Detalles de cómo usar residuos de cosecha y otros recursos

Especialistas de la Eeaoc aconsejaron qué utilizar, según los distintos casos.

OPCIÓN. Para el control de las gramíneas perennes -“grama” y “pasto ruso”- se recomienda la rotación con soja.  OPCIÓN. Para el control de las gramíneas perennes -“grama” y “pasto ruso”- se recomienda la rotación con soja.
10 Julio 2021

El residuo agrícola de cosecha (RAC) es un excelente recurso para el manejo de malezas en el cultivo de caña de azúcar.

En la actualidad casi la totalidad del área cañera de nuestra provincia se cosecha en forma mecánica. Esta práctica deja una cantidad de RAC estimada de entre 7 y 20 toneladas por hectárea (t/ha) de materia seca -dependiendo de la variedad, la producción, la eficiencia y el momento de cosecha-.

Mantener el RAC en la superficie trae aparejados múltiples beneficios agronómicos y, además, puede ser una excelente estrategia para el manejo de malezas. “Lo más interesante es que el productor no necesita hacer ninguna inversión para capitalizar el servicio que ofrece este. Solamente debe cuidar que este residuo se mantenga y no se queme accidentalmente”, indicaron Agustín Sánchez Ducca y Pablo Vargas, técnicos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).

Estudios de la entidad de investigación tucumana determinaron que 9 t/ha de RAC, como cobertura sobre el suelo resultan suficientes para suprimir la emergencia de un gran número de especies de malezas. Esto se debe principalmente a que esta cobertura altera las condiciones de humedad, de luminosidad y de amplitud térmica del suelo, principales variables que rompen la dormición y estimulan la germinación de las semillas.

Por otra parte, para algunas especies con semillas pequeñas y con pocas reservas, el RAC constituye además una barrera física que no pueden atravesar. De igual manera, estos residuos pueden liberar sustancias alelopáticas, que reducen el crecimiento y el desarrollo de ciertas malezas.

BRAVA. Cuando son aplicados sobre el RAC, algunos herbicidas residuales ofrecen muy buen control del “tupulo”.  BRAVA. Cuando son aplicados sobre el RAC, algunos herbicidas residuales ofrecen muy buen control del “tupulo”.

La suma de estos efectos hace que la cobertura de RAC pueda brindar un excelente control de malezas, principalmente sobre gramíneas anuales. Estas son conocidas típicamente como “pastos blancos” (Digitaria sanguinalis, Echinochloa colona, Eleusine indica, etcétera), y resultan muy difíciles de controlar cuando ya conviven con el cañaveral.

También se ven efectos sobre malezas de hoja ancha y semilla pequeña, como los atacos y verdolagas. Al reducir el número de malezas y la diversidad de estas, la conservación del RAC permite que se reduzca el uso de herbicidas y que el productor se concentre en las malezas que no son controladas por la cobertura.

Entre estas últimas se encuentran las gramíneas perennes, principalmente “grama” y “pasto ruso”. Para su control se recomienda la rotación con el cultivo de soja, lo que permite comenzar luego un cañaveral con baja presión de este tipo de malezas. Por otro lado, el RAC tampoco controla malezas trepadoras como el “tupulo”, una enredadera muy problemática en nuestra región. Esta puede ser manejada con diversos herbicidas pre y posemergentes. Los herbicidas residuales que, en general, ofrecen muy buen control de tupulo cuando son aplicados sobre el RAC son flumetuslam y amicarbazone, según estudios de la Eeaoc.

Para control posemergente, las mezclas que tienen alta eficiencia con esta especie son: fluroxipir + atrazina; dicamba + atrazina y topramezone + atrazazina. En todos los casos, antes de aplicar un herbicida se debe consultar a un ingeniero agrónomo, leer las indicaciones de los marbetes y usar el equipo de protección recomendado.

Cantidad de residuos

Existen múltiples factores que influyen en la disponibilidad de RAC luego de la cosecha en verde realizada en un cañaveral, además de depender de las características agroecológicas del área cañera de Tucumán, que definitivamente inciden en la cantidad de RAC que puede producir un cañaveral.

Según la Eeaoc, la superficie cosechada durante la zafra 2020 alcanzó las 276.880 hectáreas y se llevaron a los ingenios un total de 15.699.096 de toneladas de caña molida. A partir de estos datos, se estimó que en el suelo quedaron más de 2 millones de toneladas de RAC.

Lo cierto es que los RAC de la caña de azúcar tienen una vital importancia, tanto en lo que respeta al beneficio propio del cultivo, como a los que se logran de su recolección.

A raíz de ello conviene que el productor lo conserve como cobertura o mulching sobre la superficie del suelo -de manera en que se lo utilice tanto para controlar las malezas como para mantener la humedad del suelo-, incorporarlo en el perfil del suelo o retirarlo del campo para su aprovechamiento como fuente de energía o para alimentación animal.

Evitar la quema

Seguramente una de las cosas que el productor debe hacer para mantener el residuo de cosecha en su campo y lograr todos los beneficios que este aporta es evitar que el RAC se queme.

Para ello es necesario que el productor mantenga sus alambrados libres de pastizales, y que los limites con otros campos o con las banquinas de las rutas no haya material que pueda encenderse y que los callejones de sus cañaverales estén limpios y rastreados para evitar que el fuego pueda prosperar y se disemine.

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