Sin efectividad no hay paraíso para Atlético Tucumán

Atlético rescató un punto tras un partido que pudo ganar.

DEDICATORIA. “Guante” Pereyra ya marcó un golazo y forma un corazón con sus manos para las cámaras de televisión, la destinataria fue su novia “Vale”. DEDICATORIA. “Guante” Pereyra ya marcó un golazo y forma un corazón con sus manos para las cámaras de televisión, la destinataria fue su novia “Vale”.

Nadie puede decir que Atlético no lo intenta. Nadie puede decir que no quiere y que no patalea por ganar. Y al primero que lo diga, puede caerle un contenedor de argumentos tangibles encima. Dicho esto, el intento “decano” se viene quedando corto. El intento no basta, necesita algo más. Ayer, más que corto o insuficiente casi se transforma en completamente inútil, pero para su suerte apareció sobre el final del partido la zurda explosiva de Joaquín Pereyra para terminar con una media sonrisa tras el 2 a 2 ante Aldosivi.

Los primeros 30 minutos de Atlético ayer fueron definitivamente merecedores de una ventaja a su favor. De uno o dos goles, pero no la consiguió. ¿Mereció mejor suerte? Sí. ¿Eso abarca todo el análisis? No. Nada en el fútbol de hoy es tan simple como el dicho: “la pelota no quiso entrar”. La determinación para finalizar las jugadas es una virtud que no puede ser dejada como parte del azar o de la “voluntad” de la pelota. Esa determinación que tuvo Pereyra para estampar (sin dejar que el balón pique) su remate en el palo y adentro.

Incluso hasta el dicho “los goles que no se hacen un arco se sufren en el otro” queda corto para analizar lo que pasó. Si es que acaso lo dijéramos, debiera de ser más complejo: “Los goles tras increíbles asistencias de taco que no se hacen en un arco, se sufren en el otro”. En esa primera media hora asediante del “Decano” sobre el “Tiburón”, Leonardo Heredia engañó a todos y dejó solo a Guillermo Acosta con un taco magnífico. El “Bebé” le pegó al medio y el arquero José Devecchi pudo mandarla al córner. Estando 1-1, Malcom Braida hizo lo mismo (otro taco exquisito) con Martín Cauteruccio, pero este la mandó a guardar, al igual que en el primer tiempo.

En el medio, Atlético había empatado el partido. Parecía volver todo a la normalidad ofensiva del equipo teniendo en cuenta que Augusto Lotti, goleador del torneo pasado, y sin tantos hasta ayer aprovechó un centro de un jugador marplatense. Tan oportunista como en la temporada pasada. Minutos después, tuvo un penal a favor y Heredia la tiró afuera.

Hasta aquí, el intento está claro. Las chances de gol y la generación de situaciones estuvieron. El equipo incluso se puso en un escenario de: partido igualado y penal a favor en el segundo tiempo. ¿Se puede pedir algo más? Bueno, meter el penal, claro, pero no fue este el caso.

El trabajo ofensivo del cuerpo técnico en la semana estaba a la vista. Es trabajo de los intérpretes concretar las situaciones que genera el equipo. El trabajo defensivo sigue en deuda porque Aldosivi no es de los equipos más peligrosos del campeonato (a pesar de sus nueve puntos en fila) y estuvo muy cerca de hacerle tres goles. Los dos que recibió tuvieron desatenciones aéreas y terrestres, aunque repetimos: el gesto técnico de Braida es más para aplaudir en Aldosivi, que para reprochar en Atlético.

El gol del final, el empate agónico, evita dejar al equipo sin nada después de haber creado varias situaciones de gol. Quizás en algunos equipos eso ya califique como logro, pero si Atlético quiere lograr alguno de sus objetivos para esta temporada, tiene que convertir los goles tras las situaciones que genera. Si habláramos de injusticia, más que enojarse con el resultado, la suerte o la pelota, el equipo debería sentirse autoboicoteado: eso es lo que significa no convertir las situaciones que uno mismo provoca.

Por suerte, apareció Pereyra con la determinación necesaria para empatar. Quizás pudo ser un triunfo, pero el equipo no pudo meter la pelota dentro del arco. Suena una obviedad, pero durante la semana (antes del partido contra Sarmiento) el plantel trabajará para que finalmente puedan entrar.

Hubo sonrisas y lamentos

A pesar de los goles, hubo lamentos en la siesta del “Monumental”. Augusto Lotti y Joaquín Pereyra no lucían del todo feliz. El 2-2 tuvo sabor a poco. “Merecíamos un poco más pero no concretamos, lamentablemente estamos teniendo muchas situaciones pero no estamos finos”, dijo Lotti, autor del 1-1 parcial.

“Hicimos las cosas que entrenamos en la semana, una vez que se abra el arco podremos sumar”, analizó Pereyra que fue uno de los puntos altos del partido. “Fue lindo gol, menos mal que entró porque por el medio venían Augusto y el ‘Pola’ (Cristian Menéndez), si no lo hacía no iba a poder salir del vestuario”, bromeó “Guante”.

Aunque convirtió por primera vez en el torneo, Lotti se lamentó no haber sumado de a tres. “Yo creo que perdimos dos puntos, espero que cuando termine el torneo no nos lamentemos estos puntos”, dijo todavía con bronca el goleador en la zona mixta.

Corazón "Decano"

Sin tiempo para descansar

El plantel volverá hoy a las 10 a los entrenamientos, pensando en el partido del viernes, ante Sarmiento. Los que jugaron ayer tendrán un trabajo regenerativo, mientras que los demás realizarán tareas físicas. El jueves al mediodía viajaran hacia Buenos Aires, para luego trasladarse en ómnibus hacia Junín. El viernes a las 19 enfrenta al “Verde”.

Se jugó la sexta fecha de Inferiores de AFA

Atlético y Gimnasia midieron fuerzas en las divisiones juveniles con resultados variados. En Tucumán la Séptima empató 2-2, la Octava perdió 1-0 y la Novena empató sin goles. En La Plata la Cuarta división cayó por 3-1, la Quinta se quedó con un valioso triunfo por 2-1, además la Sexta empató 1-1.

Sin lesionados y con posibles vueltas

El partido frente al “Tiburón” no arrojó jugadores lesionados, según informó el doctor José Saab. Además, Jonathan Cabral y Abel Bustos atraviesan la última parte de recuperación y podrían reaparecer la próxima fecha.

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