Turquía se retiró del pacto contra la violencia de género

El Convenio de Estambul es el primer instrumento internacional que obliga a los gobiernos a adoptar leyes que castiguen abusos a las mujeres, incluidos los cometidos dentro del matrimonio.

22 Marzo 2021

ESTAMBUL, Turquía.- El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, firmó un decreto para retirar al país del Convenio de Estambul, el primer instrumento vinculante en el mundo para prevenir y combatir la violencia de género, lo que suscitó críticas desde distintos sectores.

El Convenio de Estambul de 2011 obliga a los gobiernos a adoptar leyes que castiguen la violencia intrafamiliar y abusos hacia las mujeres, incluida la violación conyugal y la mutilación genital femenina.

Los sectores conservadores turcos alegan que perjudica la unidad familiar, fomenta el divorcio y que la comunidad LGTB usa sus referencias a la igualdad para ser más aceptada en la discriminadora sociedad turca.

Turquía debatió su retirada de este convenio después de que un funcionario del partido de Erdogan lo planteara el año pasado.

Desde entonces, las mujeres se manifestaron en Estambul y otras ciudades, pidiendo al gobierno que respete el convenio.

El Convenio de Estambul, promovido por el Consejo Europeo, es un instrumento jurídico común para miembros de la Unión Europea y otros países, que establece cuáles son actos que deben ser penados y hace responsables a los Estados si no responden de manera adecuada.

Argentina es uno de los países que adhieren a este convenio y sus indicaciones se aplican con regularidad en la Justicia Federal para el tratamiento a víctimas de abusos sexuales en contexto de terrorismo de Estado, como delitos de lesa humanidad.

La decisión de Erdogan de abandonar el Convenio fue criticada por la Comisión Europea y por la oposición de su país. Además, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó como “decepcionante” la decisión.

Gokce Gokcen, vicepresidenta del principal partido de la oposición, tuiteó que el abandono de la convención significa dejar que maten a las mujeres. “A pesar de ustedes y de su maldad, resucitaremos el convenio”, escribió.

La Constitución y las leyes de Turquía son ahora “la garantía de los derechos de las mujeres”, dijo Zehra Zumrut Selcuk, ministra de Familia, Trabajo y Servicios Sociales, en defensa de la medida de su gobierno.

La secretaria general del Consejo de Europa, Marija Pejcinovic Buric, expresó que abandonar el convenio “representa un enorme retroceso y es más lamentable porque pone en entredicho la protección de las mujeres en Turquía, en Europa y fuera de ella”. Destacó que este acuerdo “se extiende en 34 países y es el patrón oro de los esfuerzos internacionales para proteger a las mujeres y a las niñas de la violencia”.

La violencia de género y el feminicidio son problemas graves en Turquía. Según el grupo We Will Stop Femicide, el año pasado 300 mujeres fueron asesinadas, pero se estima que la cifra es mayor. Muchas víctimas son clasificadas como suicidas.

Un caso que ha quedado especialmente grabado en la memoria colectiva es el de Sule Çet. En mayo de 2018, la joven de 23 años fue violada en su oficina por su jefe y un amigo, ambos ebrios, y su cuerpo arrojado por la ventana, según la cadena estatal alemana “Deutsche Welle”.

Los forenses encontraron una fractura en el cuello, laceraciones en la región anal y estupefacientes en la sangre de la víctima, no comunes en un suicidio.

El juicio, que duró medio año, estuvo acompañado por manifestaciones y causó un gran revuelo en las redes sociales. El tribunal de Ankara condenó al principal responsable a cadena perpetua; su cómplice debe cumplir casi 19 años de prisión.

La situación no parece haber cambiado: se siguen reportando casos de feminicidios como suicidios. Ahora, con la caída del Convenio que representaba un instrumento para la protección de las mujeres, es probable que estos casos queden impunes. (Especial)

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