“Es un thriller político y una historia de amor apasionante”

Así define la periodista y escritora salteña Daniela Urgel a “Debajo de mis pies”, novela que hoy a las 20 presentará en el Centro Cultural Virla.

BAJO EL SOL TUCUMANO. Urgel está realizando una gira nacional para presentar su primera obra de ficción. BAJO EL SOL TUCUMANO. Urgel está realizando una gira nacional para presentar su primera obra de ficción.

Un thriller, una historia de amor y un llamado a seguir de cerca las políticas energéticas, claves para el desarrollo nacional. Y, a la vez, la convocatoria a respetar y a cuidar el medioambiente. De todos estos elementos se nutre “Debajo de mis pies”, novela que Daniela Urgel presentará hoy a las 20 en el Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265). La actividad es presencial, atendiendo a los protocolos sanitarios. Nacida en Salta, Urgel es periodista y “Debajo de mis pies” representa su primera incursión en la literatura. No es un tema sencillo el que decidió explorar y ella cuenta por qué.

- ¿Cómo nace la idea de “Debajo de mis pies”?

- Esta novela es la concreción de un proyecto que tuve desde mi adolescencia, cuando comencé a escribir una columna para jóvenes. Pero por una cosa u otra no lograba la disponibilidad necesaria para dedicarle el tiempo que requería la exigencia de una obra literaria. No era una cuestión de tiempo solamente sino de compromiso con la historia que estás escribiendo.

- ¿Cómo fue el proceso de escritura del libro?

- Enero de 2015 fue el comienzo. Unas líneas donde aparecieron algunos personajes, el lugar donde se desarrolla y algunas situaciones. Un día escribí sobre el descubrimiento de un yacimiento de petróleo. La temática no fue premeditada, surgió, se impuso y definió la trama. Gran parte del proceso creativo requirió investigación por su complejidad. Después apareció el nombre: “Debajo de mis pies”. No hubo otro. Será porque nací y crecí en un pueblo petrolero. El trabajo posterior fue hacerla cercana, simple y entretenida, porque es un thriller político intenso pero también una historia de amor apasionante. Y sobre todo está atravesada por el amor a la tierra y a la libertad. El pueblo de “Debajo de mis pies” se parece a muchos lugares donde se explota gas y petróleo.

INVESTIGACIÓN. La novela se sumerge en la política energética. INVESTIGACIÓN. La novela se sumerge en la política energética.

- ¿Por qué elegiste la novela como género y no el ensayo o el libro de investigación?

- Elegí escribir una novela y el tema la eligió a ella. A veces me pregunto por qué no la escribí antes y creo que mi historia personal se conjugó con mi actividad periodística en un contexto crucial para la política energética y el medioambiente. Logré darle una estructura para que pudiera habitar la historia en toda su dimensión, a base de creatividad e intuición. La novela me permitió contar un tema complejo de manera sencilla. De otra manera hubiese tenido que publicar varios tomos o un libro que hubiese resultado aburrido por la cantidad de datos y de tecnicismos. Yo quería escribir una historia cercana y universal. En “Debajo de mis pies” no hay fechas, ni referencias históricas, ni lugares reales. Sin embargo, nunca perdí el hilo de conexión con la actualidad y es por eso que a lo largo de toda la novela hay puentes semánticos que conectan con situaciones que estamos viviendo ahora. Me gratifica que quiera leerlo desde un adolescente hasta una persona mayor, desde un obrero hasta el presidente de una empresa. Es un tema que nos toca a todos.

- El intendente de un pueblo -ficticio en este caso- aparece como defensor de los derechos de sus vecinos. ¿Hay una forma de reivindicación de la política como herramienta genuina de gestión, en un tiempo de tanto desprestigio de la clase política?

