El futuro es lo que importa en Los Tarcos

El club dejó atrás dos meses muy complicados y ahora espera ganar continuidad.

VOLVER A SINTONIZAR. Los equipos mostraron ciertas asperezas en el line, producto de la inactividad de más de dos meses. VOLVER A SINTONIZAR. Los equipos mostraron ciertas asperezas en el line, producto de la inactividad de más de dos meses. LA GACETA / FOTO DE JOSÉ NUNO

Después de la nulidad competitiva que resultó 2020, el objetivo del rugby tucumano para 2021 era simplemente poder jugar. Aunque fuera sin público, sin vestuario o sin tercer tiempo. Lo importante era que los jugadores pudieran volver a la cancha y darle de esa manera sentido a tantas horas de entrenamientos virtuales. En ese contexto excepcional cabía esperar algunas situaciones poco comunes, pero incluso con esa salvedad resultaba llamativo ver a Los Tarcos atascado en un lugar tan poco familiar como lo es el fondo de la tabla de un torneo que ya llevaba cinco fechas disputadas. Para colmo, el paréntesis por la suba de contagios estiró en dos meses la ansiedad por sacarse la espina de ser el único de los nueve equipos de Primera que no había podido ganar en el torneo. Había estado cerca, pero su mejor recompensa habían sido dos bonus defensivos.

Finalmente, logró saldar esa deuda en la vuelta del rugby en Tucumán. Sin embargo, lo verdaderamente reconfortante para el equipo del ex aeropuerto fue que el triunfo sobre Cardenales llegó después de dos meses muy complicados. El parate afectó a todos, pero golpeó con especial crudeza a los “Rojos”. Ante la incertidumbre sobre cuándo se iba a volver a jugar, el número de jugadores en los entrenamientos comenzó a disminuir progresivamente. “Sí, eso nos mató, la verdad”, admite el medio scrum Nicolás Alvizo.

“Muchos chicos se enfocaron en la facultad, en el trabajo o en su familia. Es que no se sabía qué iba a pasar con el torneo. Es muy difícil planificar algo en este tiempo. En estos últimos dos meses, los entrenamientos fueron más recreativos que otra cosa. Tocata, fútbol y destrezas”, describe José Chico. “Más allá de que hubo una caída importante en el número de jugadores, hay chicos que nunca faltaron y que fueron la base del equipo para este fin de semana. Cuando salió la noticia de que se iba a volver a jugar, ahí ajustamos un poco y volvimos a los entrenamientos normales para llegar de la mejor manera”, agrega el tres cuartos, autor de los 18 puntos que le dieron el triunfo a su equipo en barrio Sarmiento.

Y qué mejor que ahora, cuando a los “Rojos” les espera el clásico de visitante contra Universitario. Una ocasión ideal para sumar una inyección de confianza. Claro que la “U” tendrá la motivación de intentar recuperar la cima perdida a manos de Natación luego de la derrota a manos de Cardenales, justo antes del paréntesis.

Números aparte, lo importante sigue siendo que se pueda seguir jugando. La situación pende de un hilo, por lo que el respeto de los protocolos será clave. “Ese tema era una incógnita, y gracias a Dios se pudo volver. Ojalá podamos seguir y que no se corte de nuevo, porque esa intermitencia lo afecta mucho al jugador”, advierte Chico.

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