La semana pasada surgió un pequeño rumor: Cristian Lucchetti habría pedido patear el siguiente penal del que disponga Atlético. ¿El motivo? Intentar convertirse en el jugador más “viejo” en hacer un gol en la historia del fútbol argentino, con 42 años. La primera reacción del arquero al ser consultado por esto es reírse, pero inmediatamente después le aclara a LG Deportiva: “nada que ver”. Lucchetti no pateará ningún penal hoy en el partido que su equipo jugará ante Talleres, desde las 21.
Incluso ya parece un escenario difícil que a Atlético le cobren un penal, pero justo ante la “T”, en diciembre de 2020, le concedieron el último. Quizás por eso apareció esa información, desmentida por el arquero. “La verdad es que no tengo ganas de patear. Nunca se sabe, pero no es la idea, me da lo mismo”, agregó el 1.
Sinceramente no sorprende su postura ante la situación. El mendocino nunca se concentró en otra cosa que no sea atajar desde que llegó al club, en 2012. De hecho, en casi una década, pateó un solo penal durante los 90 minutos. Fue ante Huracán en 2014.
El resultado de haberse concentrado en su propio arco y no el rival ha sido extraordinario. Muchos no dudan en considerarlo el mejor arquero de la historia del club y, está claro, no fue por los goles que anotó (convirtió ese ante el “Globo” y algunos otros más en series), sino por sus atajadas.
No es que siempre haya sido así. En su época anterior a Atlético se dedicó a patear penales. Tantos y con tanta efectividad que, cuando hablamos de Lucchetti, hablamos del segundo máximo arquero goleador en la historia de nuestro fútbol. José Luis Chilavert tiene 48 y encabeza la lista. Le sigue el “Laucha” con 24 y completa el podio Sebastián Saja, con 20.
De esos 24, 21 los hizo en Banfield, dos en Racing y el restante en Atlético, aquel ante Huracán.
El penal de 2014 fue en Buenos Aires, pero Lucchetti sí tiene un gol marcado en Tucumán durante un partido. Y hasta no fue directamente desde los 12 pasos. Tampoco fue en el “José Fierro”, sino en la otra vereda: La Ciudadela. Fue en 2008: tras ver cómo Marcos Gutiérrez le atajó el penal, muy rápido de reflejos, capturó el rebote.
Era otro Lucchetti. No sólo iba a patear los penales, sino a buscar los rebotes. Hoy, el arquero -repetimos- se concentra en atajar. Una manera de mostrar ubicación, podría decirse. Porque cuando decimos “otro Lucchetti”, hablamos de uno con 29 años. No por nada si llegara a marcar hoy o en estos días (por alguna casualidad), sería en el más veterano en hacerlo. El noviembre pasado se cumplieron 24 años de su debut en Primera.
Su profesionalismo y el cuidado extremo de su cuerpo, incluso con la diabetes a cuestas, le permite hoy mantenerse en la elite del fútbol nacional. Para seguir así debe administrar sus esfuerzos. Seamos claros: no se cansará más por patear un penal cada tanto, pero además de cruzar el campo completo, está la presión que significa estar a cargo siempre. Un combo que a esta altura no necesita.
En esta temporada, incluso llegó a “descansar” en partidos como el de Comunicaciones, por la Copa Argentina. Algo impensado incluso para el Lucchetti de Atlético. Pero no hace otra cosa que mostrar que no está pensando en récords de goles personales. Lucchetti piensa en atajar y es lo único que lo desvela.