Franco Borque es delantero. Su tarea es hacer goles dentro de un campo de juego. Pero fuera de él tiene mucho más trabajo por hacer: ganarse la vida para que a sus pequeñas hijas, Victoria y Valentina, no les falte nada. ¿Qué hace? De todo un poco: cuando no es recolector de frutas y verduras, se dedica a la albañilería. Y también a la limpieza.
Borque es el actual goleador del Anual de Primera A liguista. Marcó seis tantos en tres partidos. Hay un detalle a tomar en cuenta: hizo dos por cada juego, lo que llevó a su equipo, Santa Ana, a ser el único líder del grupo C, con puntaje ideal. Ningún otro participante logró tal conquista.
La historia de “Viruta” (le pusieron así cuando era pequeño por sus rulos; con el fútbol llegó una variante del apodo: “Virutagol”) es particular. Tiene 28 años y hace 14 que debutó en Santa Ana, el “Santo del Sur”. “Pasé por varios clubes, hice muchos goles, pero no llevo la cuenta. Ferro, Comercio de Chaco, Deportivo Aguilares, Jorge Newbery, Famaillá, Almirante Brown, San Lorenzo de Santa Ana y Concepción FC. A los goles en Santa Ana los festejo de otra manera, porque soy fanático”, cuenta.
Su historia de vida tiene similitudes con las de varios futbolistas del interior de la provincia. Jugar aquí sólo les reporta algunos pesos.
“Por eso tengo que trabajar en otras cosas. Lo más difícil es la cosecha de la papa, porque tenés que estar mucho tiempo agachado; cuanto te parás aparecen los dolores de espalda y de riñón. Además, son varias horas bajo el sol. Pero, aunque el trabajo es pesado, se paga bien. Lo fundamental es sobrevivir y darle lo mejor a mis hijas. También en su momento coseché arándanos y limones, o hice trabajos como albañil. Con esto de la pandemia cualquier trabajo es bueno para llevar el pan a casa”, admite “Viruta”.
Borque cuenta que el año pasado consiguió un plan de trabajo. “Mi sueño es conseguir un sueldo estable y ojalá se dé en el colegio Carlos Pellegrini en Santa Ana, donde hoy presto servicios de limpieza por la mañana. A la tarde me dedico al fútbol. El club me paga lo que se puede y hay quienes acercan algo de dinero también, son hinchas que ayudan. También está la mano de la familia. Con esos ingresos puedo seguir adelante”, asegura.
El goleador es parte de una familia en la que otros tres hermanos (Domingo, Gustavo y Sergio) también son futbolistas. Y todos están en la lucha. “Hoy la realidad es muy difícil para todos. Mi historia es similar a muchos que la pelean día a día cuando hay una familia que alimentar. Lo deportivo es algo extra que ayuda. Y sobre todo hoy, cuando no hay ingresos por el coronavirus”, dice.
El final, para sus sueños y pasiones. “Quiero salir campeón. Muchos en el club buscan hacer historia. En 2019 estuvimos en la segunda fase final. Nunca pensé en dejar de jugar, para mí es mi vida. Sólo lo dejaré de hacer cuando mi corazón diga basta”.
Juego parado
El 19 de mayo se anunció que el Anual iba a estar parado por 15 días, por cuestiones sanitarias. Por el momento, no hay novedades sobre si se reanudará en los primeros días de junio. Los clubes esperan una confirmación.