Los secretos de Masterchef, el show televisivo amo y señor de la cuarentena

El programa es imbatible porque sabe combinar la pasión por la cocina con el juego de las celebrities. Ese cóctel irresistible es un bálsamo contra las malas noticias.

Analia Franchín, El Polaco y Claudia Villafañe, la primera campeona. Analia Franchín, El Polaco y Claudia Villafañe, la primera campeona.

La televisión de 2020 fue un reflejo del estado de ánimo de los argentinos. Si hacemos una división por etapas, la primera reflejó la necesidad de información: queríamos saber qué era el coronavirus, si volaba por el aire, cuál era el mejor barbijo y cómo había que usarlo; si al comer una fruta podíamos contagiarnos y quién podía salir con previo permiso descargado en la página del COE local. Los informativos y magazines lo daban todo, convocando especialistas con apellidos que pocos conocían.

En la segunda etapa, con el virus esparcido por todo el globo y una cuarentena extendida, ya queríamos otra cosa. Emanuel Respighi, periodista especializado en contenidos audiovisuales, habla de esas etapas y de la necesidad de entretenimiento frente a la sobresaturación de contenidos informativos sobre la covid-19.

“Históricamente las competencias han funcionado muy bien en Argentina, y si hay algo que nos atrae es todo lo que tiene que ver con la comida. Basta con mirar la grilla de cable y ver los canales de cocina, más en pandemia, porque quienes en términos económicos podíamos nos volcamos a la cocina y desarrollamos nuestras aptitudes como cocineros. De hecho, en ese período aumentó el consumo de harina y llegó hasta haber faltante: al no poder salir hacíamos nuestro pan, galletas, masas. A la vez, el presupuesto económico mermó, por lo que muchos tuvieron que cocinar por su propia cuenta. Y con “Bake Off” la cocina pasó a ser protagonista. Allí un programa gastronómico completó dos ejes: el entretenimiento puro de un programa de televisión, con esta tendencia propia de los argentinos de relacionarnos con la comida”, describe.

A pesar de que la competencia era casi nula (Canal 13 tenía poco o nada de ficción), Telefe sintió la necesidad de actualizarse -señala el especialista en contenidos audiovisuales-. Debía ir un poco más allá de las historias de personas comunes, con lo identificatorio y atractivo que ellas pueden llegar a ser. Después de “Bake Off” (que fue grabado en 2019) y de “Master Chef 2020” (podríamos decir “común”), el canal decidió incorporar un elenco de famosos. El casting fue la clave, según Respighi: “en la versión celebrity se aplica más el morbo: famosos atractivos, que son observados cuando hacen las cosas bien o cuando las hacen mal, que no saben cocinar hasta lo más elemental como es un huevo frito. Son famosos que atraen a un público muy diverso: deportistas, periodistas, instagramers, influencers, actores, actrices, cantantes”.

Volver a juntarse en la mesa

Para Ana Mayoral, pastelera profesional tucumana, durante el aislamiento fue clara la conexión de los argentinos con la cocina desde lo lúdico y lo placentero. Antes la relación era más rutinaria, sumada al apuro que generan las actividades hogareñas y laborales. “Además, esta pandemia llegó en una época de hiperconectividad, lo que permitió que chefs famosos y no famosos compartieran sus recetas en las redes sociales, como una manera de brindarse al otro y como un gesto de cariño y cercanía. Cuando todo era incertidumbre y miedo, comer -el instinto más primitivo de supervivencia- se volvió más consciente. Mucha gente pudo volver a juntarse en una mesa y se desempolvaron las recetas de la abuela”, reflexiona Mayoral.

En ese contexto -opina la pastelera- aparece Master Chef: una propuesta dinámica, entretenida y por momentos emotiva, sin caer en golpes bajos ni ahondar en la vida privada de los participantes que sólo están abocados a la tarea de brindar sus mejores platos y superar sus propios límites, mostrando solidaridad y compañerismo; con un casting de lo más variado para atraer al público familiar, donde gente que brilla en su rubro se expone a las críticas del más exigente y prestigioso jurado. “El programa entretiene, acompaña y permite por una hora desenchufarse de la rutina diaria y compartir un agradable momento en familia”, dice la pastelera.

La cocina nos transforma

Fuera de lo que pasó en la pantalla, “Master Chef Celebrity”, de la productora Boxfish (la misma a cargo de “El gran premio de la cocina”) proporcionó un contenido aligerado por sus protagonistas (algunos casi desconocidos, pero que hoy son “material” para portales de chimentos) y cerebralmente editado. De hecho se dice que el final, cuya ganadora fue Claudia Villafañe, fue grabado con dos versiones (una con Villafañe y otra con Analía Franchín) para evitar que se filtrara el resultado y decayera el misterio (o el rating). Fue y es un show redondo para el canal, ya que las celebrities -como cuenta Respighi- nutren toda la programación de Telefé, teniendo a Master Chef primero y a los otros programas como satélites.

Hay una máxima que recuerda el chef Roberto Rez Masud cuando se le pregunta sobre el fenómeno de la cocina durante la pandemia: “la cocina es la mayor herramienta que nos transforma en personas libres, porque no necesitamos a nadie para saciar nuestra primera necesidad que es la alimentación”. Y a eso se volvió en la pandemia, sostiene el cocinero que también hace explotar sabores en la pantalla local de Canal 10.

Finalmente ¿MasterChef impulsó la cocina en Tucumán?

“A mi forma de ver -responde Rez Masud- los programas de cocina ayudaron tanto para empujar a la gente a cocinar, como para divertirse con cosas que tenemos muy a mano y podemos replicar en medio de un encierro. Como cocinero, siempre es hermoso que más gente se anime a incursionar en la cocina, cosa que también mejoraría las ganas de probar cosas nuevas por parte del comensal y animarse a otros modelos de platos por parte del chef. El resto es un show televisivo que sirve más que nada para entretener”.

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