El deporte tucumano cuida de su salud con claroscuros

Episodios como el del danés Eriksen generan atención, pero no en todas las disciplinas se actúa como es necesario. Hay leyes que no se cumplen, ni se controlan.

ATENTOS. El cardiólogo Sebastián Galeano impartió instrucciones a los integrantes del plantel de San Martín. Sucedió ayer, en uno de los salones del hipódromo. ATENTOS. El cardiólogo Sebastián Galeano impartió instrucciones a los integrantes del plantel de San Martín. Sucedió ayer, en uno de los salones del hipódromo. FOTOS GENTILEZA DE PRENSA CASM

Aunque pasen los días, para ciertas situaciones no hay temporalidad. Ni olvido. La imagen del sábado 12 de junio del danés Christian Eriksen desplomado en el césped del Parken Stadion de Copenhague en un partido de la Eurocopa es una de ellas. Una dentro de la larga lista de casos en los que un ataque cardíaco estuvo a la vista del mundo, en vivo y en directo. A 11.700 kilómetros del lugar donde los profesionales de la salud pudieron traer de la muerte al futbolista, vale preguntarse si en Tucumán se podría actuar igual si se presentara una situación similar. Y, casi tan importante como ello, si tenemos las herramientas, la capacidad y la conciencia sobre que algo así puede suceder en cualquier momento y lugar. Hay respuestas positivas, pero también de las otras.

“En el fútbol, salvo Atlético y San Martín, que tienen esos elementos que son cruciales para estos casos, como son los desfibriladores o cardiodesfibriladores, en la mayoría de los clubes de la Liga ni siquiera tienen un médico permanente”, dice Emiliano Álvarez, preparador físico de Unión del Norte. Y con su frase enciende las alarmas. Las que no sólo atañen al más popular de los deportes.

Hay disciplinas como el rugby y el hockey que, en general, trabajan para evitar situaciones así con seriedad y rigor. En los motores sólo se puede correr de manera oficial si hay un apto médico exigido por la Comisión Deportiva Automovilística nacional para otorgar la licencia. En el básquet, hay clubes que juegan en torneos nacionales que cumplen con las normas necesarias. La lista de deportes y realidades puede seguir, con cursos y capacitaciones, incluso inversiones, pero lo que también asoma son peligrosas lagunas, sobre todo cuando las actividades se tornan en amateurs. Ni hablar de cuando se compite en veteranos o en infantiles.

Gustavo Armando, médico del club de básquet Belgrano, es claro e inquietante con su apreciación. “¿Qué pasará si sucede algo similar a lo de Eriksen en Tucumán? La respuesta es simple: va a depender de la suerte. Ojalá que se encuentre entre los asistentes alguien que sepa reanimación cardiopulmonar, hasta la llegada de una ambulancia y personal calificado”.

Aunque reiterativo, siempre es valioso decir que cualquier persona puede aprender qué hacer. No lleva mucho tiempo, no es necesario ser médico ni tener una ocupación relacionada con la salud. Hay una Ley Nacional, la 26.835 de promoción y capacitación en las técnicas de RCP. Otra ley, la 27.159, también regula que se debe contar con cardiodesfibriladores portátiles en lugares públicos o privados de acceso público. Pero apenas se levanta la alfombra del deporte tucumano, asoma el polvo de la desidia, la inoperancia, la falta de interés. Las preguntas son directas: ¿se aplican las normas? ¿Quién se encarga de controlar que se cumplan? Al menos, en el campo deportivo, a nadie le consta que esto se dé en todos lados.

Ricardo Amaya, DT de Deportivo Aguilares y chofer del 107, sostiene que hay un lugar hasta donde se puede llegar con los masajes y las ventilaciones. “Y hay una parte en la que ya se necesita asistencia mecánica”, advierte. Gustavo Arze, kinesiólogo de Natación y Gimnasia, considera que todos los profesionales de la salud, y los que conforman los cuerpos técnico, además de jugadores y la comunidad en general, “debemos estar formados en atención de primeros auxilios y fundamentalmente RCP”.

Jorge Rondon, cardiólogo que efectúa estudios a rugbistas y jugadores de hockey, admite que, en esas disciplinas, los clubes están bien estructurados y exigen a los deportistas los estudios y controles necesarios. “Se trata de buscar una causa de origen genética que se repite en la línea sanguínea, pero no siempre. Muchas veces es congénita. Entonces , con un buen interrogatorio y adecuado examen físico se puede avanzar bastante. A ello le sumamos la realización de algunas prácticas cardiovasculares, con algo básico como lo es un electro. Si se puede complementar con un ecocardiograma Doppler color y luego una ergometría de esfuerzo, eso ya sería lo más completo que aquí podríamos hacer a gran escala”, afirma.

Queda claro que es importante formarse sobre primeros auxilios y RCP. Como también es fundamental realizar los chequeos médicos correspondientes, promoviendo así la salud ante todo, contribuyendo al buen rendimiento y preservando la integridad física.

“A pesar que por la pandemia empezamos a pedir otros marcadores y estudios de laboratorios para afinar la puntería, situaciones como la planteada por Eriksen demuestran que sigue habiendo muerte súbita en el deporte”, explicó Marcelo Montoya, jefe del cuerpo médico de Atlético. Sus palabras son parte de la preocupación de los especialistas porque eventos como el sucedido sirvan para que la gente tome verdadera conciencia, bajo la advertencia de que siempre hay que hacerse los estudios correspondientes. Y es que un episodio cardíaco le puede ocurrir a cualquiera y debemos estar preparados. Aunque en Tucumán haya quienes no le den al tema la importancia que requiere. Esto es, cuando menos, inexplicable.

