahí donde se queman libros se acaba por quemar también a seres humanos”. Para conmemorar este triste evento, hoy en la Openplatz existe una placa que recuerda la acertada sentencia de Heine.

Miguel Ángel Ruiz

Pisa

Para mayor abundamiento a lo que la familia Tacacho ha manifestado (LA GACETA 06/03), quiero decirle al Gobernador que el hecho (hipotético) de que no le hubiera aceptado la renuncia a Pisa y este hubiera sido destituido por los jueces de enjuiciamiento (no lo creo, pero estoy planteando hipotético caso) por haberlo encontrado culpable por negligencia en sus funciones, verdaderamente no hubiera podido Pisa jubilarse con el 82% móvil ni pagar ganancias y todas las prebendas que la justicia tiene a su favor. Pro no es menos cierto que hubiera podido jubilarse por el régimen común. Claro que su haber hubiera sido determinado de otra forma y cobraría el 70% sin movilidad, es decir con la movilidad que rige para el régimen común (trimestralmente) y hubiera tenido que pagar ganancias. Creo que el Gobernador actuó como lo hizo, no porque un dictamen de la Corte lo obliga sino para favorecer o devolver favores a Pisa.

Juana M. Farías

Educación y fake news

Las fake news se han convertido en un problema en el mundo. La educación es uno de los pilares importantes en los que sostener la formación mediática de la infancia y la adolescencia para el desarrollo de un pensamiento crítico y la detección de las informaciones falsas. Informaciones que tienen detrás importantes intereses de perjudicar el honor y las personas, por increíbles que sean, tienen bastante impacto. A medida que las noticias falsas (fake news) se esparcen por los medios y las redes sociales, la desinformación alcanza también a las escuelas, a docentes y los estudiantes. De forma lamentable, la pandemia se convirtió también en “caldo de cultivo” para las noticias falsas y la desinformación. En los últimos meses, hemos visto en redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter y WhatsApp muchas falsedades que desestiman personas a veces sin pruebas y sólo con mala intención. Tenemos la obligación de contribuir a formar conciencias críticas ante cualquier información, proceda de donde proceda. Y las aulas son el entorno habitual para trabajar en ello, ahora más que se va regresando de a poco a la nueva presencialidad de los alumnos. Sabemos que la educación tiene el poder de transformar la realidad de los y las jóvenes. Por eso, y reconociendo que la información se mueve a través de cientos de canales a diario, apostemos a la creatividad de herramientas y actividades de aprendizaje que nos permitan empoderar a docentes y estudiantes dentro y fuera de las aulas para hacer frente a este nuevo flagelo.

Marcelo Boullhesen

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios