Campaña intensa

A menos de un mes de las elecciones nacionales, aumentó la intensidad de la campaña y de la confrontación dentro del oficialismo provincial. El quiebre del justicialismo gobernante provincializó la contienda que aparentemente definirá más que las listas que competirán por las bancas en el Congreso de la Nación. El gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo subieron el tono de los discursos y se cruzaron de manera directa. Protagonizaron actos y reuniones para demostrar y medir fuerzas. La posibilidad o no de una reforma de la Constitucional local y los comicios del 2023 volvieron a la discusión. En las listas de Juntos por el Cambio (JpC) están de parabienes por el río revuelto en los ámbitos nacional y provincial.

En el oficialismo

Manzur salió por primera vez a cruzar directamente a Jaldo y con términos fuertes. En un acto en el Hipódromo, la sucesión en el poder, que fue el origen de la fractura, subió al escenario como tema central. El gobernador trató de mentiroso al vicegobernador y lo acusó de intentar instalar que él pretendería impulsar un proceso reformista para acceder a la posibilidad de ser reelecto. “Mientras Juan Manzur sea el gobernador, no hay reforma y no hay reelección; que quede claro”, prometió. La dirigencia cercana al mandatario provincial venía tratando de desarticular uno de los principales cuestionamientos del jaldismo. El presidente de la Cámara, incluso, había revelado en una nota en LA GACETA que su compañero de fórmula le habría expresado su voluntad de impulsar cambios en la Carta Magna. El gobernador afirmó que Jaldo inventó “diálogos que nunca existieron’’. “Mienten y engañan”, dijo. No fue sólo eso. El presidente del PJ aseguró que, a juzgar por sus críticas a la gestión, Jaldo se fue a JpC y usó una frase de Juan Domingo Perón para tratarlo de traidor.

¿Por qué contestó Manzur? Según parte de su entorno, este es un indicio de que la campaña entró en la fase final y de que se juega el todo por el todo. De acuerdo con otro sector afín, como líder de su espacio, sabría que su propia tropa esperaba a modo de gesto una reacción pública a lo que consideran agresiones y agravios de los contendientes.  

Trascartón, Manzur subió al escenario a quienes eligió como sus otros opositores: Germán Alfaro y José Cano. Tanto el intendente como el diputado son precandidatos a senadores en una de las listas de otro frente (JpC), pero el espacio de la Casa de Gobierno se ha planteado como objetivo ganar en la capital y esa sección electoral ha sido tradicionalmente de la oposición.    

En el mismo acontecimiento, que reunió una multitud, el manzurismo dejó en claro que la gestión es su principal bandera. El gobernador, en compañía de sus precandidatos, entregó una centena de ambulancias a comunas y al Sistema de Salud. Puertas adentro, evalúan que los postulantes de la lista son precisamente hombres y mujeres identificados con las acciones de gobierno. De acuerdo con fuentes cercanas al despacho gubernamental, Manzur manejaría resultados de encuestas que lo favorecerían por sobre sus contendientes. De todas maneras, se esperan los nuevos números en las próximas semanas, para delinear las estrategias finales antes de septiembre.  

En el jaldismo afirman que lograron el objetivo de que Manzur se suba al ring para la disputa discursiva y que hable de la reforma. Dicen que también tienen sondeos con tendencias que los dejaron muy conformes y que los darían ganadores. Por otro lado, afirman que notan intranquilo al rival en el territorio.

Jaldo encabezó ayer un almuerzo en Alderetes con referentes territoriales de comunas y municipios. Hubo arengas y se plantearon cuestiones estratégicas y de organización, como el reparto de los votos. Los representantes de distintos lugares redoblaron las denuncias de supuestos “aprietes” por parte del manzurismo. Consignaron que quienes peor la están pasando son los militantes de terceras y cuartas líneas, porque consideran que se rompieron todos los códigos del PJ.  

A la hora de tomar la palabra, Jaldo respondió. “Creían que como manejan el aparato íbamos a arrugar. Se enteraron de que están perdiendo y por eso largan a encuestadores truchos a hacer conferencias de prensa y por eso la gente hace cola en el Hipódromo para recibir subsidios. Por eso entregan ambulancias que tenían guardadas hace un año ¡Están asustados en la Casa de Gobierno!”, lanzó el vice y aseguró que el 12 de septiembre darán la vuelta a la plaza Independencia y serán quienes festejarán.

En paralelo, consideraron que el escándalo por las visitas a la Quinta de Olivos en plena cuarentena puede golpear la imagen de Manzur. En la Legislatura interpretan que monopolizar la imagen de una figura política como la del presidente Alberto Fernández tiene ese riesgo: lo que suceda en la Nación puede incidir en sus representantes locales.

A propósito de lo que sucede en la Nación, la interna provincial también repercutió en el kirchnerismo, que tiene agrupaciones en el manzurismo y en el jaldismo. La distancia entre Fernández y la vicepresidenta Cristina Fernández también podría acrecentar esas diferencias. Hubo un indicio de ello en una publicación de la diputada cristinista Mabel Carrizo. La famaillense cuestionó que en una publicación del Partido nacional celebrando los dos años de la victoria en las PASO de 2019 se omitiera la figura de la ex presidenta.  

En la oposición

En JpC la interna entre tres sectores parece menos confrontativa. Las distintas listas coinciden en apuntar a Manzur y en llevar a la campaña la agenda de preocupaciones de los tucumanos. En todos los espacios coincidieron en remarcar que ven al manzurismo y al jaldismo enfrascado en su interna y “hablándose” entre ellos y no a la ciudadanía. La duda de todos es cómo se reflejará esto en las urnas.

Los traspiés tanto de Fernández por lo del cumpleaños de la primera dama como del Gobierno provincial con el reparto de subsidios les abrieron una tarima sobre la que pudieron no sólo denunciar estos hechos sino también diferenciarse de los oficialismos.    

En la campaña, el PJS-PRO sigue apostando fundamentalmente al interior, que es donde opinan que necesitan ganar más ventaja. Por un lado, pretenden atraer al voto peronista “desencantado” y por otro, lograr la adhesión de la clase media mediante la gestión municipal.  

En el sector Cano-Silvia no sacarán el pie de los asuntos públicos porque saben que es lo que espera su electorado antiperonista y anti k. A eso se sumará que se preparan para la visita de figuras nacionales como Gerardo Morales y Elisa Carrió, además de diputados y senadores radicales.    

El espacio de los intendentes recibió en estos días el respaldo de Alfonso Prat Gay. Mariano Campero y Roberto Sánchez también llevan adelante acciones de campaña y siguen caminando por la provincia, priorizando el diálogo con los vecinos de distintos municipios y localidades.      

La incógnita es qué sucederá en JpC el día después de las elecciones y si podrán unificarse en la pelea contra el manzurismo y el jaldismo.

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