Capacitaron en el “Santo”

La dirigencia “santa” actuó en consecuencia y decidió que un especialista brinde una charla sobre reanimación cardio-pulmonar. Ayer por la mañana, en un salón del hipódromo, futbolistas, cuerpo técnico y auxiliares recibieron una capacitación por parte del cardiólogo Sebastián Galeano.
El fin de la charla es minimizar el riesgo ante una hipotética situación traumática. La idea es que, llegado el momento, todos estén en condiciones de auxiliar a una persona que sufra una descompensación. “San Martín tiene tres cardiodesfibriladores; dos en el complejo -uno para las divisiones amateurs- y otro en el estadio. A este último lo utilizamos entre el vestuario y la zona de los bancos de suplentes, y lo llevamos a los viajes”, explicó Roberto Guillén, responsable del área médica “santa”.
El profesional se mostró contento por la iniciativa de la dirigencia. “Ante este tipo de sucesos inesperados, como el que sucedió con (Christian) Eriksen, lo esencial es que se actúe de manera rápida. Por eso es clave que todos estén capacitados para dar una mano. Los integrantes del departamento médico recibimos charlas de manera periódica, pero es fundamental que todos puedan colaborar. Porque este tipo de situaciones requiere de una rápida intervención”, aseguró.
De esa manera, en La Ciudadela trabajan para minimizar el margen de error de un suceso que toca la puerta sin anunciarse.

Con directivas de la UAR

“Es clave que todo profesional de la salud y todos los que forman parte del cuerpo técnico (head coach, asistentes, auxiliares, preparadores físicos y jugadores) y extendido a la comunidad en general, debemos estar formados en atención de primeros auxilios y fundamentalmente en lo que refiere a reanimación cardio-pulmonar. Estas maniobras, realizadas adecuadamente, nos dan la posibilidad de salvar una vida”, aseguró Gustavo Arze, kinesiólogo del plantel superior de rugby de Natación y Gimnasia.
El encargado de recuperar a los rugbistas “blancos”, entiende que es clave el trabajo en equipo para poder salvar una vida. “En cada partido de rugby, es esencial la presencia de un médico; sin su participación no se puede iniciar el juego. Eso es muy bueno; además, nuestro club dispone de un cardiodesfibrilador, de una tabla espinal de inmovilización y siempre está una ambulancia para el caso de requerir el traslado de un jugador a un centro médico. Todo esto es siguiendo las normativas de la Unión de Rugby de Tucumán y de la Unión Argentina de Rugby”, aseguró el profesional, destacando que para poder estar a disposición, todo rugbista debe presentar un certificado de aptitud médica. “Es obligatorio para la práctica deportiva. Todo club se encarga de hacer cumplir estos requisitos a los jugadores. Esos certificados se exigen de manera periódica”.
Por último, Arze aseguró que es importante recibir capacitación en la materia. “Es clave que todos puedan colaborar”, finalizó.

Falla la prevención

“¿Que pasa si sucede eso a un jugador aquí en Tucumán?. Imposible saberlo, pero dependerá de la suerte y de que justo alguien de los presentes sepa hacer la RCP”, dice Gustavo Armando, médico de Belgrano que participa en el torneo Federal de básquet.

Según Armando, el requerimiento para que se pueda disputar un partido en el certamen es la presencia de un profesional de la salud en el estadio, una camilla y un cuello ortopédico. De igual manera, es necesario que previamente los jugadores presenten su apto médico.

La realidad en el basquet amateur es totalmente diferente. “En inferiores no se pide absolutamente nada, ni siquiera un apto médico emitido por el pediatra de los niños. En los veteranos, años atrás, se solicitaba una ergonometria, hoy ya no”, indicó el profesional.

Para el médico de Belgrano, la capacitación podría ser clave para poder solucionar una situación similar a la del danés Christian Eriksen. “La ley 26.835 (de 2013) dicta que las escuelas se debe enseñar y capacitar a los estudiantes. Si tomamos la fecha de promulgación hoy debería haber toda una generación capacitada, pero esto no se ajusta a la realidad”, analizó Armando.

La ley 27.159 indica que debería contarse con cardiodesfibriladores  portátiles en lugares públicos o privados. “Creo que sería penoso realizar un relevamiento de cuántos clubes de básquet cuentan con ese aparatito milagroso”, sentenció Armando.

Una realidad que preocupa

Por Carlos Oardi

Hacer un relevamiento de la situación de los clubes de la Liga Tucumana es darse contra una pared. Salvo Atlético y San Martín, la mayoría de los clubes no cuentan ni con las herramientas ni con el material humano suficiente para afrontar una situación similar a la que se vivió en la Eurocopa. “Está muy complicada la situación en todas las entidades en todos los aspectos”, expresó Daniel Díaz, presidente de Villa Mitre.

“Los clubes no tienen un médico permanente en las prácticas”, dice Emiliano Alvarez Tartaglia, preparador físico de Unión del Norte. “Creo que todos debemos saber con respecto a las técnicas de RCP como a los primeros auxilios. Debemos estar preparados, más cuando manejamos grupos de personas. Los invito a que se acerquen a la Cruz Roja para aprender”, detalló.

El técnico de Deportivo Aguilares, Ricardo Amaya, también es chofer del 107. “Uno aprende de primeros auxilios por estar involucrado en la salud, pero a veces con eso no alcanza, es necesario que estas situaciones sean resueltas por personal capacitado”, explica. Su equipo cuenta con fisioterapeuta en el día a día y un médico los días de partidos. “Sólo tenemos médico el día del partido porque lo gestionamos en el Caps, mediante Julio Barreto”, precisó Ezequiel Cabello, dirigente de San Juan.

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