Sin proponérselo, el primer golpe lo recibió River. Marcelo Gallardo, acostumbrado a la guardia alta, ni siquiera se lo imaginaba. El virus que nos acompaña desde hace un año y medio se filtró a la burbuja del “Millonario” para hacer estragos.
Los diez casos positivos por covid-19 en River cambiaron el mapa de partido que tenía Gallardo para enfrentar hoy a Boca. Paulo Díaz, Federico Girotti, Enrique Bologna, Robert Rojas, Nicolás De La Cruz, Rafael Borré, Bruno Zuculini (debían concentrar ayer por la tarde), Germán Lux, Tomás Castro Ponce y Franco Petroli (no estaban citados al partido frente a Boca), son los que no podrán estar esta tarde en La Bombonera.
“Conociendo a Gallardo, se está alimentando de eso que dicen que River tiene un bajón”, opinó Ariel Rojas -ex Atlético, ex “Millonario”- el viernes. Al bajón deportivo habrá que sumar la ventaja que dará con un equipo diezmado.
En Boca reina la paz. Sin casos positivos nuevos, Miguel Ángel Russo tiene a todo su plantel a disposición. Hasta dejó afuera de los concentrados a Carlos Zambrano y a Mauro Zárate por decisión táctica.
Concentrándonos solamente en lo deportivo, el duelo de esta tarde será el decimonoveno cruce mano a mano entre los colosos del fútbol argentino. En este rubro se impone el “Millonario” con 13 triunfos, mientras que el “Xeneixe” contabiliza cinco. A su vez, si sólo tomamos en cuenta, las definiciones que se dieron a partido único, el equipo de Gallardo también tiene una gran ventaja: domina a su rival por 6-2.
“Jugar un Boca-River es extraordinario, más allá que ahora se juegue sin público, es un espectáculo muy lindo”, dijo Juan Amador Sánchez, ex técnico de San Martín, que tuvo el privilegio de jugar el clásico con ambas camisetas.
Por lo que sucedió en las últimas horas, es probable que tengamos un Superclásico viciado de situaciones extradeportivas. Lo saludable es que será el tercero de 2021, con uno por Copa Argentina -aún sin programación- confirmado y por lo menos uno más a jugarse en la próxima Liga Profesional luego de la Copa América. Además habrá que esperar a ver qué sucede en la Copa Libertadores, en la que también podrían enfrentarse, si ambos acceden a los octavos de final. 2021 puede entregarnos varias ediciones del partido más importante de la región, luego de un 2020 sin enfrentamientos entre sí.
“Cuando jugás un clásico, entrás a la cancha con una sensación muy linda, porque representás a miles de hinchas. Yo hoy lo sigo disfrutando muchísimo”, agregó Sánchez, quien también jugó el clásico tucumano.
En 1918 se dio el primer cruce entre River y Boca a partido único, fue 1-0 a favor del “Millonario” en la Copa Competencia. En 1942, se enfrentaron en “semis” de la Copa Escobar. Empataron 0-0, pero el que avanzó fue River, por tener más tiros de esquina que su rival. En partidos con estas características, Boca recién pudo vencer (2-0) a su clásico rival en 1946: fue por las semifinales de la Copa Británica. En 1969, también por “semis”, avanzó River luego del 0-0 por tener más goles a favor.
Esta tarde, conoceremos al último semifinalista de la Copa de la Liga Profesional. Eso sí, cuando empiece a rodar la pelota, el historial y los contagios quedarán de lado. Ambos equipos jugarán a todo o nada y, si empatan en los 90 minutos, habrá penales.
(Producción periodística: Daniel Coronel y Carlos Oardi)