La salud mental es cosa seria

Por Roberto González Marchetti, presidente del Colegio de Psicólogos de Tucuman

Chano "Chano"
28 Julio 2021

La Policía afirmó que Chano sufría un brote psicótico al momento del incidente que protagonizó. Esa situación se caracteriza por la presencia de pensamiento extraños, cambios afectivos, alucinaciones o ideas delirantes y un importante estado de excitación psicomotriz, que pueden conllevar un peligro para sí mismo y/o terceros. En Tucumán hubo muertes por casos así, y en esta pandemia el aumento del consumo de sustancias y el estrés, ansiedad, depresión y angustia provocó padecimientos afectivos muy importantes.

Se viene advirtiendo a diferentes espacios del Estado Provincial sobre las alertas que vamos detectando por el aumento de patologías mentales; también difundimos en los medios de comunicación ese incremento y las secuelas en salud mental por la situación sanitaria, junto a la dificultad que tiene el sistema de salud (público y privado) para la atención de estos casos.

Existe una realidad: la mayoría de la población con padecimientos mentales no puede acceder a un tratamiento adecuado en lo preventivo, en lo asistencial y/o ante una crisis en la urgencia.

Tenemos en Tucumán una Policía que debería estar capacitada para actuar ante una crisis de esta naturaleza, como también se debería educar a jueces y fiscales sobre la Ley en Salud Mental, para que puedan dimensionar el peligro que puede generar una persona en una situación de crisis; quizás evitaríamos muertes innecesarias y el dolor en la familia del padeciente o de las víctimas.

Si esa norma estuviera reglamentada en nuestra provincia, estaríamos preparados para afrontar la situación porque se estarían creando recursos para garantizar una atención integral a tiempo, en la cual la persona contaría con el acceso de un equipo profesional que podría prevenir las descompensaciones e intervenir con un dispositivo de internación por el riesgo que presentaría un eventual caso y con su debido tratamiento.

Si pensamos en todos los tucumanos que no cuentan con cobertura en salud o a los que su obra social no les brinda la atención que buscan ni les aprueban la medicación que realmente deben consumir, por abaratar costos (sin importar la calidad de la prestación ni entender a la salud como un derecho), podríamos comprobar que hay una angustia que transita y se transforma en una bola de nieve. Se vería la realidad de un sistema de salud que, en lo teórico, es equitativo e igualitario pero que, en lo práctico, es restrictivo y desigual. Y entenderíamos que las muertes que hubo y el sufrimiento psíquico que existe se pueden evitar.

Habrá movimientos antiley de Salud Mental, cuando en realidad no se la conoce. Se hablará y se condenará al efectivo que actuó, al profesional en salud mental o a y la familia, sin saber que tenemos una Policía que no está preparada, que la familia también sufre por el paciente y está limitada para ayudarlo, que muchos profesionales cobran exiguos aranceles de las obras sociales y que el Estado no previene.

Más que nunca, sigamos exigiendo mayor inversión en salud mental, con plena implementación de la Ley, con más políticas de prevención en todos los ámbitos y luchemos sobre todo por una mayor conciencia social para evitar la discriminación del enfermo y por la importancia de la Salud Mental en nuestras vidas.

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