Con las listas definidas, la pulseada del PJ se muda al territorio antes de llegar a las urnas
El manzurismo y el jaldismo comienzan a apurar diálogos, bajar propuestas y seducir a dirigentes para robustecer su armado. Incluyeron en sus listas referentes de distritos claves o dirigentes con buena aceptación popular.
La polvareda que se levantó en el PJ, desde que estalló el enfrentamiento político-partidario, se disipó con la presentación de dos listas de precandidatos a las elecciones primarias del 12 de septiembre. Los pocos grises que quedaban se transformaron en blanco o en negro. Se pone en marcha la interna propiamente dicha entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Se vienen poco más de 45 días de un intenso trabajo y una dura pulseada entre el territorio y el aparato (recursos), principalmente en el interior.
Las listas Lealtad Peronista (responde a la Casa de Gobierno) y Todos por Tucumán (Legislatura) ajustan los últimos detalles administrativos para pisar el acelerador. Mientras tanto, en barrios, municipios y comunas se puso en marcha el trabajo político territorial. Dirigentes de ambos espacios comenzaron a apurar diálogos, estrategias y propuestas con referentes y punteros de los distintos barrios y circuitos para afianzar lazos, seducir o presionar y sumarlos a su barca.
Un dirigente de trayectoria estimó que habrá un trabajo muy arduo en este sentido durante los próximos 30 o 35 días. “Los últimos 10 (antes de los comicios) son para consolidar. Ahí prevalece el aparato, que son los recursos de las instituciones”, detalló.
En las listas hay nombres que son sinónimo de fortaleza en distritos puntuales. En la sección Oeste, donde hay poco menos de medio millón de electores, el manzurismo apuesta por la legisladora famaillense Sandra Mendoza, esposa del intendente José Orellana; y por la jefa municipal de Aguilares, Elia Fernández, esposa del parlamentario Sergio Mansilla. El jaldismo traccionará con el legislador monterizo Juan Ruiz Olivares, líder de Acción Regional; el taficeño Roque Tobías Álvarez, jefe de la bancada jaldista en la Cámara; y en Famaillá apuesta por Patricia Lizárraga, enfrentada con el orellanismo.
El Este, con unos 300.000 votantes, es el bastión fuerte del jaldismo. La diputada Gladys Medina, esposa del intendente bandeño Darío Monteros; y la legisladora Graciela Gutiérrez, casada con el jefe municipal alderetense Aldo Salomón, serán las apuestas en Cruz Alta. El manzurismo lleva al legislador Jorge Leal, padre del intendente homónimo de Burruyacu, y con el dirigente camporista Alejandro Melo, de Bella Vista.
No hay precandidatos de la Capital en ninguna de las nóminas. La estrategia de ambos sería que todos los legisladores y concejales empujen por igual y no cargar responsabilidades especiales sobre ninguno. Jaldo, primer precandidato para Diputado, viene empujando desde hace semanas con diversos actos organizados por legisladores de una sección que tiene unos 450.000 votantes pero le es esquiva al peronismo.
En Casa de Gobierno insinuaron que Manzur, primer suplente en la lista a senadores, será quien respalde con su imagen a sus principales candidatos: Pablo Yedlin (Cámara Alta) y Chahla (Cámara Baja). Ambos, con escasa trayectoria en la militancia, pero de suma confianza del gobernador: el diputado es de su riñón y la ministra de Salud llega con una elevada imagen positiva por su rol en la pandemia.
En la interna quedarán decenas de heridos y eso repercutirá de cara a 2023. De todos modos, ambos bandos están decididos y dispuestos a transpirar la camiseta -por convicción o conveniencia-. “Nos vemos en las urnas” es la chicana más repetida.