- Reivindicar a la clase política es muy pretencioso. En “Debajo de mis pies” se refleja muy bien que la mecha en algún lado debe encenderse para generar la transformación que necesitamos. Y una vez prendida encontrar el viento que hace falta para que se propague. Con un buen líder es suficiente. En la política siempre hay luchas de poder. Es la sociedad la que tiene que lograr la reivindicación a través de los valores. El cambio es de adentro hacia afuera, porque la política está disociada de la sociedad. Yo diría que lo que necesitamos es destrabar la política. En este momento hay rumbo al Congreso una nueva ley de hidrocarburos, de la que dependen el desarrollo y el crecimiento de los próximos años. Estamos en plena campaña electoral. No importa quién; importa qué y cómo. El intendente de “Debajo de mis pies” lucha por los intereses de su pueblo y un secreto que se revela por este hallazgo del petróleo lo enfrenta con sus propios intereses también. Se mezclan lo público y lo privado. La novela plantea el derecho a la propiedad privada y el derecho al desarrollo de los países que tienen recursos tan importantes como el petróleo, el gas, el litio. Por una tradición legislativa heredamos las bases de la legislación del Virreinato que hace 100 años no se cuestionó, discutió ni debatió. Tenemos una nueva oportunidad. Ya sabemos que las viejas fórmulas no funcionan.

- ¿Qué es lo que más debería preocuparnos como sociedad en materia de política de explotación de hidrocarburos?

- Debemos exigir junto a esta nueva ley de promoción de las inversiones de hidrocarburos un anexo que sirva como garantía de progreso y desarrollo para las próximas décadas. Que nos permita lograr lo que no pudimos en más de 100 años de explotación petrolera. Se abre una ventana de un par de décadas. El mundo camina hacia las energías limpias. Del nivel de productividad de hidrocarburos depende nuestro acceso exitoso al nuevo paradigma. Tenemos que autoabastecernos y convertirnos en exportadores, lo que será clave para la transición energética que ya está en marcha. La decisión es ahora. Cuando comenzó la explotación de petróleo éramos una potencia. Hoy somos un país que lo único que hizo en los últimos años es empobrecerse. El problema es grande, la crisis es grande, pero la solución puede ser muy sencilla. Por un detalle, con algo puntual bien ejecutado podríamos despegar definitivamente y lograr la independencia económica. La novela nos recuerda quiénes somos, pero no en función de un sector, sino quiénes somos en el conjunto de la sociedad. No podemos crecer en parte sí, en parte no. Porque hay un grupo que se queda atrás, que no progresa. Tenemos que salir adelante todos juntos. Y eso ni siquiera depende de un gobierno.

- ¿Cuáles son los mayores riesgos a los que estamos expuestos en materia medioambiental?

- Hay muchos riesgos ambientales pero el calentamiento es un hecho que pone en peligro el equilibrio del ecosistema. Hay otros riesgos que son controlables, podemos intervenir con políticas concretas que pueden ser eficientes. También son costosas. Por eso estamos en una encrucijada. Porque el mundo funciona de una manera y los combustibles fósiles mueven la economía. Para cualquier política que haya que implementar se necesita financiamiento. Por eso los extremismos no sirven en un contexto que requiere claridad, eficiencia y flexibilidad.

- ¿Qué acciones crees que deberían implementarse para que la ciudadanía tome conciencia y se ocupe de estos temas?

- Las organizaciones ambientalistas, las empresas, los gobiernos y la sociedad deben actuar en forma coordinada. Pero para tomar conciencia hay que experimentar la naturaleza. Por eso las comunidades aborígenes son las guardianas de lo que queda virgen en el planeta. Por la cosmovisión de una vida ligada a lo natural. “Debajo de mis pies” plantea el dilema que tenemos con respecto a esto. En cada acción que el hombre hizo para evolucionar se alteró la naturaleza. Estamos tocando límites. El uso del petróleo como recurso energético es una decisión. El mundo ya está decidiendo bajar la huella de carbono y Argentina adhirió al Acuerdo de París. Necesitamos generar riqueza para cumplir con ese compromiso preservando al máximo el medioambiente. Como expresé en mi libro, “la historia no define el destino pero siempre nos señala un desafío”.

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